Hola. Después de 2 años de ser fiel lectora de esta página web, al fin me anime a subir algo para seguir enriqueciendo este sitio y ser parte de ustedes como ustedes lo son de mi. Espero que les agrade, esta es la presentación de mis protagonistas. Muchas gracias, un saludo. Me agradaría saber sus opiniones, criticas, comentarios. Todo es aceptado.
ADILENE
Mi madre nunca quiso decirme quien era mi padre, supuse que no lo sabía, aunque era extraño, ella nunca daba indicios de amar a algún hombre. Incluso, sólo salia con chicas lo cual me hacía sospechar que mi madre no era precisamente heterosexual. Era muy reservada con su vida íntima pero mi hermano Fernando y yo nunca tuvimos problema con eso, si lo era o no, no era de nuestra incumbencia. Ella nos había educado de una manera amena y cariñosa, su consejo del diario era “Salgan, conozcan a esos extraños y hagan amigos, diviertanse, no juzguen a nadie y que nadie los juzgue” Después nos daba un beso y se dirigía a su trabajo. Yo amaba muchísimo a mi madre. Era de las mamás que nunca pierden el toque juvenil, tenia 38 años y aunque no era tan femenina se mantenía joven. Mis amigos la adoraban, todo el mundo la adoraba, sus amigos de la prepa que constantemente iban a la casa nos contaban que muchas veces se peleaban por estar con ella, o que su presencia era inigualable pues era la típica chica que hacía reír a todos, a veces inconscientemente. Mi madre era la mejor. Era catedrática en la universidad más importante de mi ciudad, mi hermoso México. Siempre iba a sus clases de jeans y sus amados tenis vans, que desde que los 17 años usaba.
Mi mamá tenía una mejor amiga y un mejor amigo que eran esposos, Dalia y Óscar, y a su vez tenían una hija llamada Josajandy que era mi mejor amiga. Íbamos en la misma escuela y teníamos casi los mismos gustos. Fernando, Josajandy y yo eramos inseparables, así que vivíamos todos en una hermosa casa.
Eramos una familia hermosa, siempre hubo comunicación entre todos lo único que no podía compartirles era una cosa: me sentía “diferente”.
Quiero decir, ningún tipo de mi edad me atraía incluso me llegaban a dar asco y debo admitir, casi siempre me la pasaba pensando en Karime, la chica más popular de la escuela, ella era muy amable conmigo nos llevabamos de maravilla, para mi era lo maximo… No dejaba de pensar en ella.Tenia que decírselo a mamá de alguna forma, yo confiaba en ella pero todavía tenía miedo. Josefa, una compañera del salón, había confesado a sus papás que sentia atracción por las chicas y al día siguiente llego a la clase con un moretón en el ojo y el labio roto. Me daba pánico. Sabía que mi mamá me apoyaría, pues me amaba, aparte tenía la ligera sospecha de que era como yo pero siempre he sido una chica insegura y prefería guardar silencio a enfrentatme a las consecuencias, era innata en esto. Ni Fernando ni Josajandy lo sabían. Tenía miedo de que Oscar fuese uno de esos tipos machistas y me viera como un bicho raro, lo cual sería demasiado hiriente ya que era como mi padre. No sabía que hacer… De hecho, no estaba segura qué era lo que pasaba conmigo. Karime no era prueba suficiente para dar por hecho que estaba enamorada.
De pequeña mi mamá me había dicho que existía gente que se enamoraba de personas de su mismo sexo y que vulgarmente se les llamaba gays o lesbianas. Pero ella había dicho que se “enamoraban” y evidentemente yo no estaba enamorada de Karime. Solo era una especie de bloqueo en mi mente que me impedía fijarme en alguien de tal forma. Sólo la admiraba. Pensé un poco, entonces yo no soy lesbiana porque no estoy enamorada de ella.
