A mi esposa se la cogio un chico cuando estabamos de novios Ella era virgen

FECHA: 5/31/2013

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Estando de novios con mi esposa, se la cogi? un chico siendo ella una piba de 18 a?os. Ocurri? en una provincia del norte en una calurosa noche de verano. Ella era virgen porque yo quer?a conservarla as? hasta el matrimonio. El muchacho se la cogi? bien cogida aprovechando que mi novia se qued? a dormir en esa casa donde ?l viv?a. Le hizo de todo y seg?n ella misma me confes?; la volvi? loca. El incidente es para ella inolvidable por las car?cter?sticas que tuvo el acto, y porque jam?s se la hab?an metido.
Cuando me lo cont? sent? mucha bronca, pero a la vez pr?cticamente tuve un orgasmo al escuchar todo lo que ese pendejo le hizo. Hoy quisiera de verdad verla coger con otro hombre, pero se niega rotundamente y se enoja cada vez que se lo propongo. Mi esposa cogi? con un chico de 20 a?os cuando ?ramos novios. Ella ten?a 18 y era virgen
Me lo confes? en un momento de lujuria cuando hac?amos el amor. Llev?bamos algunos a?os de matrimonio y fue porque yo le insist?a en que cogiera con otro delante mio. En ese momento de calentura extrema me confes? que cuando ?ramos novios y estaba a?n virgen a los 18 a?os, un chico de 20 se la cogi?. Sucedi? en una provincia del norte a donde tuvo que viajar por cuestiones familiares. Entre gemidos y l?grimas rememor? aquella noche de verano en casa de ese muchacho que siempre la hab?a deseado y que finalmente se dio el gusto de com?rsela como ?l quer?a.
Mi esposa se destap? y me cont? todo. Mientras me la cog?a como un animal y se volv?a loca de gozo rememor? uno a uno los detalles acerca de lo que le pas? esa noche. Por primera vez supo lo que era un polvo y por lo que parece, a juzgar por la calentura con que vivi? esos momentos, habr?a sido su primer orgasmo. Por primera vez la hicieron gritar y rasgu?ar de placer mientras le chupaban el co?o y le hac?an una paja con un dedo en la cola, para luego zambullirle una gruesa pija que la dej? sin aliento. Mientras la escuchaba sent? bronca y despecho. Estaba defraudado porque yo la cuidaba y quer?a conservarla virgen hasta que nos cas?ramos, sin embargo ese tipo durante algunos minutos, la tuvo toda para ?l. Se aprovech? de su inexperiencia y la hizo ver y alcanzar las estrellas haci?ndole de todo. Se degener? con ella y la trat? como a una puta. No se c?mo hice para contenerme porque a pesar de que eso ya hab?a sucedido, los celos y la rabia me mareaban mientras escuchaba a mi bomb?n.
Es importante considerar que con mi esposa Linda llevamos varios a?os de matrimonio. Somos muy felices y no tenemos problemas. Tenemos sexo siempre y con mucha pasi?n. Realmente lo disfrutamos. Siempre lo hemos hecho y nos arreglamos para mantener viva la llama del deseo. Somos muy comprensivos y nunca discutimos. No se si estoy equivocado, pero me gusta cuando otros la miran y la desean. A poco de casarnos, una noche en que est?bamos haciendo el amor apasionadamente, cuando le pregunt? si le gustar?a tener sexo con otro; ella emocionada me confes? lo que le pas? en aquella provincia del norte donde a?n vive su hermano. Me advirti? entre gemidos que me contar?a todo siempre que yo prometiera no enojarme.
Me dijo que no me ponga mal, que eso ya hab?a pasado y que solamente era un recuerdo de esa ?poca cuando est?bamos de novios y ella ten?a 18 a?os. En un primer momento sent? tanta bronca que deseaba ir a buscar al tipo y destrozarlo con mis propias manos. Los celos se apoderaron de m?. En cambio prefer? callarme y hacer como que no me conmov?a pues, yo quer?a que me relatara todo, paso a paso. Es un caso que todav?a me excita como si reci?n me lo contara. Es incre?ble. Hasta sue?o que se la est? cogiendo otro delante m?o. No s? si podr?a convencerla de que lo haga actualmente. Estoy seguro que ser?a un espect?culo digno de ver.
