Las tetas de Sandra

FECHA: 2/28/2014

Somos Blanca y Felipe, una pareja swinger  (nos gusta el intercambio sexual de parejas) de Toluca, Estado de México.   A veces, la situación no la buscas, ella te encuentra.

En el mes de mayo  nos invitaron al cumpleaños de Carmen, una amiga de mi esposa. Dicha reunión fue en el jardín de su casa, a las afueras de la ciudad, por la tarde. Había distribuidas unas 10 mesas con aproximadamente 60 personas. La música si bien no era alta, si tenias que acercarte un poco para poder hablar con otra persona. Fue una convivencia “civil” . Nada que ver con el swinger.

El cumpleaños se mostraba como otro más, pero cambio de matiz cuando vimos que llegaban Sandra y Abel, una pareja que también es swinger y somos amigos desde hace varios años. Cabe señalar que nunca hemos hecho algo íntimo con ellos. Si bien no se dieron las circunstancias en ese tiempo, eso no impidió reconocernos como amigos. Sus hijos y los nuestros incluso, se llevan bien. Nunca nos sentimos incómodos por encontrar a otras personas que son del ambiente en las actividades cotidianas. Jamás hemos visto a nadie con un letrero en cualquier parte del cuerpo que diga: soy swinger.

Sandra y Abel fueron a felicitar a la cumpleañera y después que nos  reconocieron, se dirigieron a nuestra mesa. El gusto fue mutuo al encontrarnos sin querer, en una reunión.

Sandra muy propia se desprendió de su abrigo y de inmediato salieron sus erguidas tetas contenidas en su blusa escotada. Si, Sandra es lo que se llama una mujer tetona. Iba vestida sensual y elegante.

Al cabo de 3 minutos, Carmen llego a nuestra mesa y le pidió  a mi mujer, la acompañara por el pastel y otras cosas. Blanca se despidió de mi, diciendo que debía auxiliar a su amiga y mas, por su cumple. Se excuso con Sandra  y Abel y se fue. Nuestros hijos, -míos y de Blanca – decidieron ir con ellas. Abel me comento que ellos no llegaron  con sus demonios porque estaban con sus primos jugando Play Station.

La mesa que ocupábamos quedo ahora con tres personas que disfrutaban un brandy mientras se ponían al día de los chismes habituales. En eso estábamos cuando veo que Toño, un cuñado de Carmen (la cumpleañera) venia directo a la mesa. En otras ocasiones había platicado con él y es buen tipo, con debilidad por las mujeres. Me dio gusto verlo.

Me saludo con un abrazo y también  a Sandra y su esposo, aunque a ellos no los conocía. Me di cuenta el porqué de su “educación “. Sandra ofrecía, sentada, un panorama lujurioso de sus bubis.

Vi que Toño llevaba una cajetilla de cigarros y le pedí uno. Me dijo que sí, pero no tenía encendedor así que se fue a conseguir uno.

Abel me pregunto quién era el tipo y  le dije lo que sabía.

-casi mete los ojos en medio de las niñas de mi mujer-me dijo.

-Si, me di cuenta-respondí- pero con el escotazo de tu mujer solo un ciego no las vería.

Sandra se tomo las tetas con disimulo y las acomodó en el bra, levantándolas un poco.

-¿se notan mucho? –nos preguntó coqueta.

Abel y yo asentimos con la cabeza.

Para ser honesto –le dije a Sandra- tus encantos harían que en minutos un hombre fuera tuyo.

-uy manito, eso me gustaría verlo-contestó.

-pues si gustan –les dije, dirigiéndome a ambos- hagamos un pequeño experimento. Y así salimos de dudas.

-¿de qué se trata? –pregunto Abel.

Les explico: hace un par de minutos vino a la mesa Toño, el cuñado de la cumpleañera. Creo que todos nos dimos cuenta del interés de él por la bubis de Sandra…¿ qué pasaría si ella se pone un poquitín coqueta con él y le muestra una vista más generosa de sus tetas ?

-ah, ¿quieres que lo seduzca? –intervino Sandra

-seducirlo, no…más bien que tú te muestres como una mujer dulce e inocente y él se imagine lo que quiera…así comprobamos si es cierto lo que dicen que jalan mas un par de tetas que un par de carretas.

-pero…¿aquí? ¿En casa de su cuñis…?

