Soy nuevo “literalmente” en la comunidad, desde hace poco más de 9 meses me he interesado en leer los relatos que a diario por este medio son publicados y ahorita siento el deseo inmenso, en parte como un fetiche, de compartir mis propias experiencias con todos Uds.Les comento, soy un joven de 20 años, universitario de Barranquilla, Colombia. Físicamente soy de 1.75m de estatura, morenito, de contextura delgada, cabello negro corto, de ojos cafés oscuros y por lo que me han dicho de buenos atributos y con ello me refiero a una cinturita delgada, buen trasero y de una mirada tierna y picara. Realmente no soy una persona superficial y es por ello que muy poca relevancia le doy al físico y por lo que no es natural en mí adular propiamente del mío. Pienso simple y sencillamente que tan solo el ser, las cualidades, los valores y la personalidad son plenamente fundamentales, lo que sentimentalmente puedes dar y recibir, así, de forma recíproca es en sí mi filosofía y estilo de vida.
Desde muy pequeño he manejado una personalidad muy tímida, era un niño de muy pocas palabras y bueno al ser el menor de 7 hijos siempre fui muy sobreprotegido por mis padres y como consecuencia de ello me distinguía por ser un santurrón (Al menos, muchos así lo han considerado) de la familia luego de mi hrno mayor quien es cristiano.
La historia que les relataré (de la forma en que la concibo actualmente) sucedió hace casi 14 años, en ese tiempo podría tener 6 años de edad, fue la primera vez que experimenté el sexo gay con uno de mis primos paternos, su nombre es Harry* para ese entonces él tenía unos 19 años, era un hombre alto de 1.80m creo, trigueño, delgado pero de muy buena contextura, era muy varonil y de brazos muy fuertes, buen trasero y en su entrepierna uff! “La Gloria”, a su edad gozaba de una gran dotación, su pene podría medir unos 20cm y era muy grueso, no estaría demás decir que no era lampiño aun así era demasiado sexy y atractivo. ¡Era (y sigue siendo) todo un adonis!
Conforme tengo uso de razón mis hermanos y yo siempre fuimos apegados a algunos de nuestros primos, aún más por el hecho de vivir uno al lado del otro; mi hermano Joe* de 9 años y yo jugábamos con nuestros primos contemporáneos en edad Elsy*, Mikel* y Mariana* en su casa (algunas veces Harry, al igual que otros dos primos mayores, estaban presentes interviniendo en el juego o proponiendo alguno).
Para ser más breve y llegar a lo verdaderamente interesante, resumiré diciendo que en algún momento dado Harry empezó a insinuarse ante mí. Sus intenciones cada vez se hacían más notorias, cuando estaba en frente de mí se manoseaba su paquete mordiéndose los labios y mirándome descaradamente; una vez mientras estábamos casi todos en un cuarto de su casa echando chistes a oscuras, él se acostó en la cama detrás de mí, donde yo estaba sentado y mientras los demás estaban descuidados llevó su mano por mi espalda intentado luego meter sus dedos para tocar mi trasero, yo inmediatamente reaccioné sin pronunciar palabra alguna, siguió intentándolo hasta que me moví de lugar.
En otra ocasión esperando a Mariana, quien se estaba bañando, él salió de su cuarto, estaba descamisado y con una pantaloneta cortita que dejaba apreciar la silueta de su enorme trozo, era grandioso, ¡Dios! Su pecho y abdomen eran una combinación perfecta; me vio solito en la sala y desde donde estaba empezó a agarrar su miembro por encima de la pantaloneta, en un momento dado y sin quitársela sacó su pene y comenzó a masturbarse haciéndome señas de que me acercara, yo me llené de mucho temor, no sabía lo que intentaba obtener de mí, no tenía conocimiento exacto de lo que ello significaba más sin embargo, sentía cierta curiosidad, era una sensación muy extraña que jamás había sentido, me sentía totalmente petrificado; en un momento dado mi prima venía del baño y él tan rápido como pudo se encajó nuevamente y se volvió a su cuarto, yo me quedé ahí como si nada, tenía miedo de decir lo que había acontecido y que no me creyeran.
