Hermanito me haces un pequeno gran favor�

FECHA: 5/10/2013
Resulta que ambos nos encontr?bamos en el patio trasero en la casa de mi vecina, mientras ella en su casa ten?a una fiesta celebrando los 18 a?os de Herminia, su hija y me mejor amiga. Bueno como los dos nos encontr?bamos solos, bes?ndonos, acarici?ndonos, y dejando que me tocase y agarrase por todas partes, ya me hab?a bajado las pantis, cuando Miguel me dijo Alicia d?jame que te haga el amor. Lo malo de todo eso es que mi nombre es Liliana, y la tal Alicia es una puta que todos los chicos del barrio se han acostado con ella.

Bueno al escuchar a mi novio decirme eso, me enfurec?. Y sin tan siquiera ponerme mis pantis lo mand? al co?o de su madre. Luego sal? corriendo de la casa de mi vecina, y de inmediato entr? a mi casa. Yo estaba que si me cortaban no echaba sangre de la rabia que ten?a. Pero tambi?n estaba sumamente caliente y excitada, as? que lo primero que pens? fue en acostarme con alg?n amigo de Miguel, o con cualquier hombre, y despu?s dec?rselo a ?l.

Pero en casa el ?nico que se encontraba era mi hermano mayor Luis. Quien de c?mo de costumbre se encontraba metido en su cuarto, chateando por internet, con quien sabe qui?n, y fumando hierba, ya que nuestros padres estaban en la casa de la playa, de lo contrario mi hermano se hubiera subido al techo de la casa y despu?s de fumarse uno de esos cigarrillitos que ?l mismo se prepara, hubiera bajado a meterse en su computadora.

As? que como no hab?a otro hombre, lo ?nico que se me ocurri? fue pedirle a mi hermanito que me hiciera un peque?o favor. Yo la verdad es que tambi?n me encontraba medio borrachita, ya que mi novio me hab?a tra?do varios tragos durante toda la noche, as? que a medida que bailamos, comenz? a tocarme, y a besarme delante de todos, al punto que para no seguir dando un show en medio de la sala de la casa de Herminia, decidimos salir al patio trasero, donde no hab?a nadie.

Pero como ya les dije, el muy hijo de la gran puta me llam? Alicia, y todo se termin?. Pero al entrar a casa, y sentir el olor que sal?a del cuarto de mi hermano. Pens? que si le ped?a que por favor me tocase, aunque fuera nada m?s un poquito, mi co?o, me calmar?a. As? que sin darle mucha cabeza, entr? en su habitaci?n, el olor era mucho m?s penetrante, y ?l se encontraba viendo una peli porno. Por lo que cuando me sinti? entrar, m?s r?pido que inmediatamente, sac? una de sus manos de entre el b?xer que estaba usando, y apag? el monitor de la computadora, aunque las bocinas siguieron sonando, con unos inconfundibles gemidos de sexo.

Aunque cuando se dio cuenta, tambi?n las apag?, pregunt?ndome bien molesto qu? era lo que yo buscaba en su habitaci?n. Yo haci?ndome la tonta, y acerc?ndome de manera lenta y seductora hacia ?l, le dije. Luis quiero que me hagas un peque?o gran favor. Al tiempo que comenc? a restregar de manera sugestiva, mi co?o contra la esquina de su secreter, claro que sin levantarme la falda. Luis se me quedo viendo de pies a cabeza, como pregunt?ndose, cual era el favor que yo le iba a pedir.

Sin verlo a su cara y comenzando a pasar mi mano derecha por encima de la peque?a falda que ten?a puesta, le dije. Luisito quiero que aunque sea por un corto instante me toques entre mis piernas. Y al tiempo que fui dici?ndole eso lentamente levant? mi falda, mostr?ndole mi depilado co?o. Luis al escucharme decir eso y ver c?mo le mostraba mi co?o, se qued? paralizado y de inmediato me pregunt? incr?dulo que era lo que yo le hab?a pedido. Yo con toda mi santa calma se lo volv? a repetir, y su respuesta fue. Pero t? est?s loca muchacha, mira que somos hermanos.

Yo tragu? en seco, y hasta estuve a punto de salir corriendo de su habitaci?n, pero algo en su mirada, que no la despegaba de mi co?o, me dijo que continuase. Por lo que le dije, Luis es que cada vez que veo tus grandes manos me pregunto c?mo ser?a sentirlas tocando mi co?o. Yo misma ya estoy cansada de hacerlo un sin n?mero de veces, aqu? mismo dentro de tu habitaci?n, ojeando algunas de las muchas revistas que tienes guardadas en la ?ltima gaveta.

Pero como te dije, quiero sentir algo distinto y diferente, por eso te pido por favor que hagas lo que te pido. En ese preciso instante agarr? una de sus manos, y la coloqu? directamente sobre mi desnudo co?o. Luis abriendo sus ojos, retir? la mano de mi co?o de inmediato dici?ndome. Liliana detente, no deber?as hacer cosas como esas, si nuestros padres te vieran piensa lo que te van decir. Yo sin inmutarme por su reacci?n, suavemente le volv? a garrar su mano y sin mucho esfuerzo nuevamente la coloqu? sobre mi depilado co?o.

