Hay momentos en la vida en los que vale mas aprovechar las oportunidades que se presentan, total, si te has de arrepentir de algo (que no es mi caso) mejor que sea porque lo hiciste y no porque te quedaste con las ganas de hacerlo.
Soy Eduardo, tengo 24 años, soy de piel blanca, cabello castaño claro, ojos entre cafe y verde, un cuerpo que no raya en lo atletico pero tampoco en lo descuidado, hace poco mas de un año egresé de la facultad de Ingeniería en Guadalajara Jalisco México y esto es lo que recientemente me aconteció.
Despues de mi egreso, como yo pienso que es la mayoria de los casos, tardé tiempo en econtrar un trabajo, que de hecho no fue en mi rama de especialidad, pero bueno no me quejo, trabajo es trabajo y mientras dé para comer hay posibilidad de seguir buscando algo mejor pero ya no desesperadamente.
Entre a la preparatoria como asesor de Física y Matemáticas por mi orientación como Ingeniero, gracias a la recomendación de una amiga de la facultad, y he de confensar que en principio me sentía incomodo y frustado en el trabajo pues no es lo que esperaba, pero despues de unos dias le fuí agarrando cariño y tambien en pocos días me convertí en el profesor amigo de los alumnos y favorito de las alumnas.
He de reconocer que tambien me manejo mucho por la ética y se que si bien es poco profesional ver de manera digamos “lasciva” a las alumnas y mas porque la mayoria andan entre los 18 y los 21 años, ademas de que son niñas adineradas y eso trae siempre problemas y claro, puedo perder mi trabajo, pero de todos modos, aveces por mas profesional que intente ser, cualquier hombre termina admirando la belleza femenina; así que sí, me declaro culpable por darme mis tacos de ojo con las alumnas, pero eso sí, nunca le falté al respeto a ninguna de ellas.
Fue en enero de este año (2013) que llegaron varios alumnos nuevos; es que el sistema de prepa abierta lo permite; entre ellos dos alumnas, Ana y Karo, que fueron colocadas en mi salon, Ana es una chava de 20 años simpatica, de platica muy agradable, muy delgada para mi gusto, pero lo que tiene esta en su lugar, una piel morena clara, ojos cafes, unos pechos chiquitos pero redondios y un culito tambien pequeño pero eso sí bien redondito, lo que mas me gustó de ella eran sus piernas largas y torneadas por el deporte; por otro lado Karo, todo un monumento de mujer, alumnos, maestros, intendentes, director, secretario, los vecinos y todo hombre que la viera era imposible que no tuviese fantasias con ella y es como evitarlo pues a sus 19 años estaba hecha toda una diosa, 1.65 mts, un piel blanca suave, unos ojos verdes hermosos su cabello castaño ondulado que llegaba a sus hombros, unos pechos de un muy buen tamaño, redondos y duros, un culito que completaba el juego de la perfección y la perversión, y para terminar sabiendo el cuerpo que se portaba, le encaba lucirlo con escotes pronunciados y pantalones ajustados o cualquier combinacion de ropa que le resaltara esa figura perfecta.
Dado a las materias que manejo, no me fue difíciel entablar una relación con ellas dos, que olvidé mencionar son buenas amigas, así que entre trabajos escolares y algo de tiempo las empezé a considerar más que alumnas amigas, siempre trataba de cuidarme de no verlas de manera que diera a entender otra cosa, aunque en el fondo las deseaba, en especial a Karo, pero por instante pasó por mi mente hacerlo con las dos con Ana y Karo para mi.
Pasaron un par de meses de clases y la convivencia entre nosotros era tal que ellas tenían la confianza para hablar conmigo de casi cualquier cosa, en alguna ocasíon aconsejé a Ana sobre su relación con su novio, en otra a Karo igual por problemas con su pareja, tambíen les conté a ellas que yo no tenía novia desde hacia poco mas de un año, lo que no les dije es que terminamos porque me descubrió con su mejor amiga, pero bueno esa es otra historia de tantas que algún dia contare, pero bueno despues de ese dia me senti un poco mal y me juré a mi mismo que mientras no tuviera un compromiso sería un reverendo hijo de puta pero una vez en una relación sería fiel y serio por respeto a la persona, a la relación y porque el karma dice que no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti; en fin.