Durante el noviazgo siempre nos d?bamos unas sesiones de atraques espectaculares, pero aunque qued?bamos muy calientes porque yo le chupaba las tetas, las piernas y las nalgas, y le pon?a mi verga entre sus muslos hasta que se estremec?a como si le diera la electricidad, nunca se la met?. Nunca la penetr?. Llegu? inclusive a frotarle mis dedos en su cl?toris muy superficialmente y con mucho cuidado hasta lograr verdaderos estados de locura. Algunas veces llegamos a practicar un 69 y por cierto que lo disfrut?bamos. El sabor de su bizcochito es exquisito. Siempre ha sido muy delicada en su higiene ?ntima. Es muy especial en eso.
Eramos novios, est?bamos enamorados y nos dese?bamos. Sin embargo ella ten?a temor de hacer el amor. Hab?a le?do y tambi?n alguien le dijo sobre los problemas, el embarazo de soltera, etc. Cuando est?bamos juntos se excitaba mucho con calenturas descomunales, pero el temor pod?a m?s. A m? me animaba la idea de conservarla como una bella flor sin profanarla y llevarla as? hasta el matrimonio. Linda siempre fue una chica com?n, respetuosa y muy recatada. Ya de casados es como que se solt? y tengo que admitir que para coger es riqu?sima. Conmigo ahora hace de todo. Actualmente a veces est? tan loca cuando cogemos que me pide m?s y m?s y hasta se quiere tragar todo el semen cuando le acabo en la boca. Est? riqu?sima y es una mujer muy delicada. Cuando se pone a caballo encima m?o le chupo el bizcochito hasta que acaba en mi cara. No se lo he vuelto a sugerir directamente en la actualidad pero s? le he insinuado sobre c?mo se sentir?a cogiendo con otro hombre. Todas las veces he notado que rechaza la idea. Dice que ella es solamente para m?. Que no le interesa hacerlo con otro. Que le da asco. Aunque no insisto, me da vueltas en la cabeza lo lindo que ser?a verla penetrada por otro. Me ratoneo pensando c?mo ser?a ver cuando otro tipo la hace acabar a los gritos o le mete una gruesa verga por la cola haci?ndola bramar de placer. Son solamente ideas. No quiere saber nada.
Cuando est?bamos de novios ella ten?a 18 a?os y yo no me la hab?a cogido nunca. Estaba virgen. Yo la deseaba con locura y le ten?a unas ganas locas. Una noche que dorm? en la misma habitaci?n que ella y otras primas, en una casa de campo de sus parientes, enamorad?simo y muy excitado me met? en su cama y la bes? entera. No med? las consecuencias y ni siquiera me import? que ah? dorm?an las otras chicas. Me calent? de tal forma que cuando puse mi verga entre sus piernas y ya le hab?a quitado la bombacha, no me aguant? y acab? como loco. La ba?? toda con mis fluidos y a ella le gust?. Otra vez, en verano, cuando se qued? sola en su casa, en la siesta, la desnud? completamente y empec? con una sesi?n de masajes. Primero logr? que se relajara completamente y todo estaba bien, pero inevitablemente me tentaban su piel y su belleza. As? es que luego entr? a masajear sus partes ?ntimas con una doble intenci?n. Finalmente nos dimos sin asco en la cama con caricias, besos y chupones. Ella estaba ya muy caliente y hab?a perdido el control. Se puso en cuatro como el perrito y abri?ndose provocativamente las nalgas me rogaba que se la meta, aunque fuera por la cola. Me dej? llevar porque el espect?culo era irresistible y lo intent?; pero solamente llegu? a poner mi miembro sobre la flor de su rico culito. Ni siquiera pude empujar fuerte porque le hice doler, as? es que acab? a chorros en la puerta de su cola y en su espalda. Le manch? su pelo negro con mi semen y como un depravado hasta se lo pas? por la cara.
Una noche, estando ya casados y mientras me la cog?a con un hermoso polvo, disimuladamente le hablaba de las ventajas y del placer que le proporcionar?an hacerlo con otro tipo. En ese estado de calentura, me confes? que una vez, cuando a?n ?ramos novios y debi? viajar a esa provincia del norte donde la esposa de su hermano acababa de dar a luz; cogi? con un chico de 20 a?os, vecino del lugar y muy atractivo llamado Rodolfo. Fue su primera vez y me confi? que las cosas que ?l le hizo, la enloquecieron de placer.