Yo sabía que a Sandra le encantaba ser coqueta. Tenía la forma de ser como Yolanda Andrade, una actriz mexicana que comparte créditos con Montserrat Oliver en un programa de televisión. Le dije:

-Si no le interesan tus encantos, se ira de inmediato. Vi que llegó con su esposa e hijos.

Supongo que a Abel no le desagrado la idea de que su mujer presumiera sus “niñas” ya que le dijo:

-Por mi está bien. Me gusta cuando te portas como una zorra.

-Bueno, si ambos insisten, los complaceré-dijo Sandra- . Pero no me dejen a solas con él.

Muy bien-terció Abel- . Trata de ser discreta. Nosotros no lo conocemos a él y viceversa. Vinimos a la reunión invitados por unos compañeros de trabajo del esposo de Carmen, así que somos prácticamente extraños unos a otros. Y por lo que dijo Felipe, es un tipo tranquilo.

-cierto-le dije a Abel- Para empezar te presentare ante Toño como un amigo mio y a Sandra , como la amiga divorciada de mi mujer. Ustedes dos, desde este momento, no son esposos.

-muy bien- Estaré en primera fila viendo como un hombre seduce a mi mujer.

Será divertido- le dije-. Para mis adentros, pensé que Abel estaría feliz de “cooperar “ para que Toño se cogiera a su mujer. Ese no era el plan, pero  ellos son swingers cazadores. Les agrada la gente vainilla o mas bien, los pocos que se aventuran.

Vimos que Toño –nuestro conejo de prueba- se acercaba a la mesa. Abel se levanto de su silla y se coloco a mi lado. Toño llego, me ofreció el cigarro y lo encendió. Aunque Sandra no fuma, le solicito uno. Él dio vuelta a la mesa e hizo lo propio. Ahí, de pie y al lado de Sandra, tenia una vista magnifica de las tetas.

Abel, el esposo de Sandra es un LOBO en relaciones humanas. Le preguntó a Toño:

-¿te sirvo agua o nos acompañas con un brandy?

-mmmmm, traigo automóvil, pero te aceptó el brandy.

Abel tomo un vaso, le puso hielo y le sirvió el doble de brandy con refresco de cola. Toño le preguntaba el nombre a Sandra y no se dio cuenta.

Abel le entregó a Toño su bebida. Este dio un sorbo.

-Está fuerte –le dijo.

-discúlpame- soy muy malo para calcular medidas.

Toño tomó un segundo sorbo y dejo su vaso en la mesa. Solicito sentarse al lado de Sandra y todos le dijimos que si.

Presente a Abel como compañero de trabajo y a Sandra, como una amiga de mi esposa Blanca. Para hacerlo más creíble, el propio Abel se presento ante Sandra y le estrecho la mano. Sandra represento su papel y nos contó su  “historia”: una mujer que se caso con un hombre que la maltrataba, además de infiel y borracho y que ahora estaba en el proceso de divorcio.

Abel le decía ¡salud! A Toño, pero éste solo le daba pequeñísimos sorbos.

Toño se mostraba cada vez mas interesado en la historia de Sandra y trataba de acercarse a ella, pero solo por segundos y después casi se recostaba en su silla. De vez en cuando miraba hacia el interior de la casa, donde estaba su mujer.

Abel se levanto y se disculpo para ir a saludar a unos amigos.  Un movimiento que Toño interpretó como “tienes el campo libre” .  Y se lanzo al ataque. Sinceramente no hizo mucho avance con Sandra.

En menos de 10 minutos estaba de vuelta mi amigo Abel y ambos nos concentramos en el coqueteo de Sandra.

Su seducción  era fina. Nada de zorrerías baratas. Si Toño no dio el ancho, ahora le tocaba a ella jugar.

Se coloco el abrigo nuevamente pero no lo cerró completo. Me di cuenta además, que desabotonó su blusa convenientemente. Cruzo su regordeta pierna sobre la otra y para completar el cuadro, sus zapatillas de tacon  delgado,  las estilizaban, las hacían sexys.

Sandra realmente estaba atractiva.

Toño trataba de acercarse pero Sandra se alejaba. Lo dejaba ver, pero no acercarse.

