El Super del Pedregal de San Angel

FECHA: 3/22/2014

El Super del Amor

Alejandra un mujer joven, alta de aproximadamente 1.70 metros de estatura, delgada pero con un busto soberbio 32 B, una breve cintura y una cadera amplia. Su rostro bello y agradable. Estaba feliz hacía unos cuantos meses, ya que se había logrado casar con el amor de su vida Ricardo, sin embargo por el momento se encontraba deprimida, ya que su marido, ya no le hacía el caso que ella requería. Era una joven ardiente y fogoza, que requería atención y mucho sexo. Pero este último escaseaba en la casa del matrimonio.

En la mañana, le habla su amiga Laura y quedan de verse en el café del Pedregal, que está en la esquina de Crater y Agua. A las 12 horas.

-Hola Laura, como estas. Tanto tiempo sin vernos. Como esta tu marido Oscar.

- Hola. Alejandra le da un beso a Laura. Estamos bien gracias.
En eso se acerca la mesera
- ¿Un cafe? Si gracias y un pastel por favor.
- Igual para mi.
- Acabo de llegar de Mc. Allen, fui con mi esposo a hacer unas compras. Le comenta Laura.
- Que bueno, que Ustedes se divierten. Nosotros hace tiempo que no salimos, y con Oscar, ahora ya nada de nada.
- ¿Como que nada de nada?
- Si, hace tiempo que mi esposo no me hace caso, ya ni el amor lo hacemos. Creo que tiene una amante. Desde que cambió de secretaria, ahora tiene una jovencita muy delgadita, como de 20 años. Creo que anda con ella.
- Y tu, por que no la corres. Bueno es lo que yo haría.
- No puedo, no me deja, me tiene prohibido ir al despacho, desde el principio de nuestra relación. No sabes lo aburrida que estoy.
- Oye, hablando de aburrida. Laura, se le acerca más a Alejandra, para hablar omo en confidencia, sin que los vecinos de las mesas contiguas, puedan oirlas.
La mesera regresa con los cafés y los pasteles, los coloca en la mesa, junto con servilletas y las cucharillas.
- Gracias. Dice Alejandra.
- Desde, hace tiempo, quería comentarte, me platicaron que aquí en el Pedregal, acaban de abrir un Super con muy buen surtido de pan, salchichonería y todo.
- Y eso, a mi que me importa. Las compras las hace mi Ama de llaves. Ya sabes que a mi nunca me ha gustado ir al super. Invitame a comprar, ropa, lencería o zapatos, accesorios, no salchichonería.
- Ja, ja, ja, se nota que estas muy desinformada de lo que pasa en tu barrio.
- Si, ¿deberas?
- Este “Super”, no es como cualquier super. En realidad es un Chippendale. Y tiene un gran surtido de gigolos. Me cuentan que hasta negros vergudos hay.
- Oye, eso si me interesa.
- Por que no vamos al rato.
- Sale, me urge un sevicio completo. Necesito una pero grande, como el Dildo con el que paso mis noches de aburrimiento.
- Por eso te lo comento, ya se lo goloza que eres, desde el Colegio.
En eso terminaron el café y se dirigieron al coche de Laura, ya que ella sabía el domicilio.
No pasó mucho tiempo, en que estuvieron afuera del “Super”, aparentemente era una tienda de “Delicatesen Alemana”.
- Buenos días, “Madams”, en que podemos atenderlas.
- Queremos “El servicio Especial”, me han dicho que acaba de llegar un nuevo surtido de “Salchichas Vienesas”.
La joven y bella empleada, de largas y torneadas piernas, enfundada en un ligero y corto uniforme, que deja ver sus grandes caderas, cintura breve y grandes pechos le sonrie a Laura.
- Así es “Madam”, veo que Usted, es conocedora. ¿Quien la recomienda, con nosotros?
- La “Guera Lascurain”, la conoce.
- O si, desde luego, es de nuestras mejore clientas. Solicita les muestra el camino, señalandole una puerta, en la trastienda. Siempre con una gran sonrisa.
- Por aquí por favor “Madams”, abriendo la puerta y tocando un timbre, al parecer con varias pulsaciones en clave.
Las hace entrar y ella se queda dentro del Super cerrando tras ellas. – Espero encuentren lo que vienen a buscar, hay un gran surtido. Cuando terminen, las estaré esperando aquí.
Ellas se encuentran en un pequeño pasillo, al final se abre otra puerta y otra mujer madura les sale al paso.
- Bienvenidas, “Madams”. Pasen por aquí.
Hay un escritorio y sobre el, varias carpetas de fotos.
- Aquí pueden escoger lo que Ustedes gusten. Con confianza, hemos comprobado el estado de salud de todo nuestro catalogo. También tenemos los especiales voyeurs, sadomaso, mujeres, fisting, doble. Incluso, para gustos “gourmet” acabamos de integrar a un enano que tiene un aparato de 25 centimetros, un “bocato di Cardenale” y hace unos trabajos celestiales. Se los recomiendo. Y ya sabe aceptamos tarjetas de crédito. Con nuestra razón comercial, para evitar cualquier problema.
- Si, eso no es problema. Dice Laura hojeando el primer catalogo. Para mi un joven guapo, y si se puede bien dotado, tengo apetito normal nada fuera de lo clásico. ¿A quien me recomienda?
- Tengo lo que Usted, necesita, estoy segura que quedará satisfecha. ¿Y para Usted “Madam”?
- Yo tengo un gran apetito. Quiero algo fuerte que el cuerpo sienta lo que recibe.
- Creo que tengo lo que necesita. Pero el precio será un poco elevado.
- No importa.
- Que le parece un doble. Si. Queda pensando. ¿No le importa, que al menos uno, sea de color “oscuro”?
- Si, no me importa.
- Perfecto, todo lo tenemos dispuesto. Y se levanta del escritorio. Pasen por aquí, y las conduce a cada una a una habitación diferente.
- En un momento, sus peticiones serán satisfechas.
Alejandra, queda instalada en una habitación lo bastante amplia para una cama tamaño kingsizes, forrada de espejos, tanto en el techo como en las 4 paredes. Mientras espera, toma una revista con fotos pornográficas que contiene varias fotos de negros con pingas formidables cogiendo a jovencitas blancas.
De repente entra a la habitación un negro como de 1.85 metros. Vestía de Jeans, ajustados, en los que se podía apreciar un enorme paquete entre las piernas. Un sueter blanco de mangas largas y cuello de tortuga, donde se adivinaba un torso de toro y abdomen de lavadero.
- Hola, mi nombre es Micke Ferrell, y tu como te llamas? Agarrándola del talle con toda la confianza del mundo y plantándole un beso en la boca, metiendo su lengua hasta el fondo de su boca. Dejándole un sabor, a dulce dentífrico
- Me llamo Alejandra.
- Bueno que es lo que te gustaría que te haga primero. Mientras se despojaba del sueter. Dejando a la vista su amplio pecho y espalda en triangulo negro, totalmente depilado, luciendo su lustrosa piel y los enormes músculos.

Continuará..

Pronto la segunda Parte.

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