Resulta que en una de esas noches estando all?, decidi? quedarse a dormir en lo de una se?ora vecina y amiga donde la quer?an mucho. La mujer viv?a solamente con su hijo y la casa quedaba bastante cerca de donde ella estaba parando. Linda record? que su hermano hab?a discutido con la esposa y como la situaci?n se torn? desagradable, aprovech? entonces la amistad con esa mujer viuda que era muy amiga y decidi? pasar la noche ah?. Era verano y despu?s de charlar un rato y tomar algo fresco la due?a de casa le asign? una habitaci?n para ella. Decidi? darse una ducha y luego se acost? cansada, por lo que enseguida se durmi?. Se hab?a puesto un camis?n corto tipo baby-doll de color amarillo que yo conoc?a bien porque se lo vi varias veces. La verdad es que enloquec?a con eso porque le quedaba muy sexy.
Yo sab?a que el tal Rodolfo, hijo de la se?ora en cuesti?n estaba loco por ella porque ya me lo hab?a contado en otras veces que viaj?. En varias oportunidades en que le toc? ir a esa provincia, el joven intent? intimar con ella. Linda hab?a advertido que despertaba en el chico una fuerte atracci?n y un inter?s inusual, lo que generaba en ?l una calentura manifiesta cuando se encontraban o se saludaban. Esa noche el muchacho hab?a vuelto tarde a casa y se dio cuenta que Linda estaba ah?, por lo que aprovech? esas horas de descanso y quietud y decidido fue hasta el cuarto donde mi bomb?n dorm?a. Con cuidado se arrodill? ante el lecho y en silencio empez? a besar la boca de mi chica babe?ndola por la calentura que ten?a. No pas? mucho tiempo y ella despert? entre molesta y confundida sin saber qu? hacer. No acertaba a darse cuenta qu? pasaba. Al principio, seg?n me cont?, al descubrir al intruso pegado a su cama pens? en echarlo de inmediato cuando advirti? la verdadera situaci?n. Sin lograr despertar del todo le reclam? al muchacho por lo que estaba haciendo. Linda sent?a su rostro h?medo por los apasionados ?sculos del furtivo visitante nocturno y en sus labios ten?a la sensaci?n y el ardor de lo que parec?an ser peque?os y delicados mordiscos que el tipo en su desesperaci?n le estaba dando. En un susurro para no generar alarma, pero asustada y alterada le recrimin? esa actitud depravada y abusiva.
?Qu? hac?s, Rodolfo. Qu? te pasa! Est?s loco? C?mo me hac?s esto? Andate por favor, vos sab?s que estoy de novia y me est?s faltando el respeto en tu propia casa. Dej?me, te lo pido!!...Mir? si se despierta tu mami, qu? va pensar de m?!!!?
El muchacho disfrutaba porque a?n ten?a en su boca el sabor y el olor de la piel de mi novia, y sus ojos estaban brillantes por el deseo y la lujuria que lo envolv?an.
A esta altura de los acontecimientos, Linda sent?a confusi?n y algo extra?o le estaba ocurriendo. Lo que pasa es que los besos en la boca y las caricias ya de alg?n modo la hab?an alterado y la situaci?n no le desagradaba. Preocupada le tomaba las manos a Rodolfo para evitar que siguiera con las caricias en su cuerpo pero tuvo que admitir que la sangre parec?a circularle m?s aprisa y sent?a cierta excitaci?n. Ten?a todav?a en su rostro la saliva y el perfume de ?l, y eso no le desagrad?, ya que siempre el chico le result? muy atractivo. Se sinti? turbada y en la penumbra las manos rudas y esos m?sculos le generaron un estremecimiento. Me dijo que se acordaba de m? y no quer?a fallarme, pero que como nunca hab?a estado as? con otro, en una situaci?n como esa y estaba ya muy caliente; le pareci? agradable lo que le estaban haciendo. De todos modos pens?, podr?a ser un juego que no pasar?a de unos besos y algunas c?lidas caricias. Linda se dijo que si no se dejaba dominar por la voluptuosidad, seguramente todo terminar?a ah? como un hecho anecd?tico, interesante para contarle despu?s a sus amigas.
El chico se mostraba empecinado y la besaba con ardor en la boca mientras le dec?a que estaba enamorado de ella.
Mientras ?l le hablaba en un susurro, Linda sent?a el aliento caliente con olor a tabaco en su o?do, a la vez que esas manos iban y ven?an a lo largo de sus piernas. Desde los tobillos sub?an hasta las rodillas y luego giraban acariciando sus gl?teos. Desde ah? pasaban r?pido a apretar fuerte sus firmes nalgas y ah? no m?s como si fueran reptiles, se met?an por entre el el?stico de sus prendas acariciando su piel tibia y excitante. Estaba lanzado y parec?a que no iba a detenerse. En cada movimiento mi chica detectaba la energ?a y la fuerza del aprovechador y se daba cuenta que ya estaba muy excitado.