Durante los dias de convivencia, Ana y Karo lograron en un par de ocasiones que me sonrojara por sus comentarios hacia mi persona, se sentía bien que dos chavitas de 20 años te consideraban atractivo, pero siempre les dejé claro, o por lo menos eso intenté, que no tenían posibilidad conmigo mientras fuese su profesor, por evitar problemas.
Las cosas cambiaron, pues a mediados abril encontré un nuevo trabajo, mejor remunerado, con mejores prestaciones y sobre todo en el área de ingenieria en la cual había estudiado, llego el momento de decir adiós, agradecí a mis compañeros maestros por la compañía y el apoyo, a los directores por la oportunidad de empleo, pero sobre todo a mis alumnos por lo bien que la pasé dandoles clase, y si no pude evitar derramar lagrimas cuando uno a uno me dieron las gracias por las enseñanzas y consejos y se despidieron de mi con un abrazo, y las alumnas con abrazo y beso en la mejilla, firmé por última vez mi horario de salida, recojí mi cheque por mis servicios y me retiré algo nostálgico, llegue a mi carro y para mi sorpresa estaban recargadas en él, Ana y Karo.
Ana – profe no queremos que se valla
yo – creéme Anita no me quiero ir, pero es una buena oportunidad
Karo – lo vamos a extrañar mucho profe.
Yo – también yo las voy a extrañar, mis alumnas favoritas, bueno creo que ya no tienen que llamarme mas profe, ya que, pues no les daré mas clases, a partir de ahora soy Eduardo, solo Lalo.
Me subí a mi carro, un sedan modelo 2012 pero modesto, regalo de mis padres por titularme como ingeniero, cuando encendí el motor, bajé los cristales y me dispuse a arrancar cuando Ana metio medio cuerpo por la ventana.
Ana – Profe, digo Lalo, nos das un aventón a casa de Karo
Yo – mmm, no se dónde es
Karo – es aquí cerca, anda vamos, ya no te veremos mas Lalo.
No pude decir que no, pues antes de darme cuenta ya estaban dentro del carro, Ana en el asiento del copiloto y Karo en la parte trasera.
Yo – esta bien, ¿para donde vamos señoritas?
Karo me dio su dirección, asi que comencé a avanzar, inciamos con platicas triviales, sobre mi futuro trabajo, y cosas así, llevabamos unos 15 minutos en el trafico, cuando Ana, que era las aventada de las dos hizo un comentario que dio puerta a todo.
Ana – Bueno y ya que no eres más el profe, ahora ¿que quieres hacer?
Me dejó sin palabras, y es que sin mentir era la primera vez que una chava se me lanzaba así, mire por el retrovisor solo para mejorar o empeorar, pues Karo se habia acomodado la blusa de tal manera que parecia un top, por lo que dejaba ver su cintura y resaltaba sus lindos pechos, retiré la mirada cuando sentí la mano de Ana sobre mi pierna, casi llegando a mi entre pierna, donde mi miembro empezaba a perder el control al igual que ya lo hacía mi cabeza.
“Detente” quise decir pero lo que salio de mi boca no fue eso sino:
Yo – si haces eso vamos a terminar chocando.
Ana – pues concentrate lalo, que no creo que quieras faltar a la diversión
Yo – a que diversión te refieres
Karo – a que te daremos una buena despedia de la prepa “profe”
Su entonación era sensual, erotica, seductora, no puede mas, comencé a dejarme llevar por sus caricias, Ana pasaba sus manos por mis piernas, por debajo de mi camisa y en ocasiones juguetonamente por mi miembre, Karo por su parte acariciaba mi pecho y mi cuello, provocando que me excitara, yo por mi parte, intentaba controlarme un poco para no chocar, pero en serio que lo empezaba a disfrutar, mi miembro estaba bien erecto, reventando mi pantalón.
Sin mas, me sali de la avenida en una tienda de autoservicio, despavile un poco y les dije a ambas.
Yo – no se que se traen entre manos, pero si quieren jugar, juguemos, esperen aqui, iré por algo para tomar y relajarnos mas.