Vi que el patio tenía varios árboles de ornato, de esos que son altos y delgados, como un tubo, situados en las orillas y otros tantos con figuras de animales, además de arbustos que usan como jardineras y una mesa vacía que se encontraba alejada de las demás. Les sugerí a todos pasarnos allá, para alejarnos de las bocinas y el estruendo y platicar a gusto. Aceptaron y de inmediato nos cambiamos.

Le ofrecia a Sandra una silla pegada al árbol. Su presencia casi no se notaba.

Un brandy mas y Sandra aun conservaba su abrigo pero ya abierto. Su vestido estaba subido una cuarta arriba de la rodilla y en ocasiones más. Sandra no hacía nada por bajarlo. La mesa y la discreción por la ubicación, le permitían mostrarse un poco mas.

Toño estaba sorprendido de la audacia de esa mujer. La miraba ahora no tan discreto y cada vez más directo.

Sandra nos comento que había comprado un perfume de diseñador y tenía poco se usarlo. Nos pidió a nosotros tres le diéramos nuestra opinión. Saco el frasquito y se aplico un poco en el cuello y me llamo. Me levante y me acerque a ella. Sandra sentada giro la cabeza de lado e inclinándola me invito a oler su cuello. Yo me puse en cuclillas y coloque una mano sobre su muslo y me acerque a olerla.

-que rico hueles-le dije muy cerca de su oreja y en voz baja

-todo mi cuerpo huele rico-contesto.

-¿todo?-

-en unas partes, aun mas rico…

Sandra tomo mi mano que descansaba sobre su pierna y abriéndose un poco, la condujo a su panochita. Mis dedos rápidamente encontraron la ropa interior y haciéndola a un lado, le meti un poco, solo un poco, el dedo.

Ella cerró la piernas de inmediato y alejando su cuerpo, dijo para Abel y Toño oyeran:

-¿Qué tal huele mi perfume?

Yo, regrese a mi asiento y comenté que para mi gusto el perfume era muy dulce.

-Veremos que opina Toño-dijo.

Volvió a sacar el frasco de su bolso y se aplico el spray, esta vez, en medio del canal que naturalmente hacen las tetas. Mientras ella lo hacía, discretamente acerque mi dedo a mi nariz y su aroma de mujer me invadió. Mi dedo, ligeramente humedecido, tenia el aroma de una mujer que quiere ser cogida. Tomé un pañuelo desechable y frote mi dedo ahí.  Me gusta coleccionar aromas. Agradecí interiormente a Sandra su audacia. Nadie se dio cuenta.

Toño se levanto, dio la vuelta a la mesa y se acerco a Sandra. Se puso de cuclillas también y se acerco a las tetas de Sandra.  Su cuerpo de Toño cubria la vista de lo que sucedia entre ellos. Se cuchichearon algo y unas risitas. Nuevamente cuchicheos. Toño aspiro el aroma entre las bubis de Sandra y aventurándose a mas , le beso una teta mientras Sandra hábilmente se acomodaba la otra y medio pezón salía a relucir.

Su marido, Abel, veía la situación y también vigilaba que no hubiera curiosos observándonos. Vi que tenía una carpa en medio de su pantalón. Yo estaba igual.

Toño quiso abalanzarse mas y Sandra lo retiro con maestría. Regreso a su asiento y nos dijo que el aroma era perfecto y encajaba con la belleza de Sandra. Esta agradeció el cumplido, se acomodo el escote, cerro su abrigo de la parte de arriba y abrió ligeramente las piernas.

Desde mi posición, apareció el triangulo de su ropa interior.

Sandra tomo el frasco de su perfume y procedió a rociarse un poco más. Aun faltaba Abel, su marido ante nosotros dos y un compañero de trabajo, ante Toño.

Abel la interrumpió en la acción y le dijo:

-Sandra, espero no incomodarte si me haces un favor.

-¿de que se trata?-dijo.

-Me han dicho que después de varias aplicaciones del perfume en la misma parte del cuerpo, el perfume pierde su esencia. ¿Podrías ponerte en otra parte del cuerpo?

-¿en las muñecas, o en la otra parte del cuello?-replicó.

-Según leí en una revista, la parte mas cálida es el interior de los muslos. Todos nos hemos dado cuenta de que tienes una bonitas piernas y una mujer tan bella como tú no tendría prejuicio. Así, mi apreciación seria mas justa.

