Sofía, la chica que me impactó

FECHA: 1/31/2014

En una ocasión, fui a la playa que está alejada de la ciudad con unos amigos, y ahí conocí a Sofía. Ella vivía allí, y por ende se pasaba todo el día en la playa con sus amigos. Era de esas chicas que se la pasaban todo el día asoleándose y bañándose en el mar, la típica chica playera. Era una joven que si bien no era bonita tampoco era fea, tenía el cabello rubio tostado y era cachetona, o sea tenía unas mejillas infladitas. Pero su cuerpo era divino, tenía un cuerpo dorado, tostado por el sol. Sus senos eran de tamaño normal, pero sus nalgas eran 2 manjares que debían ser probados con delicadeza y lujuria. Sus nalgas parecían carnosas y suaves, era un deleite verle el culo. Cuando me la presentaron en la misma playa ella llevaba un bikini amarillo de tamaño normal, no es como mi novia que le gusta ir a la playa con hilos dentales diminutos para que provocar a los hombres.

Hablamos un poco. Esa chica me impactó, sentía que necesitaba de su compañía, fue un amor a primera vista. Todos los fines de semana iba a esa playa solo para verla y hablar con ella. Hubo una ocasión en que mi novia se fue con sus padres de viaje por unos días, y yo fui a la playa para poder hablar con Sofía. Estábamos sentados en la playa y empezamos a hablar de nuestras cosas. Yo le dije que ella me gustaba mucho, ella me dijo que también yo le gustaba. Nos besamos y luego fuimos a su casa, entramos a su habitación. La desvestí, no fue muy difícil porque ella solo llevaba su bikini. Yo también me desnudé y empezamos a besarnos.

-No sabes cuanto he deseado este momento Sofi.

Ella solo suspiraba.

-No sabes cuanto te deseo Sofía, desde que te vi te he deseado.

Ella estaba con los ojos cerrados suspirando con nerviosismo.

-Déjate hacer mi amor.

Se le notaba un poco asustada.

-¿Qué pasa Sofía? ¿Estás asustada?

Me miró con temor. Ella no era virgen, pero había tenido sexo solo con 2 novios que tuvo y eso fue hace 2 años ya.

-No te preocupes, yo nunca te haré daño, te llevaré siempre en mi corazón.

Entonces le llevé su mano hacia mi pene.

-Tócalo, frótalo, siéntelo.

Ella no se resistió a que le llevara mi mano a mi pene. Luego hizo lo que le dije y me lo empezó a frotar.

-Así, así amor. Sigue.

Se notaba que la mano le temblaba. Le saqué la mano de mi pene y me eché boca arriba.

-Chúpamela.

Ella puso una expresión de sorpresa.

Por favor, chúpamela.

Ella acercó su cabeza lentamente y se lo metió a la boca. Con mis manos le guiaba el movimiento de la cabeza. Lo hacía bien, sentir su lengua en mi pene me hacía estar paré sin decirle nada y me senté en esa silla.

-Ven mi amor, te quiero poseer acá.

Ella se acercó con cierta duda.

-Vamos diosa del mar, pósate en mi-le dije.

Ella se sentó en mí suavemente, sentí como mi pene la perforaba delicadamente.

-¡OH!-solté un quejido.

Ella me miraba con timidez.

-OH mi amor, siempre te he querido tener así- le dije- ahora muévete.

Ella empezó a moverse, empezó a subir y bajar.

-Así, así, así…….-le decía.

Ella empezó a gemir y a hacer caras de dolor.

-Ay mi amor, ¡no pares! ¡Sigue!Yo le empecé a agarrar las nalgas, que deliciosas eran. Le empecé a meter el dedo al culo y ella no se quejó, así que empecé un mete y saca también con el dedito.

-Aaaaaahhhh………..

-¡Sofía! ¡Eres mi diosa! ¡Mi reina del mar!Ella empezó a gemir descontroladamente. ¡Bramaba como un todo herido!Esto me excitó más y me empecé a mover son la silla(gracias a sus rueditas) por toda la habitación.

-¡OH Sofía! ¡¡¡¡Me haces gozar muchooooooooooo!!!!Yo ya estaba al borde del orgasmo. Ambos empezamos a gemir, gritar y a hacer caras de dolor y placer.

