después de 20 años de matrimonio al fin me anime a confesarle mi deseo de que otro hombre la coja, lógico fue su reacción de enojo pero en el fondo también le atraía la idea, por eso compre algunos de juguetes sexuales como vibradores, cremas sexuales y consoladores haciéndole dobles penetraciones con ayuda de los juguetes y de videos pornos.
Esa noche al calor de la relación sexual que estábamos teniendo me atreví a decirle que me gustaría verla coger con otro tipo, su primera reacción fue de enojo y recriminación total, hasta me pidió dejáramos de hacer sexo en ese momento, pero insistí cogiéndomela hasta ponerla mas caliente y continúe levemente con el tema, pues a ella le encanta fantasear y hasta que por fin logre q se animara, me dijo bueno si tanto insistes hagámoslo, yo sabía que lo lograría, lo conversamos y lo convenimos como queríamos total discreción y aceptación de ella me refiero a que le agrade físicamente, que excitación sentíamos, nos dispusimos a buscarlo en un lugar publico, acordamos ir a un bar donde nosotros podríamos elegir, así en caso de que no le agrade a ella pues quedaba en nada, ella se arregló muy bien se puso un faldita muy corta con tacos de media estatura se puso únicamente un hilo dental sin bra y no llevo puesto ningún tipo de medias, tenía las piernas descubiertas que delicia
Se puso una blusa muy pegada no muy atrevida pero bastante cómoda para poder sacar sus tetas con solo jalar un poco, estaba hecha una diosa, y como la cita era nocturna pues se puso un abrigo algo largo casi a la rodilla que preciosa se veía, no podía con mi excitación, pues tenía mi verga en erección todo el tiempo, me salto el corazón cuando ella vio y eligió a un joven de buen ver, me retire de la mesa para que ella actuara, fue fácil, llamar la atención de aquel tipo, conversaron él era una persona agradable, sin mucha más vuelta, pedimos unas copas, luego de conversar un poco más ella le hizo un ademan para que él se sentara mas junto a ella, me miro buscando mi aceptación, entendió que todo estaba bien
Puso la mano de el sobre su pierna se notaba que él estaba muy excitado acariciando las piernas y las tetas de mi esposa me acerque al oído de ella y le dije que fueran al sanitario y que hicieran lo que debían hacer, no se lo pedí dos veces y fueron de la mano, yo estaba que reventaba de tanta excitación, tardaron como 15 minutos cuando regresaron, se veían muy satisfechos, seguimos conversando el acariciaba sus piernas y sus tetas antes pero no tocábamos para nada el tema sexual, luego de un buen volvieron a ir al sanitario, ella ya no llevaba ropa interior pues me la dio a guardar la primera vez que regresaron le guarde el hilo dental en mi bolsillo del pantalón
Me imaginaba como cogía a mi esposa debería ponerla como quiso, pues ella es muy dócil cuando coge, ya que era hora de retirarnos pues cerraron el bar, lo que yo quería era correr a casa para desnudarla y hacerla mía, ya fuera nos despedimos camino a casa me conto todo lo que hicieron de principio a fin resulta que ni bien entraron al sanitario era como un pulpo tocándola besándola acariciándola entera introduciendo sus dedos en su vagina ya húmeda de la excitación, y ella también puso manos a la obra y saco su pene que era algo más gruesa que la mía al tiempo que el la volteo y estando ella de pie él le dio sexo oral por un momento para luego cambiar posiciones ella de rodillas frente a el para darle la mamada de su vida
Me comento que era excitante tener entre sus labios el pene de un extraño, luego de un momento la puso apoyada contra la pared dándole la espada y la penetro sin contemplaciones y la bombeo ya había cogido a mi amada ya sus vagina había sentido a un amante dentro de ella otro pene había acariciado su interior, ya su vaginita había acariciado otro pene que no era mío, ya se imaginaran como disfrutamos esa noche de placer en casa los dos solos luego de entregar a mi esposa. Así termina la primera gran experiencia.
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