La mejor noche de mi vida

FECHA: 4/30/2014
Venia recién saliendo de la enseñanza media, por visiones personales quería ponerme inmediatamente a trabajar, entre a una de esas compañías gigantes, donde tienen a una persona para cada cosa.
Llevaba aproximadamente un mes y ya me había percatado que eran muy pocas las personas jóvenes en esta empresa, por lo que supuse que sería muy fome en la parte social, con el timepo resulto ser todo lo contrario, mis compañeros mayores eran los reyes de los carretes y fiestas varias.
En la recepción de la empresa habían dos mujeres: Francisca, alta pelo castaño, ojos claros, bonitos pechos y unas caderas muy pronunciadas, obviamente robaba muchas miradas en la empresa, por otro lado esta Camila, un poco mas bajita menos atractiva pero de unos enormes pechos.
Ellas eran muy simpáticas conmigo, nos reíamos y conversábamos cada vez que podíamos. Un día caluroso de verano Camila me consulta si las quiero acompañar a tomarnos algo para refrescar la tarde.
Aquí nunca imagine que esa sería una de las mejores noches de mi vida.
Sin dudarlo les dije que sí, pactamos el lugar y quedamos de vernos a la salida del trabajo, por exceso de este mismo tuve que llegar más tarde al punto de encuentro.
Al entrar al pub veo parada con un jeans apretado a Francisca, la más alta de las dos chicas a la orilla de la barra coqueteando con un cajero, mi visión no tomo mucha atención de eso, sino se centro en lo redondo y formado de su cola, en el colales azul que se asomaba por el costado.
En eso Camila se percata de mi llegada y me llama gritando mi nombre, Camila no tenía mucho que envidiarle a Francisca con ese vestido blanco y el escote gigantesco que andaba trayendo, confundía mis intenciones de intentar algo con Francisca, me abrasa y me besa demasiado cariñosa yo ni tonto me aproveche para sentir esos ricos pechos rozar mi cuerpo.
Bailamos mucho rato y bebimos tanta cerveza, que nunca me percate que Franciscas no llego a nuestro lado en casi toda la noche, la razón era obvia, ella cancelo todas las cervezas en el baño con el cajero, según Camila era siempre así. Me daba un poco de celos pero que mas da estaba muy bien atendido por el escote de Camila.
Dieron las 3 de la madrugada y ya era hora de volver a casa, mañana todos debíamos trabajar, como era el único en auto me ofrecí a llevarlas a sus respetivas casas, aquí empezó mi noche soñada.
En el camino Francisca que la había visto muy poco en la noche, nos ofreció la última copa en su casa, la cual no dudamos en aceptar.
Pusimos música, mientras realizábamos el primer brindis. ¿Porque brindamos? pregunte.
Francisca directa y precisa me dice “por la mejor noche de tu vida”, me besa fuerte y calientemente, yo aun medio shock no atinaba a mucho solo dejaba que ella me besara y bailara.
Camila sonreía pícaramente y nos miraba a tan solo metros descolgando su vestido y dejando su hermosa delantera al descubierto, que hermosos pechos, eran grandes, firmes y de pequeña aureola en el pezón, a esta altura mi erección estaba muy pronunciada y mis manos tocaban sin descanso las caderas de Francisca.
Por un segundo pensé que estaba soñando en mi casa, pero la mano de Francisca en mi bulto me dijo que lo que estaba pasado era realidad, se agacho y de rodillas bajo el cierre de mi pantalón lentamente metió su mano y saco mi pene completamente erecto, lo metió en sus bellos labios rojos, aun recuerdo cada detalle, abriendo la boca y metiéndolo hasta el final, sacándolo y lamiendo el glande dejándolo lleno de saliva, mirando con esos ojos verdes llenos de inocencia, inocencia que detrás estaba llena de lujuria y desenfreno.
Yo cerraba los ojos y sentía que estaba en el cielo, que rico lo chupa esta mina decía dentro de mí.
Se alejo por un segundo y sin darme cuenta saco un condón, era de color rojo nunca en mi vida había visto uno así antes. Lo apoyo en mi glande y con sus labios lo deslizo hasta el final, mientras con sus manos se sacaba el pantalón. Se paro rápidamente y se acerco a mi oreja y me dijo con voz cómplice “te esperan en el sillón”, por un segundo había olvidado a Camila, giro mi cabeza y la veo tendida en el sillón completamente desnuda. Su abdomen no era plano 100% como el de francisca ni tampoco su vagina esta depilada completamente, pero había algo que la hacía igual de deseable que la otra.
Corrí al sillón y la bese entera, partí con su boca, pasando por su cuello, deteniéndome mucho rato en sus apetitosos pechos, sintiendo sus gemidos cada vez que mordisqueaba uno de ellos, nunca antes había probado una vagina pero puse todo mi empeño en que ella gozara mi primera experiencia, mi lengua entraba y salía, sus gemidos me guiaban el camino y su boca me decía métemelo por favor, me puse de pie abrí sus piernas y la penetre fuerte y alocadamente, después de no mucho tiempo le pedí que se subiera arriba mío, me dijo encantada. Subía y bajaba mientras sus pechos se movían con mis manos encima. Detrás de ella se veía a Francisca solo en colales riendo picaronamente pero sin acercarse siquiera a la acción.
Ya sentía que explotaba y le pido a Camila que se ponga en 4, obedientemente como toda la noche accedió, que hermosa se veía esa cola chocando con mis muslos, la abría para penetrarla y ver como entraba en su vagina. No fue mucho rato por que la poca práctica no me dejaba aguantar más, subí mi intensidad de meterlo y sus gemidos fueron mucho mas rápidos y fuerte, le digo que voy acabar y me dice “no espera, hazlo en mi boca, quiero que sea inolvidable”.
Se agacha rápidamente me saca el condón y me masturba para tomarse su lechecita como me decía mientras me masturbaba con la mano, al lado se puso Francisca y me dijo que eso debe alcanzar para las dos, sin aguantar más exploto directamente en la boca de Camila y tratando de cambiar le lleno la cara de semen a Francisca, Fue lejos la mejor noche de mi vida, nos bañamos los tres juntos y me hicieron jurar que si quería mantener los beneficios que me daba el trabajo, no debía nunca contar lo que había sucedido esa noche.
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