Con el pasar de los días y las semanas, se presentaron similares situaciones hasta que llegó el día, ese día que él tanto había esperado y en el que, ignorándolo por completo, yo sería su banquete, su primera vez… A mi edad, en ese entonces, era un niño muy simpático, de cara redondita, tez suave, de una mirada vivaz, muy tierna y expresiva y una boquita rosadita; yo era gruesecito y cachetón. Era muy ingenuo claramente e inocente, de alguna forma todo ello en conjunto me hacía atractivo a los ojos de Harry, quien estaba loco de zacear prontamente sus más bajas pasiones.
Como de costumbre, estaba de visita en casa de mi tío un día de semana en la mañana, esperando a mi prima Mariana para jugar, Harry estaba allí, los demás estaban en el colegio y mi tío trabajando. Él fraguando su plan, la envió a casa de una hermana que vivía algo lejos, ella me invitó a acompañarla pero Harry se negó, afirmándole que yo la esperaría mejor. De esa manera él y yo quedamos solos, me intimidé fácilmente y sentí esa extraña sensación que me hacía inmóvil y reacio a musitar palabra alguna. Él se acercó a mí y acarició mi mejilla, me tomó de la mano y susurrándome al oído me dijo que jugaríamos un rato en el cuarto.
El me sentó sobre la cama y me dijo que nada malo pasaría y que no debía decir nada de lo que ocurriese porque de lo contrario mis padres podrían pegarme y castigarme, yo sólo pude asentir moviendo la cabeza que nada diría, supo que decir así para seguir adelante con lo que tenía en mente. Empezó a tocarme las piernas y me miraba fijo, simultáneamente agarrando su paquete, me tomó de las manos y me las llevó sobre su pantalón y me decía que se lo tocará, que ello iba a hacer todo mío en un momento; se quitó la camiseta y desabrochó su pantalón, estaba muy caliente casi podía sentir su respiración agitada con deseo de hacer de todo conmigo. Me desnudó y agarraba mi trasero, pronto sacó su bestial polla… Jamás en mi corta vida había visto algo semejante aun flácida era muy grande; acercó mi rostro hacia su miembro y me dijo que lo tomara con mis manos, sin saber lo que hacía solo seguía sus órdenes empezaba a moverse y cada vez sentía como ese gran trozo se endurecía y se hacía cada vez más grande. ¡Era algo inimaginable, digno de un actor porno bien dotado!
Lo acercó a mi boca y me dijo que se lo chupara cual si fuere un bombón (chupeta), todo eso llegó a estar en mi boca, él me tomó por detrás de la cabeza haciendo movimientos continuos introduciéndola más y más dentro de mí, pronto llegué a sentir arcadas y aun así el seguía empezaba a emitir unos sonidos, sonidos de placer, gemía de la excitación que le producía tenerme allí pegado a su miembro, saboreándolo totalmente, sus gemidos se hacían cada vez más continuos y fuertes a la vez que aumentaba el ritmo de sus movimientos, estaba imparable y disfrutándolo todo, en un momento dado la sacó y me dio golpecitos con ella en mis mejillas. En ese momento la sensación que antes ya había tenido se intensificó en mí, pensé, en mi ignorancia, que me enfermaría porque sentía en mi estómago “mariposas o algo así” moviéndose y a la vez quería saber qué otra cosa podría ocurrir luego.
Se empezó a masturbar y me dijo que me volteara, me colocó en 4 (sobre mis manos y piernas apoyados en la cama) y acariciaba mis nalgas con deseo salvaje, yo sentía estremecerme, se abrió camino en ella con sus manos y con sus dedos tocaba mi ano, era algo totalmente nuevo para mí sentía un gusto que no había experimentado antes, sus dedos allí hacían que una especie de corriente eléctrica viajara por todo mi cuerpo y me erizara todito, wow no lo podía creer, yo sin poder contenerme empecé a emitir sonidos parecidos a los que él hacía mientras se estaba masturbando.