-¿quieres que me ponga el perfume en el interior de los muslos?-dijo Sandra , tal vez sorprendida por la audacia o descaro de su marido.

-Sí, me gustaría.

Sandra dejo el frasco de perfume sobre la mesa. Tomo un sorbo de su brandy y tomando el borde de su falda con ambas manos, la subió lo mas que pudo a su cintura. Desabotono su abrigo de la panza, tomo el frasco y esparció spray sobre sus piernas. También al interior de estas.

Su vientre, su tanga y sus piernas se mostraron en esplendor.

Sandra era una mujer muy decidida, sensual, y muy atrevida. Y claro, exhibicionista. ¡ qué placer tener una mujer así ! Realmente envidié a Abel. Si las personas se percataran de lo que pasaba en la mesa, hubiéramos tenido mucho publico.

Abel mencionó que un mesero venia directo a la mesa. Sandra se cubrió con su abrigo las piernas al momento que el mesero depositaba la charola sobre la mesa. Dejo algunos utensilios, retiro otros y se fue.

Sandra brindo con nosotros que estábamos como perros en carnicería. Nos dijo que le permitiéramos un momento. Se levanto y fue a los baños.

Los tres brindamos y seguimos fumando, esperando la continuación de un juego que nos traía excitados.

Me di cuenta que Sandra había cambiado a un conejo de pruebas, por tres.

Toño fue el que rompió la expectación

-Esa mujer es …sexy…atrevida…tiene unas tetotas…ufffff!

-No solo tetas, sus piernas están de lujo. Si, se ve que es algo especial- dijo Abel

-¿especial? Tal vez quisiste decir zorra. Me dejo como plancha…bien caliente.

-¿y que vas a hacer? Según nos dijiste, vienes acompañado.-le respondió.

-tal vez enviar a mi mujer en taxi, pero de que me cojo a Sandra, me la cojo….

-según lo que me dijo mi mujer-dije- su amiga es de mente abierta

Abel sirvió otra bebida y Toño la acepto sin darse cuenta que nuevamente tenía el doble de alcohol. Esta vez, se la tomo sin hacer comentario alguno. La cabeza de abajo empezaba a dominar a la de arriba.

Sandra regreso y se acomodo en su silla. Ciertamente se había retocado el maquillaje y lucia madura y bella.

Me acerque a Abel y le dije al oído: Que bella es tu esposa. Sinceramente tienes un gusto exquisito para las mujeres. Sandra es la esposa ideal. Y le di un ligero golpe en el hombro.  El no dijo nada, solo tomo su vaso y brindo conmigo.

Sandra pidió nuevamente otro cigarro. Toño le ofreció uno y lo encendió. Y brindamos.

Sandra dijo:

-continuemos con la prueba del perfume.

Los tres nos quedamos muy callados y sentados, como alumnos aplicados, esperando la clase de la maestra.

Las luces del jardín tenían minutos de estar encendidas y su luz era muy tenue. Los meseros empezaron a encender unas antorchas . Se veía un sitio muy calido, hasta romantico.

Sandra tomo su bolso y extrajo su perfume. Se coloco al borde de la silla , abrió su abrigo , subió sus falda y se esparcio el spray. Abel se acerco a Sandra y colocándose en cuclillas, acerco su nariz a sus piernas.

Sandra levanto una de ellas y la coloco sobre la rodilla de Abel, dándole acceso a que oliera mas profundo.

Toño y yo nos miramos. Vimos a Sandra que cerrro los ojos y a Abel metiendo su cabeza en la intimidad de esa mujer.

¿seria capaz Sandra de dejar que Abel le hiciera un oral ahí, en el Jardin?

Para eso, tenia que hacerse quitado la panty…..mmmmmmm….la ida al baño…Tal vez era posible.

Fueron unos 15 segundos lo que Abel tardo en hacer un examen “conciso “ del aroma del perfume.

Regreso a su asiento y le dijo a Sandra:

-el aroma de tu perfume es cautivador. Eres una mujer fantástica. Hay maridos que no aprecian a sus mujeres y tu ex fue uno de esos. Yo no te dejaría.

-uy, que caballeroso – le contesto.

Toño interrumpió para brindar por sus nuevos amigos. Tomo otro sorbo y trato de acercarse a Sandra. Esta vio el movimiento y le pidió le sirviera agua mineral.