La situaci?n se tornaba a cada paso m?s y m?s cautivante. Era peligroso porque si la mam? del joven despertaba, ella se morir?a de verg?enza. Lo que le estaban haciendo no era nada inofensivo y a esa altura cualquier mujer ya estar?a gritando por ayuda al sentirse abusada.
Linda estaba excitada. Qu? sensaci?n incre?ble le produc?an esas manos ajenas en sus partes ?ntimas!!! Decidida se dijo que val?a la pena avanzar. Siempre habr?a tiempo para parar y adem?s, no quer?a dejar de disfrutar ese momento que le produc?a algo nuevo, diferente. Rodolfo era muy lindo y le atra?a. Linda se retorc?a como una v?bora y se acurrucaba porque el calor aumentaba en su piel a tal punto que sus genitales ya estaban mojados.
La piel del muchacho ard?a y le contagiaba una especie de temblor o vibraci?n que le resultaba desconocida. En sus pensamientos imaginaba que a m? no me gustar?a lo que pasaba ah?. De todos modos esto que le hac?an era como alcanzar la felicidad en un instante. Qu? calentura que ten?a!! Sent?a verg?enza y a la vez placer. Las manos del joven le acariciaban suavemente la planta de los pies y luego sub?an por los tobillos. Cuando las caricias se localizaban en sus nalgas quer?a ya sentir que se las estrujaban y experimentaba la necesidad de que le hicieran da?o. Estaba asombrada y escandalizada porque al fin y al cabo, un degenerado la estaba manoseando y baboseando en una casa ajena, y a ella le gustaba.
Rodolfo comenz? a levantarle las piernas y sinti? que le sacaba la bombacha, mientras le chupaba los pies. Ya le hab?a enroscado el camis?n liberando su bella figura. La besaba en el cuello y luego en el vientre y cuando le abri? al todo las piernas le puso la lengua en su bizcochito que ya estaba empapado. Me dijo que en ese instante casi le sali? un grito de placer y de locura. Le costaba contenerse y era menester guardar silencio pues la mujer due?a de casa estaba durmiendo. La lengua ?spera del joven escarbaba y revolv?a suavemente entre los labios de su zorra y ella escuchaba que ?l murmuraba "qu? rico, qu? sabor especial ten?s, mi vida. Te la voy a comer toda" Mi chica estaba toda mojada y ya muy caliente, disfrutando de algo que as?, era toda una novedad para ella. Yo nunca hab?a llegado a tanto.
Linda ya no tomaba las s?banas con sus dedos tratando de cubrirse. En cambio se vio acariciando la espalda y el cuello del muchacho como agradeciendo lo que le hac?a. Con los dedos ?l le abr?a los labios de la vagina y met?a la lengua despacito lami?ndole el cl?toris a la vez como si fuera un rico helado. Claro; como me cont?, jam?s la hab?an hecho llegar hasta ah?. Era un momento de locura total. Mirando hacia el cielorraso de la peque?a habitaci?n, sus ojos buscaban en la penumbra quiz?s tratando de encontrarme, como si yo estuviera observando de qu? forma la manoseaban y calentaban en esa cama. Tuvo un pensamiento fugaz y durante un instante estuvo arrepentida porque supo que me estaba enga?ando. De cualquier modo, pensaba en m? pero a la vez se repet?a que eso que le estaban haciendo era lo m?s rico y placentero que hab?a experimentado nunca. Ni en sus m?s calientes fantas?as so?? que alguien podr?a chuparle as? la pepa y volverla loca de esa manera. Linda tomaba al chico por el pelo y le apretaba la cabeza contra su concha, como desesperada queriendo meterlo por ah?. Ni siquiera sab?a lo que era un Cunnilingus, pero ah? aprendi? lo exquisito que era que le chuparan la cola y luego la zorra de un solo lenguetazo. Casi gritaba de gusto. Rodolfo le met?a la lengua en el agujero del culo y se lo abr?a como una flor. De ah? pasaba hacia arriba y le met?a la nariz en la raja, para de inmediato chuparle con ardor los labios interiores de la concha. Se deten?a y atrapaba con la boca el cl?toris de Linda y le daba peque?os y suaves mordiscos. Eso la volvi? loca a tal punto que le tiraba el pelo al tipo mientras imploraba ?Basta, Rodolfo!! Basta por favor, no aguanto m?s!! Qu? me est?s haciendo, mi amor!! Me vas a matar, me vas a volver loca!!! Ayy, papito?qu? rico, por favor?estoy al l?mite!! no puedo m?s, te lo juro!!! Com?mela, com?tela toda, es tuya?si, si!!!??Linda se escuchaba a s? misma y no pod?a creerlo. Estaba actuando como una degenerada.