Untó su dedo de saliva y empezó a dilatarme, era rico sentir esos movimientos que me hacía, no sabía exactamente por qué pero de alguna forma estaba disfrutándolo, no quería que dejara de hacerlo hasta que intentaba introducirlo y empezó a dolerme; yo me contraía y hacía caras de dolor, él se dio cuenta y se apoyó sobre mí para hablarme y me dijo susurrándome al oído y con voz muy agitada:
- Tranquilo, no te haré daño. ¡Ya verás cómo luego lo disfrutaras!
- Iré despacio. Sólo mantente así, tal cual estas.
Se levantó nuevamente, su pene estaba hinchadísimo, escurría de él mucho precum y con ello se lo lubricaba mientras se seguía masturbando, empezó a hacer movimientos hacia arriba y hacia abajo con su gran trozo entre mis nalgas, se sentía delicioso; mi temperatura corporal aumentaba gradualmente y yo solo podía musitar sonidos entre dientes.
Nuevamente se abrió pasó en mi trasero esta vez, posicionó su pene en la entrada de mi ano, que de por si es muy cerrado y apretadito, y empezó a empujarlo mientras me sostenía de la cintura, emití un quejido de dolor cuando sentí que el glande entró, no había experimentado dolor igual que ese y estaba por llorar, el me recostó sobre la cama y me tapo la boca. Siguió penetrándome suavemente hasta que gran parte de su miembro estaba dentro de mí, el empezó a moverse metiéndolo y sacándolo aumentado de ritmo, oh Dios, como se sentía, aunque me dolió muchísimo al introducírmelo sin contemplación luego fue cuestión de acostumbrarme a ello, era una sensación exquisitamente deliciosa.
Sus movimientos provocaban en mí que gimiera y gimiera más de placer, él al igual lo hacía con gran vigor, se encarnizó muchísimo más y llegué a sentir como todo su miembro entró totalmente, sentí un vacío dentro de mí, mis piernas temblaban y el seguía dándome verga sin parar, sus gemidos se hicieron muchísimo más constantes aunque ahogados en una densa capa de excitación, pasión, fuego y placer, parecía quedarse sin respiración, su trozo lo sentía muchísimo más duro dentro y sentía como me aprisionaba, yo sólo podía morder las sábanas y apretarlas con mis manos. Me tomó fuerte de la cintura y sus movimientos era más rápidos sentíamos un gran placer y yo particularmente sentía como algo se iba rompiendo poquito a poco dentro de mí, estaba por venirse, y antes de hacerlo, sacó su verga de mi ano, fue indescriptible como todo ese pedazo de carne salió de mi ano ya muy dilatado, se masturbó con una potencia increíble casi instantáneamente chorros de ese líquido espeso y blanco fueron expulsados de su gran miembro a la vez que él emancipaba maravillosos alaridos de placer reflejando gran satisfacción con cada uno de ellos... Uff la cantidad de semen que eyaculó fue muchísima y la regó todita en el piso.
Yo quedé atónito con esa escena tan candente y excitante, ese tremendo hombre totalmente desnudo, contrayendo su abdomen, gimiendo de placer, agarrando con vigor su gran polla y brotando de ella todo ese semen, ¡Cómo olvidarlo!
Luego de ello, él se limpió y se vistió e igualmente lo hizo conmigo notándose pequeñas manchas de sangre debido a que fue mi primera vez. Me recordó no decir nada a alguien si no quería que algo pasara, me regaló un dulce y nos quedamos en la sala viendo tele antes de que mi prima llegara. Pero esa no fue la última vez, luego de ello tuvieron lugar varios encuentros más entre los dos y que con suerte les comentaré posteriormente.
Espero haya sido de su agrado, de antemano, me disculpo si me extendí un tantito jeje, suele pasarme siempre que escribo cualquier cosa. Me serían muy gratas y relevantes sus apreciaciones, opiniones y críticas constructivas acerca de mi relato y de la forma en que éste fue escrito, humildemente tendré en cuenta cada una, en los siguientes relatos por venir.
Títulos tentativos de mis próximos relatos:
Diario de mi Infancia: Incesto con mi primo Harry* (Segunda Parte).
?A Mis 15 Años con Leo Pasión: Lo excitante de hacerlo con un hombre tatuado.
?Seducido en el Centro Comercial.
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