Después del cumpleaños de Isabel que conté con anterioridad, Carmen comenzó a frecuentar a Isabel. Rápidamente nos caímos bien mutuamente. Ella es una mujer espectacular, a pesar de haber parido dos veces se mantiene muy bien. Con su metro setenta y sus tetas de 120 da el tipo de actriz porno. Además es muy guarra y desde que se divorció no deja pasar oportunidad para follarse a quien le apetece. En el cumpleaños de Isabel deslumbro a todos tragándose ocho pollas una detrás de la otra por el culo.
Resulta que el portero de mi equipo de futbol se casaba y decidimos organizarle una despedida de soltero. Me encargue de organizarla. Los participantes éramos siete más el novio. A 100 euros por cabeza, la idea era alquilar una limusina y unas putas para divertirnos. Al final se me ocurrió desistir de las putas e invitar a Carmen. Lo hable con Carmen y me dijo que hacer un gang bang en una limusina. Convencí a mis amigos que era mejor gastarnos el dinero en una tía de alta gama que en putitas baratas. Unas fotos de Carmen los convencieron fácilmente. Con Carmen, juntos organizamos el plan. Con los setecientos euros alquilamos la limusina con chofer por toda una tarde, una habitación de hotel donde Carmen se prepararía e iríamos a recogerla, compramos ropa erótica para Carmen y un arsenal de condones, ya que Carmen no se fiaba de la higiene de todos los invitados. Para la despedida Carmen se compró un tanga y un sujetador push up, además de un vestido extremadamente ajustado y corto que parecía explotar con el culo y las tetas de Carmen. Con ello y unos tacones de 10 cm, Carmen parecía salida de una película porno.
Pasamos a buscar a Carmen por su hotel. Carmen al subir a la limusina causo furor. Enseguida pregunto por el novio, se dirigió hacia él y le plantó un morreo en la boca mientras lo cogía de las manos y las apretaba contra sus tetas. La limusina ya había arrancado y no le había dado tiempo a Carmen ni a sentarse cuando nos abalanzamos sobre ella. Rápidamente le quitamos el tanga y sacamos nuestras pollas. Las había de todo tipo. Ella se sentó cómodamente y comenzó a chupar. Se puso tumbada con las piernas bien abiertas para que le comenzáramos a comer el coño. Carmen estaba súper caliente, a su alrededor estamos todos pajeándose o tocándola. Ocho tiarrones deseando meterla en su coño de putita cachonda. Ella entonces me cogió de la camiseta y me dijo, fóllame cabrón. Al penétrala, yo sin condón, sus gemidos se escucharon hasta fuera de la limusina. Al mismo tiempo la leche de uno de los chicos inundó la garganta de Carmen. Me corrí dentro de ella y me retire para dejar sitio a los demás. Pero algunos estaban tan calientes que le sacaron las tetas fuera del sujetador y el vestido y se corrieron sobre sus tetas y su cara.
Carmen se limpió tranquilamente y comenzó a comer la polla del novio despacio. Este se puso súper y se corrió dentro de la boca de Carmen. Entonces Carmen se dirigió al resto de nosotros y pregunto ¿vosotros también queréis no? Se oyó un si unánime. Nos puso en fila india a los siete y uno a uno fuimos follándola. Ella no tardó nada en ponerme como una moto otra vez y en correrse. Los que no la follaban le manoseaban las tetas y ella mamaba la polla de uno que terminó pintándole la cara con leche. Ella se limpió y le acercamos una copa de Champan para que bebiese
Le indicamos al chofer que se dirigiera al hotel y que estacionase en el parking. Carmen se arregló un poco y los ocho y el chofer subimos a su habitación. Una suite bastante amplia. Al entrar Carmen cogió al chofer, un tío algo mayor se arrodilló en frente de él y le bajo su pantalón y su bóxer. Ya tenía su polla bastante erecta, era de buen tamaño entre 17 y 18 cm y bien proporcionada. Carmen le agarró los huevos y se los empezó a amasar mientras lo miraba con sus ojos de perra. El chofer, cerraba sus ojos y gemía agitadamente. Su polla ya estaba al máximo. Ella metió la cabeza en su boca, le succionaba esta y le daba pequeños masajes con su lengua, de a poco iba tragándose toda la polla, hasta llegar a tener sus labios contra los huevos. Empezó a masturbarlo con su boca, sus labios recorrían todo el tronco de arriba abajo. El chofer entonces, empieza a gritar de placer y a contraer su cuerpo, hasta que le eyacula en la boca, aguanto menos de 5 minutos. Carmen se limpió con sus dedos los restos de semen que salieron por su boca, se desnudó y se metió otra polla en la boca. Dos de nosotros nos acercamos a Carmen y nos pusimos de tal forma que podíamos chupar sus tetas y sus pezones erectos. El novio se acercó por detrás de ella y acomodó su polla en la entrada del coño. Le frotó los labios vaginales con la cabeza de la polla un par de veces y después la metió dentro de ella. Empezó a montarla muy fuerte hasta que explotó dentro de ella. Otro chico tomó su lugar y siguió montándola hasta que ella tuvo su orgasmo.