Por suerte mia, pude depositar el cheque y pagar una botella de Wisky un par de refrescos, hielo, una hielera y dos cajas de condones, bueno solo por precausión.
Yo - bueno, a donde vamos para estar mas cómodos, creo que estamos un poco lejos de mi casa, pero si ustedes quieren…
Karo – Un par de cuadras atras vi un motel, podemos parar allí y pasarla bien.
Puff en el clavo, mi miembro se levantó de golpe al escuchar esa propuesta, y pues cuando cabeza chica calentar, cabeza grande no pensar, arranque el carro casi patinando y me volví hacia el motel, llegamos, pague por la habitación y entramos, no me lo podía creer, estaba en una misma habitación con Ana y Karo, dos chavas de 20 años que se caian de buenas, para mi solo, llegue a pensar que era una broma, pero era muy tarde como para arrepentirme, asi que sin pensar mas, destape la botella y servi tres tragos bien cargados.
Los bebimos casi de golpe, yo tenia a cada una de las chavas sentadas sobre mis piernas, estabamos acariciandonos, nos besamos, ellas pasaban sus manos por mi pecho, mis piernas, y mi verga, y yo por supuesto hacia lo mismo, subia y bajaba mis manos desde sus nalgas, pasando por sus piernas, su cintura, sus pechos y luego bajaba en el mismo orden, poco a poco, nuestras respiraciones se agitaban, y luego sin darme cuenta me sacaron la camisa y me tiraron sobre la cama.
Comenzaron a besarme el pecho, subian y bajaban, yo acariciaba sus nalgas, sobre mi pantalón se veía ya mi miembro que salía, en un segundo que me dieron para respirar, aproveche para levantarme y sacarles a ambas blusas y pantalon, dejandolas solo en ropa interior, era mi turno besaba a una y acariciaba a la otra, invertía, me la estaba pasando de maravilla, parecía que ellas llevaban planeando ese encuentro hacía mucho tiempo, pues con una sincronia bárbara me sacaron el pantalón con todo y boxer, dejandome totalmente desnudo, mi verga se podía observar palpitante deseosa de romper ese par de coños.
Ana – Ahora si “profe” te vamos a cumplir tu deseo, ¿crees que no nos dabamos cuenta de como nos mirabas en clase?
Karo – mas vale que estes listo “profe”
yo estaba mas que listo, y la manera en que decían “profe” me prendía mas y mas, me inconrporé un poco, para sacarles el resto de su ropa interior, me di cuenta que ambas estaban super mojadas y sus pezones estaban duros y paraditos, aproveche para pasar mis manos por sus coños, y recojer un poco de sus jugos mismos que probé solo para incitarlas a más.
Yo – Bien, “alumnas” veamos que hay por enseñar hoy.
Dicho esto me tiraron de espaldas nuevamente, vi como ambas se dirijian a mi verga, comenzaron a jugarla con sus manos, y a darle pequeñas lenguetadas, hasta que Ana se dedico a darme una mamada que casi me hizo terminar en su boca, y yo por su puesto que no perdí el tiempo, jale a Karo hacia mi y comence a masturbarla hasta hacerla gemir, al cabo de unos minutos, cambiaron de posición, Karo siguio chupando mi miembro pero en vez de porder dedear a Ana ésta puso su coño sobre mi boca para que le diera con la lengua, y he reconocer, soy bueno haciendole sexo oral a las mujeres, ya que en mas de una ocasion le provoque un orgasmo, pues pasar mi lengua por sus labios vaginales, y luego por su clitorís, incluso follarla la hizo gritar y estremecerce, al punto que tambien me hizo a mi llegar al punto en el que no resistiría más y me vendría, le avisé a Karo que estaba a punto, pero hizo caso omiso, al contrario aumento el ritmo de su mamada hasta que comece a temblar, no lo podía contener más, explote en su boca, creí que la iba a ahogar de tanta leche, pero se la trago cual bebita hambrienta.
Ana – oye déjame un poco
Karo dejo mi miembro y yo aún no paraba de venirme cuando Ana se lo metío de golpe a su boca, di un par de bombazo mas que le regalaron un par de tragos a Ana.
