El primero en penetrar mi culo

FECHA: 6/27/2014

Soy una mujer que siempre había sido fiel a su pareja. Pero las cosas estaban algo mal entre nosotros, me tenía muy abandonada últimamente, cuando el estar así había sido por un desliz suyo. Asi que por ese motivo me plantee la vida de una forma diferente. Cada uno por su lado, compartiendo piso, eso sí, ya que no podíamos hacer otra cosa.

Entre tanto comencé a salir de vez en cuando y así conocí al hombre que me hizo gozar como nunca antes nadie lo había hecho jamás, además de ser el primero en penetrar mi culo, a continuación paso a relataros como ocurrieron los hechos.

Una de esas noches que salí sola, coincidí con un antiguo amigo en un bar, llevábamos como 12 años sin vernos, el estaba con un amigo y estuvimos hablando mucho rato, tomamos algunas copas y al final de la noche acabe con su amigo ya que él se marcho. Habíamos congeniado muy bien, me parecía muy majo y para encima era atractivo. Me acompaño hasta la puerta de mi casa y se despidió de mi dándome un beso en la mejilla, yo le mire y sin mediar palabra le bese en los labios, en ese momento como si hubiera activado un interruptor, comenzó a besarme con mucha pasión, paraba, me miraba a los ojos y volvía a besarme apasionadamente.

Abrimos la puerta del portal y como pudimos subimos la escalera corriendo para llegar a casa sin mediar más palabras. Nada más cerrar la puerta de casa me puso contra la pared del pasillo y continuamos besándonos apasionadamente. Me arranco la camisa de un tirón para comenzar a besar y acariciar mis pechos. Yo desabroche la suya comenzando a besar su torso desnudo ante mí. Se agacho a lamer mi coño súper húmedo ya que estaba muy excitada, al igual que él, no dejábamos de gemir y suspirar del placer del momento, jadeábamos como si nos faltara el aire para respirar.

Cuando salió de entre mis piernas de comerme mi palpitante coño, me agache para desabrochar su pantalón, sacar su dura polla y meterla en mi boca para comenzar a lamerla. Se la chupaba mientras el gemía de placer sujetando mi cabeza para que no parara. No quería que dejara de chupársela, pero yo no quería que se corriera todavía. Así que me levante nos quitamos la poca ropa que aun nos quedaba rápidamente y nos fuimos hacia la cama.

Lo tumbe sobre ella y me puse sobre él, pero poniéndole mi coño en su boca para que lo lamiera y comiera, tumbando mi cuerpo para poder chupar su polla y hacer un 69. Luego de un rato me cogió por las piernas girándome y me tumbo boca arriba, doblo mis piernas, se puso en medio y metió su dura polla dentro de mi palpitante y excitado coño. Yo acariciaba mis pechos mientras el no dejaba de empujar como un loco, mientras me decía que como le gustaba follarme. Continuamos así hasta que no pude mas y me corrí sobre su dura polla, la deje chorreando de todo mi jugo.

Después me puse a 4 patas y él se puso a penetrarme desde atrás, pero yo le ofrecí mi culo ya que tenía muchas ganas que me lo desvirgaran. El no se lo podía creer, me penetro con mucho cuidado, pero una vez dentro comencé a moverme como una loca, que delicia sentir su polla dentro de mi culo llenándome entera. Estaba muy cachonda y quería que me follara una y otra vez. El tenia mucho cuidado, pero cada vez la metía mas adentro al ver que yo no me quejaba y disfrutaba con su penetración, sacudía mi culo de arriba abajo y de un lado a otro mientras el no dejaba de darme palmadas en las nalgas a la vez que me cogía por las caderas para empujar cada vez más adentro de mi culo.

En el momento que note como su excitación iba en aumento, comencé a mover mi culo con más ritmo aun, le deje mis pechos al alcance para que los tocara y masajeara mis erectos pezones al tiempo que besaba mi cuello con suma pasión. No tardo en correrse dentro de mi culo, gimiendo y gritando de placer mientras eyaculaba y me llenaba el culo de todo su semen, mientras yo agitaba mi clítoris para volver a correrme otra vez antes de que sacara su polla de dentro de mí.

Después de ese orgasmo nos duchamos juntos y continuamos disfrutando el uno del otro. Teníamos mucha complicidad tanto fuera como dentro de la cama. Fue el primer hombre que me saco de mis casillas haciéndome pedir más. También fue el primero en penetrar mi culo, cosa que él no supo hasta más tarde que se lo dije yo, pero todo fue porque me saco totalmente de mis casillas de lo cachonda que me ponía y que actualmente aun lo consigue y además continuamos disfrutando el uno del otro cuando nos apetece.

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