Entonces Carmen se puso en cuatro patas como una perra sobre el piso y nos dijo que los nueve la íbamos a follar en orden por el culo o el coño, según prefiriésemos. Mientras una la follaba ella mamaría a otro para tenerlo listo para tomar el relevo por detrás. El novio fue el primero, ya que era su fiesta. Carmen se arrodilló frente a él y empezó, a comérsela, cuando estuvo listo ella se puso en cuatro y le dijo a otro le acerque su pija a la boca. Así mientras el novio la follaba vaginalmente, ella ponía a punto al siguiente que la follaría. La primera ronda casi todos la follaron por el coño, menos yo que decidí penetrarla analmente. Esto le encantó a Carmen, que se puso tensa y suspiro diciendo, por fin. Necesitaba tener una polla en el culo. Así ella llego al orgasmo y yo me corrí dentro de ella. En la segunda ronda nos quedamos sin condones, pero Carmen ya estaba tan caliente que nos dijo que siguiéramos adelante. Después de mi penetración anal los otros se animaron y la segunda ronda fue toda anal. Los nueve la follamos por el culo, y Carmen tuvo múltiples orgasmos. Ya para la tercera ronda algunos dejaron pasar su turno, para tomar aire, pero en ningún momento Carmen estuvo sin ser follada, siempre tenía una polla dentro de ella. Se notaba que a algunos ya les costaba más eyacular, pero igual seguíamos dándole. Carmen estaba de tal forma que podía vernos fallándola por detrás por medio del espejo de la habitación. Claramente le encantaba lo que estaba haciendo y le gustaba sentirse muy puta. Después de la tercera hubo una cuarta ronda y algunos hicimos la quinta. El piso que estaba debajo de sus rodillas era un charco de semen. Conté solamente en el hotel hasta 34 acabadas dentro de ella, la gran mayoría en su culo.
Entonces Carmen fue a darse una ducha y nosotros aprovechamos para reponer fuerzas. Al regresar ella se abalanzó sobre el más grandote de nosotros y sobre mí, nos acostó en el piso nos mamó las pollas y se montó a horcajadas sobre la polla de mi amigo, dejando su culo y su ano dilatado al aire. Entonces me pidió que la penetrase analmente, lo cual hice inmediatamente. Ella gemía susurrando: me encanta que me follen salvajemente los dos agujeros. Carmen se retorcía de placer con esa doble penetración. Los restante chicos algunos miraban, otros le apretaban sus tetas juntándolas y el chofer le dio su polla a mamar. No habría pasado ni 1 minuto cuándo le llenó la boca de su tibia lechada. Carmen paso entonces su lengua por la comisura de los labios para no dejar escapar nada. Yo acabe en su culo y me retire. Entonces los demás no le dieron respiro. El que me reemplazo, el pobre estaba tan caliente que al tercer bombeo se corrió dentro de ella y así con la leche aun saliendo del ano vino otro que se la metió sin piedad encontrando el culo tan agrandado de tanto traqueteo que se la sacaba y metía golpeando los huevos contra las nalgas de Carmen. Ella así tuvo un lujurioso sin fin de orgasmos. Sus gemidos ya eran gritos. Al final estábamos tan cansados que no podíamos follarla más. Entonces ella arrodilla frente a nosotros dejándose llevar por la lujuria del momento nos pidió que nos masturbáramos y la bañásemos de leche. Eso hicimos y nos vaciamos sobre su extasiado cuerpo. Carmen quedo en estado de shock de la cantidad de orgasmos que había tenido. Por otro lado, le costaba caminar. El culo lo tenía completamente dilatado y debía de dolerle horrores. La levantamos entre varios y la dejamos en la cama acostada. A propuesta mía, antes de irnos entre todos juntamos mil euros y se los dejamos como pago por todas las folladas. No le dejamos más dinero porque no teníamos más. De haberlo tenido mis amigos se lo hubiesen dado a ella ya que estaban encantados de la gang bang que la puta de Carmen nos dio. Yo sabía, que el pago, aunque simbólico la haría sentir más puta aun, cumpliendo así una de sus fantasías.
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