Alguna vez una de sus amigas le hab?a contado cuando le hicieron sexo oral y le resalt? que era muy bueno, pero Linda no lo imaginaba as?. Estaba loca. Rodolfo la hac?a delirar chup?ndole la zorra y en verdad nunca hab?a sentido semejante placer y lujuria. En su cabeza se mezclaban la verg?enza y el deseo.
Verg?enza porque ese muchacho la conoc?a desde hac?a tiempo y ella siempre se mostr? educada, muy seria y con una conducta intachable. Ahora ?l la ten?a en esa cama con las piernas abiertas de par en par y haci?ndola gritar de placer mientras le devoraba su delicada e inmaculada chichi.
Placer porque esto era irresistible. De verdad. Nunca le hab?an mamado el sexo as?, tan voluptuosamente y con esa maestr?a incomparable. Rodolfo era muy atractivo, y no pod?a negarlo: Le encantaba que ese pendejo le comiera la concha hasta matarla. La hacia gritar por lo bajo a tal punto que ten?a que meterse la s?bana entre los dientes para contenerse. Linda ten?a unos deseos locos de soltarle su meada en la boca para enloquecerlo del todo. Ella misma se desconoc?a. Estaba port?ndose como una perra caliente, pero no pod?a evitarlo.
Su amante ocasional era demasiado r?pido. Le chupaba las tetitas duras y con la otra mano le acariciaba delicadamente la almeja. Las cosas se le escapaban de control. En un momento ya avanzando, este demonio se le puso encima y pudo sentirlo c?mo jadeaba de la calentura. Le dec?a "mi amor, mi amor que rica que sos. Te amo? quiero hacerte m?a, bomb?n". Entre susurros mi novia le dec?a ?No Rodolfo, por favor. Soy virgen. No me hagas da?o. No sigas por favor, te lo pido??. El chico no respondi? y se acomod? sobre ella mientras la besaba en la boca.
Linda estir? y junt? un momento sus piernas tratando de evitar lo que se ven?a mientras sent?a remojada la vulva. Se dio cuenta que en los labios del muchacho a?n estaba el olor de su concha y los jugos que ella misma por el placer, desped?a abundantemente. El chico utiliz? entonces las rodillas para separar las piernas de mi novia y cuidando de no aplastarla con su cuerpo, ya casi con calculada precisi?n dej? que cayera el miembro justo sobre la zona peluda que estaba hinchada y remojada. Ya era inevitable. Se la iba a coger. Linda ya no pod?a ni quer?a hacer nada para pararlo. Con mucha pasi?n me contaba que ella percibi? el nervioso movimiento entre sus piernas de una verga dura, grande y caliente. Era a su entender, como un pedazo de material r?gido y suave, muy caliente, tanto que le quemaba la entrepierna. Le pareci? que era como un robot cabezudo que inteligentemente buscaba su dulce tajo para meterse. En ese instante mi chica calcul? que la verga que le estaban por encajar era m?s grande y gruesa que lo que ella conoc?a. A m? me la hab?a tocado y agarrado con ansias varias veces y en ese sentido era la ?nica experiencia. Muchas veces como dije, yo le pas? mi verga por sus piernas y sus nalgas, incluso en la puerta de su hermoso culo. Hasta ah? hab?a llegado. Jam?s ella hab?a sentido otra pija. Aqu? no se anim? a tocar por pudor, claro; pero apreciaba las dimensiones de esa cachiporra al contacto con su piel. Primero sinti? que se la pasaba como un pincel sobre la concha y ah? no m?s advirti? que ?l se puso un poco de saliva en la cabeza de la poronga. Se imaginaba lo que ven?a y sinti? un cosquilleo en el est?mago. Pudo percibir la enorme cabezota cuando se la apoy? en su peque?a raja y quiso meterla. El dolor fue muy fuerte y ella instintivamente lo quiso rechazar empuj?ndolo con las manos por el pecho. Le hizo doler y adem?s, pens?, no pod?a permitirle profanar lo que ella guardaba para m? como un tesoro. Sin embargo mi novia estaba muy caliente. No se aguantaba m?s. Ten?a la chocha toda mojada y se dio cuenta que lo mejor era dejar que Rodolfo siguiera. Ya estaba? y adem?s, se dijo ?Qu? rico que est? este pendejo!!!, me lo tengo que comer!!!?