Karo – que rica tu leche
Ana – espero que tengas mas, porque me quedé con ganas
Sus comentarios me prendieron mas, había terminado una vez, pero mi verga aún pedía batalla y yo por supuesto que tambien quería, tenia que comerme ese par de coños que estaba para mi solito, estiré mi mano para tomar una caja de condones pero Karo no me dejo agarrarla
Karo – oh no, no no no, vamos a disfrutar del placer como debe ser
Yo – pero hay que protegernos
Ana – tú no te preocupes, tomamos pildoras.
Lo sabía eran todas unas putitas, me negue a creerlo hasta ese momento, y por supuesto que me valío, repito, cuando cabeza chica calentar, cabeza grande no pensar, asi que sin más me dispuse a disfrutar al natural del siguiente paso.
Tiré a Karo de espaldas a la cama, le abrí las piernas y vi su coñazo, rosadito, dilatado, totalmente empapado, puse mi verga rígida en la entraga y cuando me disponía a clavarla a fondo, la mano de Ana me tomó el miembo y lo empezo a golpear sobre la panochita cálida de Karo, dejé que disfrutara un poco del apaleo, pero retiré la mano de Ana y otra vez me dispuse a penetar a Karo, ahora si, sin mas, empecé a deslizar mi verga en su coño, apretaba un poco, si bien no era virgen, no estaba tan abierta, ella comenzo a gemir de placer, se notaba como disfrutaba de cada milimetro que le incrustaba, Ana por su parte, se había tirado a un lado y se estaba metiendo dos dedos en su vagina, ambas gemian, yo empecé un mete y saca en el coño de Karo, era delicioso, como lo habia soñado, cumplia la fantasía que tantas veces me habia ayudado a conciliar el sueño despues de masturbarme, pensando en ese cuerpo, ese coño, en ese polvazo.
Proseguí con mi bombeo, cada vez mas deprisa, ignoré por un momento a Ana que seguia masturbandose ahora con tres dedos, escuchaba el golpeteo de mi cadera con la de Karo, la oia gemir, pedir mas y mas duro, despues de un rato de mete y saca, la cambie de posición, acomodandola en cuatro, y cuando estaba por penetrarla, Ana me interrumpio.
Ana – espera Lalo, que no me vas a dejar con ganas ¿o si?
Yo – claro que no
Puse a Karo de lado, reponiendose de la faenilla, y me tiré de espaldas dejando que Ana me montara, se acomodo sobre mi, puso mi verga en la entrada de su coño y se lo clavó de un golpe, hasta el fondo, grito entre dolor y placer, me hizo gemir, empezo a cabalgarme de una manera deliciosa, sabia muy bien como mover sus caderas, estubo así por bastante tiempo, lo hacia rapido, lento, en circulos, me dejaba que yo embistiera, sus gritos eran fuertes, “si que grande la tienes” es lo mas me repetia, mientras yo tocaba con mi mano libre los pechos de Karo, que no paraba de dedearse al ver tremenda cogida que le paraba a su amiga.
Ana – quiero que termines dentro de mi
Yo – será un placer
Karo – pero no te gastes toda esa leche Lalo, guarda para mí, que tambien quiero que te corras conmigo
Paré de follarme a Ana, pero solo para cambiarla de posicion, me puse de pie, la cargue y la ensarté nuevamente, le di un par de embestidas así, y la tiré sobre la cama sin sacarle mi miembro, me puse de rodillas y segui dandole, sus gritos iban en aumento, sentí como se contraía tan fuerte que o me arrancaría el miembro o lo sacaría de su coño, se corrio tan fuerte que sus fluidos salieron y mojaron la cama, yo ya estaba a punto, comence a acelerar mi bombeo, mi respiracion se agito, aceleré mas, entraba salia, entraba y salia, cada vez mas y mas rapido hasta que la clavé a fondo y no la saque más, empeze a sentir como la electricidad me recorria de todos los puntos de mi cuerpo y se concentraba en mis huevos, traté de retener un poco, pero exploté, termine con gran fuerza, salía y salia semen, Ana se arqueo y tuvo otro orgasmo, que solo hizo mas placentero el mio, cuando terminó, me tiré entre las dos para tratar de recuperarme, cosa que Karo no me dejó.