Toño obedeció. Le entregó el vaso a Sandra y la invito a bailar. Se escuchaba música de salsa.

En un movimiento imperceptible , Sandra vio a Abel. El cerro un ojo. El permiso estaba dado. Quien no crea la comunicación que puede existir entre una pareja, sin hablar, es que no ha estado casado. Una mirada puede significar desde un TE AMO, hasta una bronca gigantesca.

-Permítanme- voy con Toño a bailar y regreso-nos dijo Sandra.

Vimos que Toño la tomo de la mano para que sus tacones no se encajaran en el pasto y se alejaron unos metros, donde había encementado.

Regresaron al poco tiempo. Esta vez Toño ya no la ayudaba con el brazo.

Esta vez, Sandra se dirigió a Abel y le dijo:

¿Qué te parece si me invitas a cenar el próximo viernes, a un restaurant de comida peruana que esta sobre la carretera  México-Toluca, pasando Lerma?

-¿el próximo viernes? –respondió Abel, no muy seguro de aceptar.

-Si gustas- intervino Toño- si no puedes ese día y Sandra me lo permite, yo puedo suplirte y yo la llevo.

-te lo agradezco- le dijo Sandra a Toño- pero dejemos que Abel conteste a mi invitación. Y quiero agregar-dijo dirigiéndose a Abel- que como aun estoy de luto por mi ex marido, tengo un vestido negro de trasparencias, que me gustaría llevar a ese sitio. Espero no te moleste si por respeto al difunto, lo llevo.

Abel sonrió. Yo no sabía de que vestido hablaba, pero si era de trasparencias, seguramente estaría para morirse. Son de los que dejan ver la ropa interior o se usan sin ella.

Sandra jugaba perfectamente. Una exquisita esposa en las artes maritales. El dar y recibir.  Yo sabía a cual restaurante se refería y el chistecito le saldría a mi amigo en un ojo de la cara.

-Acepto “tu “ invitación-respondió Abel.

Creo que a Toño no le cayó en gracia esa reunión, ya que apuro su vaso de un trago.

-regreso en un momento-dijo- voy a buscar hielo y otra botella de brandy.

Sandra me invito a sentarme a su lado. Tomo un sorbo y dijo:

-Experimento terminado. El conejo si esta interesado en mis niñas, pero en este momento, ahora y de inmediato. Cuando estuvimos bailando, se porto muy ansioso y  en cierta forma, vulgar. Mi conclusión es que ciertamente un par de tetas jalan mas que unas carretas, como dice el dicho, pero hay cada animal jalando la carreta, que mejor no.

Toño había perdido la partida. El juego. No estaba apto para jugar entre varios. Seguía pensando como macho. O solo ella y el o nada. Era un buen tipo, cierto, pero serlo no lo hizo  apto. No lo hizo  mas inteligente.

Y se fue sin nada.

Tal vez en media hora más Sandra estuviera de rodillas chupándole la verga. Tal vez….pero así son los hombres en su mayoría. Unos grandísimos pendejos.

Los swingers les ofrecemos sexo, solo sexo y quieren posesión.  Allá ellos y su cerebro de mierda. No, nadie les va a explicar el juego.

Solo hay que estar preparados, dejar el ego y disfrutar. Tan sencillo.

Las relaciones de pareja están cambiando. En todo. En todo. Lo sexual no es excepción. Cada día mas parejas desean integrar a un hombre o mujer a su relación, sin que eso les signifique traumas. Es solo sexo.

Tome un poco de brandy. Un cigarro más. Sandra se recostó en mi hombro y su marido sonrió.

La mano de Sandra se deposito en mi pierna. Yo la cubrí con la mía. La giro y nuestras manos se unieron.

Sandra paso en ese instante de cazadora a una mujer que deseaba ser mimada.

Quedamos ahí, sin decirnos nada, solo viendo como la noche avanzaba. Mire mi reloj y había pasado más de hora y media. Mi mujer aun sin luces de aparecer.

-recuérdame ¿porque aun no hemos hecho intercambio?- me preguntó Abel

-Según creo- respondí, cuando los conocimos a ustedes, nosotros empezábamos en esto del swinger y teníamos un miedo terrible. Todo era nuevo y difícil para nosotros.