En ese instante le dije, no trates de quitar la mano de mi co?o, se siente un hormigueo tan y tan rico, que por lo que t? m?s quieras, deja tu mano un ratito m?s sobre mi co?o. Y a medida que se lo iba diciendo con mi manos guiaba la suya restreg?ndola suavemente contra mi piel. El rostro de mi hermano fue cambiando, de una expresi?n de susto, su rostro y sobre todo sus inyectados ojos se fueron cambiando de expresi?n a una de lujuria controlada. Yo en ese instante le pregunt? de manera indiscreta ?es la primera vez que agarras el co?o de una chica? Luis se puso rojo de verg?enza, y aunque algo abochornado me respondi? un casi inaudible si. Fue cuando se me ocurri? pedirle que moviera sus dedos, y a medida que los fue moviendo se fueron introduciendo dentro de mi h?meda vulva. Yo sin detenerme le fui diciendo, lo bien que me sent?a a medida que ?l me continuaba tocando haya abajo.

Sin detenerme le segu? pidiendo que continuase toc?ndome e introduciendo sus dedos dentro de m?, que el placer que eso me provocaba era mucho mayor al que yo sent?a cuando yo misma me tocaba el co?o. Su rostro reflejaba bastante asombro, y sin dejar de tocarme sus dedos continuaron explorando m?s y m?s dentro de mi co?o. De momento sin que yo se lo pidiera o ni tan siquiera se lo insinuase, con su rostro a pocos cent?metros de mi vulva, sorpresivamente mi hermano sac? su lengua y la pas? sobre mis labios vaginales.

Se detuvo, sabore? y de inmediato pero de manera salvaje enterr? todo su rostro, o mejor dicho toda su boca dentro de mi co?o. Sent?a su lengua, dientes, y hasta sus labios, lamiendo, mordisqueando y chupando todo mi co?o, incluso mi inflamado y caliente cl?toris. Yo como una loca le ped?a insistentemente que continuase, le dec?a lo sabroso que se sent?a todo lo que ?l me estaba haciendo, hasta que no pude aguantarme m?s y disfrut? de un arrebatador orgasmo que me produjo mi hermano con su boca.

Yo qued? tendida sobre su cama, con mis piernas bien abiertas, tremendamente satisfecha, pero al momento en que Luis se puso de pie, not? de inmediato que ?l ten?a una tremenda erecci?n. Y sin decirle nada yo misma le baj? su interior b?xer, y apareci? ante mis ojos su miembro bien parado, apuntado al techo de la habitaci?n. Mientras que Luis no dejaba de verme mi co?o, y su verga con bastante asombro.

?l mismo la dirigi? directo a mi co?o, sin que yo tuviera la menor necesidad de decirle algo, y a medida que me fue penetrando fui sintiendo como su parado y duro miembro se deslizaba divinamente dentro de mi vulva. Al principio mi mayor temor era que Luis se viniera a los pocos segundos de penetrarme, como la gran mayor?a de los chicos de su edad con quienes me hab?a acostado. Pero a medida que mi hermanito continu? metiendo y sacando su sabrosa verga de mi caliente co?o, y que yo restregaba mi co?o contra su cuerpo, me di cuenta de que seguramente, aunque mi hermano quer?a hacerme creer que esa era su primera vez. Lo cierto era que Luis ten?a mucho control de si mismo.

Por lo que de seguro, en muchas otras ocasiones Luis mi hermanito mayor, hab?a tenido sexo con alguien con mucha m?s experiencia que yo. A medida que seguimos disfrutando mutuamente el uno del otro, no me qued? la menor duda de eso, adem?s la manera en que acariciaba todo mi cuerpo, su forma de besarme, y pens?ndolo bien hasta la manera tan decidida en que me mam? divinamente todo mi co?o, no son cosas de un novato en la cama, como ?l quer?a hacerme pensar.

Pero lejos de mortificarme por eso decid? disfrutar lo m?s posible de mi hermano, al fin yo no pensaba quedar embarazada de ?l. Por lo que cuando me insinuaba ligeramente que cambi?semos de posici?n, yo gustosamente acced?a. El ver o sentir como su verga continuaba entrando y saliendo de mi co?o, me excitaba mucho m?s aun. Yo en medio de nuestras relaciones, gem?a y gritaba de placer, pidi?ndole que me diera m?s y m?s. Le aru?? la espalda as? como sus nalgas, mientras que mi hermano sin detenerse, continuaba metiendo y sacando una y otra vez toda su sabrosa verga de mi co?o.

Yo estaba extasiada, disfrutando de todo aquello que mi hermano me hac?a, hasta que luego de un buen rato, ya inevitablemente ambos disfrutamos de un arrebatador cl?max. Tras el cual los dos nos quedamos tendidos sobre su cama. Ni idea tengo de la hora en que tanto ?l como yo nos levantamos, y tras darnos otro fogoso beso, me encamin? al ba?o para asearme. Al poco rato mientras yo estaba sentada en el bidet terminando de asearme, Luis entr? al ba?o y se lav? en el lavamanos su verga. Al pasar frente a mi lo detuve, y sin decirle nada con una de mis manos agarr? su miembro y me lo llev? a la boca, para ponerme a mam?rselo.

Definitivamente a Luis le encant? lo que le estaba haciendo a su verga, pero en cierto momento cuando ya se hab?a vuelto a poner dura, me invit? para que nuevamente nos fu?ramos a su cama, lo que yo gustosamente acept?. Por otro largo rato disfrut? de las caricias y besos, que mi hermano me daba. Para luego volver a sentir como toda su verga penetraba mi co?o mientras ?l se coloc? de tras de m?.

Despu?s de esa sabrosa noche, mi hermano y yo nos convertimos en amantes. Pero resulta que Luis es tremendamente celoso, y no le agrada que salga con chicos de mi edad. Pero adem?s de eso, casi a diario me ped?a que lo deje darme por el culo. Yo al principio me opuse tenazmente, pero insisti? tanto y tanto que finalmente acced?. Pero de eso les hablo en otra ocasi?n.

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