Karo – ahora es mi turno, llename papi
Se tiro sobre mi, pero no la dejé que se metiera mi verga, me incorpore y la puse en cuatro, comecé a besar sus nalgas y a acariciar su coño, estaba realmente empapada, parecía que se habia corrido mientras veía la cogida que le daba a su amiga, no importo, pues con sus jugos vaginales empecé a lubricar su culito, mi gran deseo, al principio trato de oponer resistencia, pero cedío cuando la clave desde atras, mientras le daba por coño, dedeaba su culito, poco a poco introduje mi dedo, jugueteaba y ella si que lo disfrutaba, pues gemia y gritaba conforme la clavaba, saque mi miembro y lo puse en la entrada de su culito, ella se dejo caer de forma que me lo dejó allí totalemte para mi, Ana contemplaba la escena, se mojaba los labios y se mastrubaba suavemente, yo volvía ingnorarla, despues de todo, a la que deseaba mas era a Karo, y estaba a punto de regalarme ese culito que tantas pajas habia merecido.
Yo – espero que estés lista
Karo – dame duro papi
Con mi verga a todo, palpitante, comece a culearla, le introduje la cabeza y ella apreto un poco, la acricie de la espalda y le dije que se relajara, lo hizo y comence a meter otra vez, apretaba en serio y me gustaba, poco a poco la clave a tope, Karo gemía, yo deje mi verga adentro un rato inmovil, para que se acostumbrara y empecé con el bombeo, “dame duro papi” era lo que repetía, y yo disfrutaba de ese culito, entraba y salia, golpeaba con fuerza, alternaba lapsos de rapidez y otros lentos para que sintiera cada milimetro de mi verga romper su culo.
De pronto se movio y saco mi verga, pero solo fue para tirarse sobre la cama y ofrecerme su coño, rebozante de jugos, pedía a gritos ser taladrado por mi verga
Karo – ven aquí, no olvides que tienes que llenarme
Me puse de rodilas y la clave al igual que lo hize con Ana, quien estaba a un lado, había dejado de masturbarse pero no perdía detalle de como me follaba a Karo, emepce el bombeo poco a poco y fui acelerando, Karo gemia y su piel blanca se habia puesto roja por el calor, yo seguia dandole, entraba y salia cada vez mas rapido, al punto que los golpes de caderas se escuchaban fuertemente y con ritmo, nuevamente sentí el choque electrico previo eyacular, acomodé las pernas de Karo sobre mis hombros y me incline hacia ella para darle una penetración completa, esó le encantó pues tuvo un orgasmo tan fuerte que yo sentí que me quedaba sin verga, nuestras respiraciones se agitaron, comenzamos a gemir mirandonos a los ojos, disfrutando, ella seguia en pleno orgasmo y yo no resisti mas, la clavé al fondo y descargué mi leche, pese a que ya me había venido en dos ocasinoes fue bastante semen, no me moví de allí, le dejé mi verga tan adentro como pude hasta que ambos paramos de corrernos, despues me reitre y me desplome sobre la cama, ahora si a recuperar el aire.
Ana nos ofreció un par de tragos más, no me dí cuenta en que momento se había lenvantado de la cama a prepararlos, en fin los bebimos y me quedé tirado en la cama con Ana y Karo a cada lado abrazandome y abrazandolas.
Karo – estubo delicioso Lalo
Ana – de verdad que valio la pena esperar tanto tiempo.
Yo – y lo que falta, pagamos por ocho horas, así que aprovechemoslas.
bueno no hace falta decir que repetimos la faena otra vez, despues de recuperar el aliento y descansar un par de horas, pero no hace falta dar detalles o por lo menos no en este relato.
Nos dimos un baño antes de dejar el motel, pasé a dejarlas a abmas en casa de Ana, y mientras me dirijía mi casa recibí un mensaje de Karo que decía.
“me encato hacerlo contigo, espero tener una proxima vez, pero ahora que sea solos tu y yo”
“por supuesto” fue lo que respondí
Despedida de dos alumnas, 4.0 out of 10 based on 1 rating
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