Cuando quedan menos de cinco minutos para que empiece la película ponen un anuncio de menos de diez segundos en modo repetición lo que hace que no pueda parar de mirar el móvil buscando algún mensaje o llamada perdida de mi despistado amigo. Cuatro hombres fuertes entran en la sala, se quedan mirando un momento las entradas y se dirigen exactamente hacia donde yo estoy, las pequeñas casualidades de la vida hacen que sus entradas estén justamente en los asiento que yo había elegido, el que primeor pasa se posiciona a mi lado, tiene la cabeza rapada (más por falta de pelo que por opción), su complexión es muy fuerte y su colonia hace que por unos instantes todo me dé vueltas. Los otros tres chicos son muy parecidos a él, no por algún rasgo familiar, sino por su ropa y su forma de actuar premeditada.
La película empieza y abandono cuaquier esperanza de que Lucas venga a tiempo o si quiera se digne a presentarse a nuestra especie de ‘cita’, los chicos que hay a mi lado no paran de reírse y hay algo que hace que me den escalofríos. En un momento dado Ben (así es como descubriría después que se llamaba) agarra mi mano y me susurra al oído:
-¿Estás disfrutando la ausencia de Lucas? Porque nosotros sí que la vamos a disfrutar…
Me levanto para cmabiar de ubicación o salir corriendo escaleras abajo pero su mano agarra mi muñeca y hace que me siente de nuevo en mi butaca.
-¿Se puede saber a dónde vas? No sé si de verdad crees que podrías llegar a la puerta antes de que alguno de nosotros cuatro tuviera su mano metida en tus bragas -su tono de voz es tan tranquilo y alegre que casi no puedo creer el sentido de las palabras que está pronunciando.
Vuelvo a intentar lenvantarme y para mi sorpresa me tienen rodeada, por lo que Ben no tiene que sujetarme más, intento andar hacia algún hueco por el que poder huir sin ni siquiera mirarles a la cara pero por todos sitios lo único que encuentro es una sucesión de brazos evitando que dé más de un par de pasos en direcciones completamente aleatorias.
-Dejad que me vaya
-Uf… esta es de las que se resisten, mejor, es mucho más satisfactorio que una tía venga a comerte la polla como si fuera una de las maravillas del mundo después de ser una perra sin domesticar.
Un ataque de ira hace que me abalance sobre él pero saca provecho de mi esfuerzo y me sujeta como si mis piernas estuvieran rodeando su cintura, empotra mi espalda contra la pared con lo que suelto un quejido muy bajo (espero) como para que no lo noten y apreta mi teta derecha con la fuerza necesaria como para que sepa que me hace un daño horrible.
-Me la estás poniendo muy dura, seguro que estás desenado que te meta la polla
-JAJAJAJAJA ¡MADRE MÍA CHICOS! Creo que esta perrita ha besado a más tías que tú, eh Marcos
Ben le pasa mi móvil por lo que deja de hacer presión contra mí y la pared y me deslizo por ella silenciosamente, aprovecho que está absorto mirando las fotos de mi galería así que le asesto una patada en las espinillas y corro escaleras abajo lo más rápido que puedo. Antes de llegar al último pequeño escalón se tiran encima de mí y me dejan sin respiración.
-PERO QUÉ TE HABÍAMOS DICHO, eres tonta si crees que puedes librarte de nosotros tan fácilmente…
Estoy tumbada boca arriba en el suelo mientras otro chico llamado Sam está sentado a horcajadas encima de mí. Sus manos recorren mi cintura e intenta quitarme mi camiseta verde de licra, mientras tanto Marcos baja hecho una furia y me agarra del pelo levantándome en peso y haciendo que su compañero se quede con un trozo de mi ropa.
-Te prometo que vas a enseñar a estarte quieta, por tu propio bien
Con sus manos presiona mis mejillas y lanza un escupitajo que cae dentro de mi boca.
-¡Que te jodan! A ti y a tus jodidos amigos matones, os vais a pudrir en la cárcel como violadores de mierda que sois
Esta vez es Ben el que viene, me quita las manos de encima de su compañero pero ahora es él el que agarra mi cabello y me obliga a arrodillarme. Se baja los pantalones y hace que mi cara se hunda en sus calzoncillos, notando cómo su polla crece y crece por el roce debajo de la fina tela.
-Ahora vas a saber lo violadores que podemos llegar a ser.
Dos de los chicos sacan de detrás de la pantalla un artilugio que no reconozco a primera ni segunda vista, me ponen sobre él a cuatro patas pero también me sujetan las manos y la cabeza de una determinada forma.
-Con esto te podemos reventar el coño, el culo, follarte la boca y hacer que nos hagas unas pajas increíbles, y todo al mismo tiempo… ¿no es maravilloso?
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