-¡Ay! ¡¡Que rico!! -Me decía ella.

-¡Sigue cabalgándome!-le gritaba.

-¡¡Aaaaay!! -¡Sofi me vengo!

A la hora de venirnos ambos nos miramos a la cara. Tenía una cara de dolor impregnada con el sufrimiento por el placer que habíamos tenido. Al momento del orgasmo le

apreté las nalgas con fuerza.

-¡Que rico! ¡Méteme el dedo al culo!- me pidió.

Yo lo hice y así nos vinimos ambos, ella con un dedo en el culo. Luego nos quedamos a descansar ahí abrazados. Todo el rato que estuvimos ahí descansando le tenía metido el dedo en el culito. Le gustaba tener su dedito en el culito. Finalmente la cargué y nos echamos en la cama.

Conversamos por un rato.

-¿Alguna vez haz tenido sexo anal?- le pregunté.

-Nunca- me contestó.

-Quieres tenerlo ahora- le dije.

Me dijo que si, que una amiga suya le había dicho que el sexo anal era muy placentero si se concentraba lo suficiente. La puse en 4, le di un beso en el ano, lo lubricaba con mi lengua. Luego apoyé la cabeza de mi pene en su hoyito.

-¿Lista amor?- le dije.

-Si me dijo tímidamente.

Le empujé la cabeza hasta poderle meter la cabeza completa. Ella gemía mucho.

-Calma reina, es solo la cabecita- la tranquilicé.

Esperé un rato y metí un poco más. Ella respiraba de manera muy agitada, era más por miedo que dolor. Le metí hasta la mitad y empezó a gemir ahora si por dolor.

-Calma reina…. Reina Sofía….. Mi reina Sofía.

Me detuve para que su ano se acostumbrara a la mitad de mi pene que estaba dentro de ella. .Metí un poco más, luego de unos minutos y ella gimió con más fuerza.

-Mi reina Sofía…….

Ella gemía agitadamente. Al fin me decidí a metérsela completa.

-Reina, te la voy a meter completa, estate lista- le dije.

-Ya- me dijo entre gemidos.

Le metí de golpe el resto que quedaba.

-¡¡¡¡AAAAAAHHHHHH!!!!!!!- gritó ella.

-¡Cálmate Reina!- le dije mientras la agarraba de la cintura para que no se me escapara- Tu ano se va a acostumbrar a mi verga, relájate.

Esperé un buen rato a que su ano se acostumbrara a mi.. Mientras tanto me acerqué a su oído para decirle algunas cosas.

-Cálmate reina del mar. Ya te tengo enculada y no te vas a escapar. Imagina que no existe nada más en el mundo, solo mi pene en tu culo….. Mi pene en tu culo….. Repite- le dije.

-Tu pene en mi culo…. rico que tiene que estar relleno, si pudiera me quedaría clavado en tu culo para siempre y seríamos un solo ser por siempre.

Entonces empecé el mete y saca.

-¡¡AAAHHHHH!! ¡Duele!- me decía ella.

-¡Goza! ¡¡¡Gozaaaaaaaaaaaaa!!!- le gritaba.

Armamos un escándalo, nuestros gritos eran ya de desesperación. Ella gritaba como si la estuviera atravesando con una barra de acero incandescente. Yo gritaba de puro placer. Yo se la seguí metiendo hasta que sentí que me venía.

-¡Me vengo Sofi!- le grité.

Entones me vine y lancé el grito más placentero de mi vida. Caímos a la cama y poco a poco mi pene se fue zafando de su culo. Descansamos un buen rato, ella apoyada en mi pecho descansando, yo le puse su manito en mi pene para que me lo acariciara. Poco a poco mi pene fue retomando la dureza y le dije que me lo chupara. Ella lo hizo inmediatamente y empezó el chuponeo. Que rico era eso, lo que más me excitaba era que me estaba chupando la verga que le acababa de meter al culo, no se si se habrá dado cuenta o no, pero igual me la chupó. Me vine en su boquita y de ahí nos dimos un beso sellado en semen, mi semen… Luego de un rato nos fuimos a la playa a caminar. Al día siguiente regresé a la ciudad. Ella piensa que nos haremos novios con el tiempo, pero en realidad yo ya tengo novia. Pero lo que pasó luego es cosa de otro relato.

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