Todo sumaba y conspiraba. Se encontraba muy lejos de m?. El calor de esa noche, el sabor que tiene una aventura, la inexperiencia a ese nivel, los besos c?lidos, el grado de excitaci?n, ese f?sico impresionante y en fin, todo el escenario era propicio para lo que le estaban haciendo. Emocionada como si lo viviera de nuevo, me cont? que el chico dio como un envi?n y ah? pudo ella sentir c?mo le entraba ese trozo duro y gordo en la inmaculada casucha. Era su primera vez. Sus ojos se llenaron de l?grimas por la emoci?n pero tambi?n por el dolor. Una gruesa pija le estaba entrando y su peque?a cueva parec?a que iba a partirse en dos. Linda tom? al hombre fuertemente por los brazos casi a la altura de los hombros y le clav? las u?as mientras intentaba apagar el grito de dolor y de gusto. Contra?a y estiraba los dedos de sus pies mientras dejaba escapar una especie de llanto contenido. Con mucha energ?a estrechaba su cabeza contra el cuello del muchacho mordisque?ndole la piel, pudiendo percibir el perfume masculino mezclado con el sudor de ese macho que estaba con la adrenalina a mil. Estaba extasiada mientras la pija le entraba y le sal?a lentamente. La concha le ard?a y le quemaba. Sent?a como sirenas de alarma en sus o?dos. Mi novia desesperada, flexionaba ahora con mucha fuerza las piernas que hab?an estado muy abiertas y lo atrapaba al muchacho casi por las nalgas apret?ndolo contra s? con sus talones, y mientras se fund?an sus bocas en un beso, la lengua del chico le llegaba a la garganta. C?mo ser?a el placer que mi ni?a sent?a que un hilo pegajoso de saliva le corr?a por la comisura de los labios. Ella me dio todos los detalles. Qu? rico polvo le estaban echando. Nunca se imagin? que ser?a as?!!! Entre el placer y el dolor descubr?a esa noche c?mo se coge, porque jam?s lo hab?a hecho. Sent?a como que sus entra?as se abr?an dando paso a ese pedazo de carne hirviente que la enloquec?a. Rodolfo sab?a coger. Se la estaba culeando con delicadeza y con mucho cuidado. No la maltrataba pero le demostraba que pod?a darle m?s y m?s. Le masajeaba las tetas y con los dedos hac?a como si sus pezones fueran perillas. Despu?s sacaba un poco la pija, no al todo, y; mientras paraba un instante, le chupaba las tetas despacito. Siempre, permanentemente le susurraba al o?do "mi amor, mi amor, que rica que est?s, te amo. Ahora sos m?a, por fin...Decime que me est?s sintiendo dentro tuyo, dale dec?melo, ricura?Decime que te gusta lo que te hago". Cuando ?l paraba de bombear, Linda sent?a que la cabeza hinchada de la enorme poronga le lat?a adentro y eso la volv?a m?s loca. Ah? ella empez? a pedirle en un grito ahogado que se la siguiera metiendo, que le gustaba mucho. Suplicaba como una puta: ?Rodolfo por favor!!! Met?mela toda, dale!!! Met?mela hasta la empu?adura, por favor, haceme da?o, asi, asi!!!? Le ped?a que no parara, que estaba rico y le gustaba. Le imploraba que por favor le partiera la concha sin piedad. Me confes? que fue algo sublime, pese al dolor. Enseguida el muchacho empez? a bombear lento pero firme, r?tmicamente yendo y viniendo. Ah? la locura se apoder? de ella. Quer?a gritar fuerte pero no pod?a. Gem?a como loca y parec?a que la cabeza le estallaba. Su coraz?n lat?a tan fuerte que casi pod?a escucharlo. Un temblor en todo el cuerpo se apropiaba de su persona y mientras ?l la besaba le dec?a "que rica concha que ten?s mi vida, al fin es m?a, sab?s c?mo he so?ado con ella todo este tiempo?. Te la voy a comer toda, ricura. No te vas a olvidar m?s de este polvo, mi amor. Nadie te va a volver a culear como yo esta noche, bomboncito. Yo sab?a que estabas muy rica y deliciosa. Siempre lo supe. Ahora sos m?a". Mi novia se volvi? loca. Empez? a imaginar que se sentaba sobre esa poronga gruesa y dura y que le desgarraban la casucha. El le chupaba las tetas y bombeaba como una m?quina. El placer la dejaba casi anulada y lo ?nico que le ped?a es que le diera m?s. Sin saber c?mo, Linda empez? un movimiento de vaiv?n con sus caderas y de esa forma dentro de su concha la pija del muchacho parec?a que estaba revolvi?ndole todo. Para ella, en su inexperiencia, esa era la pija so?ada. La de Rodolfo.
