Mi feminización 2 capitulo

FECHA: 6/30/2014
Al día siguiente, me puse la ropa interior que mi dueña me mandó, y salí de casa para verme con ella. Cuando estaba llegando me llamó por teléfono.

Vete a esta dirección que te doy, y pregunta por Miriam. Ella te dirá que hacer. Cuando termines me llamas por teléfono

Llegué un rato después a lo que parecía ser un gabinete de estética y pregunté por Miriam. Resultó ser la encargada.

Hola, vengo de parte de Eva.

Ah, eres tu? Si, me dijo que vendrías. Me contestó mientras notaba un brillo cómplice en sus ojos

Pasa y ponte cómodo

Me hizo pasar a un zona reservada y quitarme toda la ropa, yo esperé a quedarme solo, pues me moría de vergüenza que viera lo que llevaba puesto. Cuando me desnudé, me tumbé boca abajo en una camilla.

Ella vino enseguida y empezó a aplicar cera caliente por todo mi cuerpo: brazos, piernas, pubis, axilas, para a continuación depilarme. En una hora no quedaba un solo vello en todo mi cuerpo.

Me vestí y salí de aquel sitio. La verdad es que entre la depilación que acababan de hacerme y la ropa interior que llevaba, estaba como flotando, muy excitado y con ganas de más.

Llamé a Eva y me citó inmediatamente en su casa. Llegué allí y me hizo quitarme mi ropa de hombre y quedarme sólo con medias, bragas, liguero y sujetador, para comprobar el trabajo que me habían hecho. Acarició mi piel largamente, y se la notaba muy excitada.

Estoy muy satisfecha con como te ves, entiende que a partir de ahora quiero que vayas a este sitio cada 15 dias para que repitan el tratamiento, no quiero ver un solo vello en tu cuerpo.

Ahora quiero proceder a educar tus pezones

Dicho lo cual,, sacó unas argollas pezoneras de un cajón. Cogiendo las argollas, fijó una en cada uno de mis pezones, menos mal que se podían retirar cuando se quisiera, lo cierto es que sentir ese peso en mis pezones tirando de ellos hacía que estos se empezaran a excitar, y supongo que como fruto de esa misma excitación, empecé a sentir que estaban más grandes de los habitual.

Bien, dijo, llevarás esto siempre que estés en mi presencia, de esta forma conseguiremos aumentar la sensibilidad en tus pezones, y yo deseo que tengas unos pezones muy sensibles, que me hagan disfrutar.

Además, quiero que uses todos los días esta crema que te voy a dar, su objetivo es ensanchar los pezones, de momento no quiero darte hormonas para no perjudicar tu imagen de hombre, pero que sepas que esta crema tiene parte de hormonas, que fortalecerán tus senos y ensancharán tus pezones.

También debes usar otra crema para el vello, incluido el de la cara, su propósito es evitar que te salga vello, pero te advierto que también tiene hormonas en su composición, que hará que tu piel se vaya volviendo más femenina cada día.

Dicho todo esto, me ordenó volver a vestirme y salir con ella para realizar unas compras que nos faltaban.

En primer lugar, fuimos a comprar una peluca, me hizo probar varias, y a la dependienta le dijo que era para una fiesta de disfraces, yo me moría de la vergüenza, hasta que al final se decidió por una larga y lisa que le encantó

Luego, fuimos a una zapatería, y repetimos el proceso, me hizo probar varios zapatos, hasta que se decidió a comprar unas botas altas, de charol hasta la rodilla.

Finalizamos las compras en una tienda de modas, allí escogió un vestido muy corto de color rojo y un salto de cama de seda y encajes de color rojo también.

Con todas las compras, nos dirigimos hacia su casa, por supuesto a mí el estarme probando todas esas cosas, y el pensar que dentro de poco lo llevaría puesto, me tenía excitado a más no poder. A eso se unía el sentir mi cuerpo depilado, la ropa interior rozando mi piel y las argollas de los pezones, los cuales ya me parecían como si fueran a estallar de grandes que los tenía.

Llegamos a su casa, y me hizo desnudar, para a continuación ordenarme que me pusiera el vestido, la peluca y las botas.

