Lo cierto es que para m?, la situaci?n pas? de ser algo incomoda a muy molesta. Ya que la est?pida actitud de Hern?n, lejos de hacerme sentir bien, me incomodaba much?simo. Ya que sent?a como que me dec?a que yo era la responsable de su pobre aguante, que lo excitaba tanto y tanto que no pod?a controlarse. Y aunque tratamos por medio de varias maneras de que Hern?n no se viniera de manera tan r?pida, todo lo que experiment?bamos definitivamente no funcionaba.
Por lo que nuestra relaci?n comenz? a decaer, al grado que un d?a saliendo del trabajo me encontr? con Luis un ex novio m?o. Me invit? unas copas, y antes de que terminase de caer la noche, ya nos encontr?bamos entrando a un motel, recordando los viejos tiempos. Luis siempre fue bien impulsivo, y apenas entramos a la habitaci?n, me empuj? sobre la cama, me arranc? las pantis, y separ? mis piernas. De inmediato se dedic? a mamar deliciosamente todo mi co?o, mordisqueando de manera ?nica con sus dientes, mi ya inflamado cl?toris, arranc?ndome profundos gemidos de satisfacci?n. Al tiempo que yo con fuerza lo sujetaba por las orejas y restregaba lujuriosamente su rostro contra mi co?o.
Ese fue el inicio de esa larga y loca noche, entre Luis y yo. A medida que ?l me continu? mamando el co?o, lami?ndolo, chup?ndolo, y mordisqueando, yo pr?cticamente como pude, me fui arrancando toda mi ropa, hasta quedar completamente desnuda, entre sus brazos. Por lo que cuando comenzamos en serio a tener sexo, fue uno salvaje y sin control alguno. Me sent?a de lo m?s feliz sintiendo y viendo como la verga de mi ex novio, entraba y sal?a ya fuera de mi co?o, de mi culo o de mi misma boca. Al tiempo que ?l no dejaba de decirme una y otra vez, y de diferentes formas y maneras, lo buena y sabrosa que estaba.
A medida que continuamos Luis y yo teniendo un salvaje sexo de distintas y diferentes maneras y formas, no les niego que ocasionalmente pensaba en el pobre pendejo de Hern?n. Al grado que en cierto momento al salir del ba?o despu?s de asearme. Vi a Luis recostado en la cama, manipulando su mustio aparato, cuando se me ocurri? soltarle uno de los piropos que mi supervisor me dice en la oficina, los d?as en que decido ponerme una corta y bien ajustada faldita blanca, que pr?cticamente permite ver mis nalgas a trav?s de la fina tela.
As? que mirando fijamente la verga de Luis a medida que me acercaba a ?l, con la intenci?n de ponerme a mamar su verga, le dije como si tuviera rabia, o un fuerte enfado. Que porquer?a, por lo que el sinverg?enza de Luis se me quedo viendo, extra?ado por mis palabras, sin entender porque lo insultaba de esa manera. Cuando yo ya montando mis rodillas en la cama, continu? dici?ndole. La que me espera cuando regrese a casa, con mi marido. Y acto seguido me dediqu? a mamar como una salvaje su verga, hasta que nuevamente estuvo lo suficientemente dura para volverme a penetrar, pero por el culo.
De m?s est? decirles, que Luis casi se muere de la risa al escucharme decir eso. Al salir del motel, ambos quedamos en vernos en otra ocasi?n nuevamente. Al regresar a casa, encontr? al pobre Hern?n, esper?ndome en la sala, bebi?ndose un trago. Y apenas me pregunt? donde me encontraba, sin m?s ni m?s le dije. Acost?ndome con un verdadero hombre. Hern?n se qued? boquiabierto, sin decir una sola palabra, pero vi?ndome de manera tal, que no hizo falta que me siguiera preguntando, yo voluntariamente comenc? por decirle que me hab?a encontrado con Luis, persona que ?l conoc?a. Ya que cuando nos conocimos Hern?n y yo, Luis era mi pareja.
Como ya les mencion?, no hizo falta que Hern?n me preguntase nada, sus ojos me dec?an todo, deseaba saber intensamente, qu? hab?a pasado esa noche entre Luis y yo. Yo no s? qu? fue lo que me llev? a decirle a Hern?n todo lo que hicimos Luis y yo, aun a riesgo de mi propia seguridad personal. Quiz?s fueron los muchos tragos que me tom?, o por lo feliz que me encontraba, la cosa es que continu? contando con lujo de detalles todo lo sucedido. Lo raro fue que a medida que le iba diciendo a mi marido como le hab?a puesto los cuernos con mi ex novio, Hern?n lejos de mostrarse molesto, o humillado. Me di cuenta de que estaba sumamente excitado.
Al grado que a medida que yo segu? hablando, Hern?n se me acerc?, y de manera algo brusca me comenz? a desnudar. Oblig?ndome a que me tirase al piso de la sala, una vez que me arranc? toda la ropa. Separ? mis piernas y como un desesperado loco, se dedic? a mamar mi co?o. Quiz?s no de la misma forma o manera en que Luis lo hizo, pero la excitaci?n que me produjo fue tal, que al poco rato de sentir su lengua, labios y dientes, restreg?ndolos contra mi co?o, disfrut? de un mojado y profundo orgasmo.
Yo no pod?a creer lo que estaba sucediendo, ya que apenas qued? completamente exhausta, tirada sobre el piso de la sala, Hern?n se desnud? completamente. Saltando de inmediato sobre m?, y penetr?ndome de manera salvaje y sin consideraci?n alguna. Al tiempo que yo continuaba cont?ndole todo lo que Luis esa noche hab?a hecho conmigo, como yo le hab?a mamado su verga en varias ocasiones, y como sabrosamente me hab?a dado hasta por el culo. Hasta le cont? lo del chiste de que porquer?a tengo en casa, cosa que lejos de molestarlo, ofenderlo, o incomodarlo, le caus? much?sima gracia. Por su parte Hern?n era como si le hubieran hecho un trasplante de verga, o algo as?. Ya que sin cansancio, y sin venirse como un verdadero pendejo, continu? d?ndome verga hasta que los dos quedamos rendidos tirados en el medio de la sala.
Al despertarme vi a Hern?n completamente dormido a mi lado, y en su rostro marcada una gran cara de satisfacci?n, como hac?a much?simo tiempo que no se la ve?a. Fue cuando me record?, que cuando comenzamos a salir, yo aun me estaba acostando con Luis, y Hern?n lo sab?a. As? que despu?s de que prepar? el desayuno a eso de las diez de la ma?ana, despert? a mi marido, quien no hizo referencia alguna a nada de lo sucedido. Por eso cada vez que me doy cuenta de que Hern?n se pone algo ansioso, y apenas me lo mete se viene. Yo decido ponerme en contacto con alguno de mis ex novios, o en su defecto, salgo con el supervisor de mi oficina?.
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