Nadie le hab?a ense?ado, pero mi novia estaba movi?ndose acompasadamente como una v?bora, de una forma tan sensual, que pod?a seguir perfectamente el ritmo lento pero firme del macho que ten?a encima. El s?lo hecho de sentir que se la estaban clavando as?, le produc?a un placer infinito, desconocido hasta ahora. Gem?a y sufr?a. Gozaba y disfrutaba del momento con un instinto animal. Pensaba qu? ser?a de m? si supiera lo que le estaban haciendo. Ahora entend?a por qu? sus amigas siempre le dec?an que dejara de ser virgen. Que se echara un polvo conmigo o con otro, pero que descubriera lo rico del asunto. Y la verdad, era algo delicioso. Se daba cuenta que estaba remojada y que sus jugos mezclados con los de ?l, ya humedec?an hasta las s?banas. Percib?a que suavemente unas gotas descend?an desde su concha hasta el culo. Ella estaba de espaldas y ten?a las piernas enroscadas en la cintura del tipo. Por momentos tuvo la intenci?n de sentarse sobre el chico y enterrarse la voluminosa verga hasta el fondo. La voluptuosidad la estaba ganando. No quer?a parecer una desesperada, pero; que hermosa pija ten?a ese pendejo. En algunos instantes, el jovencito le tomaba los pies y se los pon?a en su pecho, quedando su concha m?s cerrada a?n y sent?a entonces que aumentaba la fricci?n de los labios vaginales contra el instrumento. Esa pose la deslumbr?, porque la pija le llegaba muy profundamente, como si quisiera salirle por la garganta, tanto que le hac?a doler como si topara en algo. Mi novia mordisqueaba el cuello y los hombros del muchacho con desesperaci?n porque no pod?a gemir m?s fuerte. Alguien podr?a escuchar. Por nada del mundo quer?a que ese momento se terminara. Qu? divino era coger!!!. Qu? espectacular y fascinante era porque se la estaban culeando con todo en una provincia tan lejana y en una noche que parec?a so?ada. Estaba gozando como loca. Eso le gustaba tanto que no deseaba parar. El chico se puso saliva y le meti? el dedo en la cola. - Ufff!!. Papito, qu? rico!!! -dijo en un susurro en el o?do de Rodolfo abriendo desmesuradamente sus ojos a la vez que la boca se llenaba de saliva. El dedo dentro de su cola la deslumbr?. Eso era algo especial. Qu? locura!!! Nunca se imagin? tener esa sensaci?n. Las fantas?as la mareaban. Imaginaba entonces c?mo ser?a una pija en vez de ese dedo. La temperatura le aumentaba peligrosamente. Sin querer apretaba la cola y as? ejerc?a un movimiento como chupando, succionando con su rico culo ese dedo generoso que entraba y sal?a con un ritmo exquisito. No le import? que la mano del joven terminara quiz?s manchada con su mierda y que luego ?l lo contara entre sus amigos. Rodolfo le encajaba el dedo mayor en el culo masturb?ndola as? mientras se la segu?a cogiendo y le dec?a que esa cola era lo m?s rico que hab?a tocado. Mi chica estaba tan caliente que no pod?a m?s. Estaba loca. Quer?a m?s y m?s, y se imagin? que ser penetrada por la cola ser?a maravilloso. "Ayy rompeme la cola mi amor? Chup?mela por favor. Qu? divino es esto! Hac?me con el dedo un poco m?s. Chup?me el culo, papito por favor que estoy muy caliente... Qui?n te ense?? esto, divino. Huyyy que rico... Qu? rica pija que ten?s mi amor!! La quiero m?a, m?a!!!...Quiero toda tu pija, papito, te lo ruego, quiero m?s pija, mi amor, dale, dale, no pares te lo pido?hac?me fuerte, pendejo?partime, por favor!!!"