SEXO ORAL PROHIBIDO -POR FELIPEPAN III PARTE
FECHA: 8/08/2013El Relato en que fui manifestando mi relaci?n haciendo sexo oral, desde que ella ten?a 13 a?os con Etelvina la hija de los patrones donde yo serv?a como mayordomo. hasta que paso..lo que ten?a que pasar
El Relato en que fui manifestando mi relaci?n haciendo sexo oral, desde que ella ten?a 13 a?os con Etelvina la hija de los patrones donde yo serv?a como mayordomo.
Siempre tuve cuidado, de no propasarme, en otra cosa que no fuera el sexo oral, que a medida que transcurr?a el tiempo, se perfeccionaba cada vez m?s, a punto tal, que ella se convirti? en una adicta, ya era tal su deseo, de que le lama sus intimidades, que no me dejaba en paz, pero los riesgos yo los hab?a, tomado, estaba preso de mis actos, que no voy a negar me sum?an en el mas exquisito de los placeres.
Practic?bamos te todas formas, y termin?bamos ambos bebiendo, los jugos que emit?amos, ella era de la chicas que largaban mucho flujo, sabor que en mi boca se convirti? en un n?ctar, que saboreaba y apreciaba, con su particular olor y gusto,
Ella secaba hasta la ?ltima gota de semen, y quedaba en su boca, relamiendo, con su lengua la cabeza de mi pene, produc?a en mi, esa bella sensaci?n de placer despu?s de que a uno le practiquen una espectacular mamada.
El desarrollo f?sico de Etelvina era impresionante, se convirti?, en una se?orita, espectacular desarrollo un par de senos, una cola y un cuerpo apetecible para cualquier hombre.
Yo le llevaba casi 25 a?os, y la manipulaba, no quer?a, penetrarla, pese a que ella me lo ped?a a menudo,? Me dec?a, que quer?a sentir mi pene dentro de ella.?
Me las ingeniaba para darle cosas nuevas en el sexo oral, as? la llevaba.
Un d?a de Febrero a los 2 a?os, hubo un festejo en la mansi?n era el cumplea?os del papa de Etelvina, hubo como 250 invitados, y la cosa duro hasta altas horas, a decir verdad, yo al final, me hab?a bajado una cantidad apreciable de un vino de marca, que a mi me pod?a.
Terminamos con todo, me dirig? a mi cuarto, al llegar al mismo, estaba Etelvina, en mi lecho, totalmente desnuda, dormida seguro que buscando satisfacer, sus calenturas. La venci?, la espera, creo que tambi?n un poco de alcohol de m?s, la observe, muy entonada, con la bebida.
Yo estaba muy cansado, me lave un poco, me acost? a su lado, tratando de no despertarla.
Despu?s de un buen rato de dormido, siento unos labios h?medos, en mi pene, lo que me despertaron, Etelvina, me estaba chupando de una forma, que me calent? mucho,(no se si producto del vino o de su apetecible, voluptuoso cuerpo)
Que despu?s de ponernos en 69un rato.
Me dice que quer?a, que la penetrara, creo que no pens? mas, tome su cuerpo la acomode ,la mire profundamente, abr? sus piernas, mi pene erecto , comenz? a jugar frotando sus labios vaginales, con mucha suavidad comenc? a entrar en su caverna, suavemente, su cara demostraba algo de dolor, me clavaba sus u?as en mi espalda, segu? firme, abriendo, su vagina, mi pene se sent?a como mojado, la sangre, de su himen, mezclados a sus flujos, con mucha suavidad, entraba y salida, se lubrico, y dilato, pero me dec?a que le dol?a, con mucho trabajo y delicadeza logre sentir cuando vino su orgasmo, me apret? fuerte contra su pecho, mientras no pude aguantar saque mi pene ensangrentado y termine largando un chorro muy grande de semen. Hab?a consumado en tomar su virginidad. As? nos dormimos hasta el otro d?a.
Ella estaba euf?rica, se ba?o, se miraba al espejo, corr?a me besaba, se tocaba, saltaba,
Volv?a a besarme.
Pasaron los meses, hab?amos propasado todos los limites, yo no pod?a dejar de fornicar con ella, en un acto de locura de los dos, la sodomice termine penetrando, su culo, llen?ndolo con mi semen, sus carnes se amoldaron de a poco pese al dolor que le produc?a hacerlo, que al tiempo se convirti? en adicta al sexo anal.
Es el d?a de hoy que ya siendo mayor de edad, sigue con migo teniendo sexo, adem?s obsesionada en que me convierta en su pareja formal.
Cosa que realmente por las diferencias de edad y de estatus, no creo que sea posible.
Pero igualmente nos convertimos en animales de costumbres, en el un sexo implacable
Que estamos decididos a proseguir en el tiempo-.
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