Pensaba este asunto mientras mamá nos llevaba al colegio, estaba perdida en una ventanilla del carro…
MIRANDA
La tarde era muy fría. Esta ciudad era espantosa. Apenas llevaba cuatro horas aquí y ya la odiaba con toda mi alma. Me sentia una completa intrusa. El tipo que me había prometido llegar a la ciudad de Los Ángeles con Aline sólo me había robado los 800 dólares que robé en Honduras y me había tirado en una avenida de esta estúpida ciudad. No tenia a donde ir, no conocía a nadie. Era un infierno vagar por un sitio totalmente desconocido, con hambre y sin destino. La gente me veía con desprecio, mi ropa les causaba asco. Yo estaba hecha un asco. Llegue a una especie de monumento y me senté un rato a observar. La gente estaba feliz y yo era la única que no hallaba felicidad aquí. Seguí mi camino por una avenida rodeada de banderas, conocía muy bien esa bandera, México. No sé exactamente cuanto camine solo sé que llegue a una especie de parque donde justo enfrente había miles de personas caminando con enormes bolsas de compras y bocadillos, riendo, contentos. Acompañados. Moría por uno de esos bocados que varia gente aventaba al bote de basura. Moría por un abrigo que estaba en un aparador con un precio demasiado exagerado. Moría por saber por qué diablos me pasaba esto a mi.
Estuve un rato sentada en una banca hasta que una señora de limpieza me pidió permiso para barrer debajo de mis pies.
Se sentía de la mierda. No podía pedir ayuda porque probablemente pensarían que estoy desubicada e intentarían abusar de ello, ya me costaba trabajo confiar. No sabia qué iba a pasar conmigo. Camine por una calle transcurrida y observe como caía un billete de la chaqueta de un tipo. Reaccione de inmediato y fui directo a recogerlo, pese a que mucha gente me vio no tome importancia y seguí mi camino. Era un billete de $100. Ya estaba oscureciendo. Compre algo de comer y trate de ingeniar un plan para pasar la noche bien. Sólo esta noche. Mañana buscaría ayuda para dirigirme a deportación y que me regresaran a Honduras. Ni modo.
Honduras era la primer puta ciudad que odiaba, después esta. Ahí vivía Florentino, el sujeto mas miserable sobre la faz de la tierra. Florentino era mi padre, un psicópata. Recuerdo que todos los días al llegar de trabajar me golpeaba. A veces intentaba abusar de mi pero Mildred siempre me defendió y ella era quien recibia lo que “me correspondía”. Ella era la hermana de Florentino, su vida era un verdadero infierno, no entiendo por qué yo siempre me quejaba de la mia. Aline era una norteamericana que contacte por internet, llevabamos un año hablando y ella, después de Mildred, era la amiga más cercana que tenia. Recuerdo cuando me dijo que la fuera a buscar a Los Angeles, que ella me iba a sacar del infierno, que ella se habia “enamorado de mi”. No le crei, yo sentia algo por ella pero no sé, era raro que me lo dijera si no me conocia en persona. Durante tres meses estuvo insistiendo en que me largara de Honduras que ella tenia un amigo que sólo me iba a cobrar 800 dolares. Ahora comprendo que fui parte de un plan perfecto. Aline hija de puta. Jamás hubiera accedido de no haber sido porque Mildred tenía tres días de fallecida. Florentino le clavó un cuchillo. Se dio cuenta que le faltaban 800 dólares de su caja fuerte y no se imaginaba que yo traía en el brassier. Yo estaba recogiendo botellas de plástico cuando sucedió todo. Al llegar a la casa estaban los agentes rodeando el sitio y fue cuando supe de la tragedia, por supuesto no abrí la boca, sólo sé que Florentino estaba prófugo y yo próximamente también lo estaría pues era una sospechosa más. Tenía miedo. Contacté a Aline y le dije que estaba lista, ella me dio indicaciones y al dia siguiente cruze dos fronteras con el tipo. En serio creí que me iría de maravilla pero mirarme llorando en una banca de una ciudad completamente desconocida me hacia sentirme la persona más sola del mundo. Me quede dormida en esa banca.
El sol se estrelló en mis ojos y desperté. Camine de nuevo a ver donde podía hallar información sobre el consulado. Ya qué. Regresaría a Honduras y posiblemente me encarcelarían. Era mi destino… Creo. Me quede pensando mientras caminaba como idiota. ¿En serio este es mi destino?
Hasta que escuche un ¡Cuidado!..
Esta es un antecedente de lo que ocurrirá durante la historia. Espero les haya agradado. Muchas gracias… Pronto la segunda parte <3
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