-si, nosotros igual- contestó

-nuestro avance ha sido muy lento, en comparación al suyo. Ustedes son más valientes, tengo que aceptarlo.

-¿crees que si hablamos con ustedes ahora, ya como amigos, les interesaría un inter con nosotros?

-yo por mi, desde este momento te digo que si. Espero que Blanca no tarde y le preguntamos los tres-contesté. El día de hoy vi a Sandra como una mujer bellísima, por dentro y por fuera y sería muy afortunado que ella me permitiera tocarla. Y a ti, que eres mi amigo, que mejor elección que mi mujer sea tuya.

Me separe de Sandra y me levante, excusándome para ir a los sanitarios. Abel se levanto de su silla, fumó un poco y con discreción metió su mano en mi chamarra. Me retire.

Llegando al baño metí mi mano en el bolsillo y me sorprendí . Era una tanga. Si, la de Sandra. Entre al cubículo del wc y aspire su aroma.

Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm que ricura…..

Llego un mensaje a mi cel. Blanca estaba a punto de llegar.

Sali del baño y regrese a la mesa a seguir departiendo con mis amigos. Les avise que Blanca llegaba en minutos. Sandra me pidió la acompañara a su camioneta por  el regalo de la cumpleañera y caminamos. El estacionamiento estaba oscuro.

Llegando a su vehículo, abrió la cajuela , tomo un paquete con un moño y me pidió, la ayudara. Me acerque a ella, se dio vuelta y me abrazo. Levanto su rostro y nos besamos. Fue un beso de pasión.

Recordé que su tanga la traía en mi bolsillo y mi erección fue instantánea. Le metí la mano entre su abrigo y toque sus nalgas. Ella puso su mano sobre mi verga.

En tres segundos, me bajo el cierre, me la saco  y sentí la calidez de su mano. Me la agarro y empezó a masturbarme lentamente.

Yo estaba con unas ganas inmensas de cogérmela. Creo ella deseaba lo mismo, pues la tarde había estado más que caliente.

Se agacho de repente y me dio dos chupadas. Creo en mi vida había sentido tanto placer en solo dos chupaditas.

Se levanto, me beso y me dijo:

-¡métemela!

Me dio la espalda y se levanto un poco el abrigo. Me coloque atrás de ella y así, sin bajarme el pantalón, con el pito en medio del cierre, la penetre.

Sandra sintió la cabeza y no esperó delicadeza alguna. Se recargo completamente en mi verga. Puede decirse que ella se penetro, ahora que lo veo .

A 100 metros vi que mi auto se acercaba. Lo reconocí pues tiene luces de neon extra. Blanca, la cumpleañera, y mis hijos, venían ahí.

Y yo, con un calenturón de aquellos , con la verga metida en la colita de mi amigocha Sandra.

Sandra tenso el cuerpo y las nalgas. Me dio un exprimidon de aquellos

-Manitoooooooooooo, me estoy vi-nien-doooooo

Blanca ya estaba de reversa estacionando el auto.

Abrace a Sandra, me acerque a su oreja y le dije:

-Ahorita regreso. No me tardo.

No le di tiempo de nada. Le saque el pito , le baje el abrigo y entre nuevamente al jardín, mientras en el camino batallaba para meter a “mi amigo” en su lugar.

Me dirigí a nuestra mesa, donde Abel estaba para variar, fumando.

-¿ y Sandra? – me preguntó.

-se quedo en la camioneta arreglando algunas cosas y me pidió te dijera, fueras.

Abel se levanto de su silla y salió rumbo a su vehículo. Al cabo de varios minutos regreso con el regalo en sus manos. Sandra, Blanca, Carmen y mis hijos venían a su lado cargados de bolsas y se dirigieron a la cocina.

Pasaron 10 minutos y Abel y Sandra regresaron a la mesa.

-¿y Blanca?- les pregunté.

-se quedo en la cocina ayudando a Carmen con el pastel .

Sandra me dijo:

-pobrecito de ti….parece que tu mujer tendrá que bajarte la calentura…

-¿y eso? –preguntó extrañado Abel

Ya te contaré mas tarde, dijo Sandra, viendo que mis hijos venían a mi encuentro

-mi mamá nos dijo que  en un momento cortan el pastel , asi que ya es hora de cantarle las mañanitas a Carmen-dijeron.