-susurraba ella en el o?do del chico. La sesi?n no paraba. En la penumbra de la habitaci?n el joven met?a y sacaba la pija con una destreza incre?ble. Mi novia ya sab?a y estaba disfrutando de lo que era una verdadera culeada. S?lo lo hab?a le?do o escuchado en alg?n lado. Se preguntaba por qu? yo nunca me la hab?a cogido, si era algo tan rico. La poronga entraba y sal?a y le parec?a que su vagina iba a estallar. Los jugos le llegaban al agujero del culo y as?, el dedo segu?a jugando, remojado iba y ven?a con un peque?o sonido de mete y saca que pod?a o?rse apenas en la quietud de esa calurosa noche norte?a. Mi chica ten?a la concha toda hinchada y le dol?a pero el placer era enorme. En un momento Rodolfo le sac? la pija de la concha y elev?ndola con fuerza por las nalgas, empez? a chuparle el orificio del culo. A Linda le sal?an peque?os y entrecortados grititos de desesperaci?n. La lengua del atl?tico muchacho entraba en su cola y parec?a querer comerle su interior. La verg?enza se le mezclaba con el placer. Estaba como loca. Pens? que tendr?a que acabar para calmarse pero no hab?a experimentado c?mo hacerlo. El chico le chup? el culo apasionadamente y de repente volvi? a meterle la pija hasta el fondo en la concha. Rodolfo entraba y sal?a con m?s velocidad. El dedo hab?a ingresado de nuevo en su culo y casi le arrancaba algunas flatulencias. Linda emit?a un gemido interminable ahog?ndose contra los m?sculos del chico, mientras su estado de desesperaci?n aumentaba. Transpiraba mucho y cre?a que podr?a morir del placer enorme que experimentaba. Sinti? de repente c?mo un l?quido caliente le entraba en la vagina y tambi?n percibi? que le corr?a por los gl?teos. Por primera vez sent?a c?mo la leche de un tipo le llenaba la concha. No sabe si ?l la hizo acabar, ella cree que s?; porque recuerda que como se la cog?a, y a la vez le levantaba las piernas chup?ndole con mucha delicadeza los dedos de los pies, el placer fue infinito. Debe haber sido su primer orgasmo de verdad. Cuando el muchacho acab?, estaba exausto. Rodolfo sudaba y se relam?a como un le?n despu?s de devorar su presa. Sinti? ella cuando le retir? el dedo de la cola y ah? le dio un poco de verguenza. El orifico le ardi? ah? en ese instante y pudo sentir que un soplo algo ruidoso le sali? del culo. Tuvo verg?enza. Estaba sudada y su entrepierna toda mojada. Ahora ella lo empuj? con los pies y lo hech?. El sali? r?pido de la habitaci?n y se fue. Linda camin? hacia el ba?o meti?ndose la mano en la vulva como buscando o explorando. En cuanto se sent? en el inodoro, percibi? que su culo estaba dilatado. La sensaci?n era extra?a y hasta ten?a ganas de hacer caca. Expuls? varios gases uno tras otro. Agach?ndose pudo ver que de su chocho dolorido cay? sangre. Dice que de nuevo se acord? de m?. Se puso a llorar. Ya no era virgen, se dijo; y otro, no yo; se la hab?a cogido. Actualmente mi esposa est? muy rica. Han pasado los a?os y ya no quiere contarme de aquello. Dice que casi no se acuerda o no se quiere acordar. Yo de verdad quisiera verla cuando otro se la coge. Es muy bonita y se pone m?s linda a?n cuando est? culeando. Se le dilatan las pupilas y sus ojos negros se ponen brillantes. Tiene una concha riqu?sima y cada vez que puedo se la chupo hasta el cansancio.
No s? si a alguien le pas? algo similar. Este recuerdo me acompa?a siempre y me excita cada vez que lo traigo a mi memoria. Com?ntenme por favor. Esto me pas? de verdad. Quisiera saber si con ayuda profesional, puedo llegar a convencerla de que necesito que coja con otro. Es una satisfacci?n que me quiero dar y pienso que lo ser?a tambi?n para ella. Agradecer?a si alguien que conozca del tema me brinda informaci?n o sugerencias serias que de verdad me ayuden para hacerle entender que puede ser una experiencia hermosa para los dos.
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