Con la conversación interrumpida, nos levantamos y nos reunimos con los demás invitados. Blanca salía de la casa con el pastel y todos nos aglutinamos en una mesa con la festejada.

Toño salió con su esposa y sus hijos. Ya venia hasta las chanclas. El marido de Carmen lo auxiliaba con un brazo y lo sentaron en una silla, un poco alejada de la mesa principal. Ahí se quedo dormido.

Todos entonamos las mañanitas y después que los meseros repartieron el pastel, hubo un poco de música extra. Los invitados empezaban a retirarse.

Blanca, mi mujer, se acerco a mi, me abrazo y metió su mano en el bolsillo de mi chamarra. Se acercó a mi oreja y me dijo:

-¿de quién es la tanga?

Sentí que se me subieron los colores al rostro, pero me recompuse de inmediato y le sonreí.

-luego te cuento-le dije.

Me retire al baño , tome la tanga de Sandra y aspire su aroma. Vi el color blanquecino que toma la humedad al secarse y coloque la delgada tela sobre mi verga y la envolví. Me ajuste el bóxer y salí.

Blanca conversaba con Abel y Sandra . Llegando, ambos se despidieron.

-ya hablamos con Blanca-me dijeron. Platiquen ustedes y nos avisan.

Nos abrazamos y despedimos. Blanca se quedo una hora mas platicando con Carmen y salimos  una hora después  de la reunión.

De regreso a casa, en el auto y con nuestros hijos dormidos, Blanca me pregunto que había sucedido con Sandra y Abel.

Le dije que esperara y llegando a casa le contaría.

Media hora mas tarde y después de bañarme, tenia a mi mujer con sus tobillos en mis hombros, mientras me la cogía con todo. Veia su rostro y me imagine que era Sandra.

-¿te cogiste a Sandra , verdad? –pregunto entre jadeos.

-¿Por qué la pregunta?

-estas muy caliente…además, Abel me dijo que quiere cogerme…

-y tú, ¿qué le respondiste?

-ahhhh pues que en la semana le decía, que iba a hablar contigo.

-Sandra me dijo que desean un inter  y nos invitan a cenar a su casa el fin de mes.

-tu, ¿quieres? Me has dicho que Abel no te agradaba para sexo…

-pues no, pero hoy estaba…atractivo.

Cambie de posición. Puse a mi mujer en cuatro y viendo su culo, se la metí. La sujete con fuerza de su cintura y me la cogí.¡ vaya que me la cogi!

Blanca no tardo en venirse. Su no se apura, la hubiera dejado a medias. Me descargue e hice un batidero de los mil diablos.

-la traías atrasada, chiquito,- me dijo mi mujer.

Esa noche dormimos. Ya no le comente nada a Blanca, hasta el otro dia.

Para evitar ser escuchados, nos fuimos a un oxxo, le compre un café y en nuestro auto conversamos.

Le conté todo. Sin omitir nada.

-¿así que te la cogiste?

-Bueno…cogerla…lo que se dice cogerla…no.  10 segundos no cuenta.

-ah, entonces no cuenta.

-pues no-replique con una lógica varonil imposible de debatir.

-y, ¿Qué piensas del intercambio para el fin de mes?

Recordé las tetas de Sandra y le dije a mi mujer:

-a mi si me gustaría. Son nuestros amigos y quien mejor que con ellos. Y tú, ¿quieres?

-dame esta semana para pensarlo y te digo el sábado.

-muy bien – Pensé. Ojala y diga que si.

El jueves llegue a la casa por la tarde y encontré a mis hijos en el facebook y según ellos, haciendo la tarea.

-¿Y su mama?

-salió hace dos horas-contestaron.

Fui a la cocina, me prepare un té y llego un mensaje a mi celular. Era de Blanca.

Una imagen.

La abri y se desplego una foto donde mi esposa estaba en una oficina, sentada en una silla.

Otro bip-bip .

Otra imagen.

Blanca arriba de un escritorio, con las piernas abiertas, mostrando su triangulo.

Bip-bip: una más, de espaldas,  solamente con un liguero y con su rodilla en el escritorio. Toda la panocha expuesta.

Y un último mensaje de texto:

TE RECUERDO QUE SEGÚN TÚ, 10 SEGUNDOS NO SON UNA COGIDA. Abel te manda saludos.

Mira su video Online

0 comentarios

Publicar un comentario