Luego, ella procedió a maquillarme con mucho esmero y luego me puso unas argollas tipo clip. Cuando vi mi imagen en el espejo no me lo podía creer. Allí estaba yo, el macho, maquillado como una puta, con una peluca que me llegaba a los hombros, con unos pendientes, con un vestido cortito por el que casi asomaban unas bragas sexys, con medias y unas botas altas hasta la rodilla, y lo mejor es que me encantaba.

Fin del capitulo 2

Mi feminización

FECHA: 6/30/2014
Siempre me había considerado un hombre varonil, de hecho mi imagen está totalmente alejada de cualquier forma femenina. Rudo, muy velludo y con una forma de vestir muy masculina y sobria.

Todo cambio cuando conocí a Eva. Debo decir que siempre me atrajo el mundo BDSM, pero como sumiso. Tenía interés por explorar esa faceta de servir a una diosa de carne y hueso y complacerla en sus más pequeños caprichos.

Nuestra primera entrevista fue en una cafetería y ella insistió en que para entrar a su servicio debía ser capaz de aceptar todas sus órdenes, fueran cuales fueran. Entonces, y de improviso, sacó unas bragas de su bolso, eran rojas y muy pequeñas

Pasa al baño, y ponte las bragas. Luego iré yo a comprobar que lo has hecho.

Pensé en protestar, yo era un hombre, como iba a ponerme unas bragas? Pero la verdad es que Eva me gustaba mucho y no creí que la cosa pasara de ahí. Aceptando las bragas que me tendía pasé al baño. Curiosamente, ponerme aquellas bragas no me supuso un problema, sino que descubrí que incluso me gustaba. Ella llegó enseguida

Bájate los pantalones, dijo, y sonrió al ver las bragas puestas.

Bien, ahora quiero que te masturbas mientras yo te miro.

Dicho esto, yo empecé a masturbarme, supongo que la escena era extraña, pero precisamente por ser extraña me resultaba excitante. De pronto descubrí que estaba a punto de correrme, cuando ella sacó una pequeña cámara de fotos de su bolso y empezó a hacerme fotografías coincidiendo con que yo me corría. La verdad es que yo estaba en ese momento excitado, y ella creo que también. En su cara se reflejaba una expresión de placer y triunfo a la vez.

Bien, me dijo, ahora nos iremos, quiero que lleves esas bragas toda la tarde, y mañana acudas a verme con ellas puestas. Mañana por la mañana quedamos en el mismo sitio.

Al día siguiente acudía a la cita con las bragas puestas. Empezaba a acostumbrarme a ellas y me tenían excitado. Me hizo acompañarla a unos grandes almacenes cercanos, donde nos dirigimos a la sección de lencería.

Ahora, vamos a comprar unas cosas para ti, lógicamente las pagarás tú, pero yo las elegiré.

Me extrañó lo inusual de la compra, un conjunto de braga y sujetador, un liguero y unas medias, todos de color rojo, con encajes y muy sexys. Los compró, los pagué y después de eso

Vale, ahora vas al probador y te pones esta ropa, las bragas, las medias, el liguero y el sujetador, y cuando estés vestido me avisas.

Pero ¿Cómo? Una cosa es ponerme unas bragas y otra diferente ponerme toda esa ropa femenina, protesté

Tú eliges, o te pones esa ropa ahora mismo, o mañana en tu trabajo todos tus compañeros recibirán una copia de las fotos que te saqué ayer, ya veremos que les parece que te pongas unas bragas y te masturbes con ellas.

Dicho esto, no me quedó mas remedio que ir al probador y vestirme como ella me dijo, me puse las medias y el liguero, el sujetador y las bragas, y entonces la llamé.

Ella estaba radiante, se notaba que disfrutaba con esto.

Muy bien, preciosa, creo que en el mundo no hay nada más sexy que ver como un hombre deja de serlo y pasa a ser mujer.

Dicho esto, sacó la cámara y volvió a sacarme unas fotos, según dijo para su colección particular. Cuando terminó con las fotos, me hizo poner de rodillas y acercándose a mí se subió la falda, observando que no llevaba bragas

Ven aquí, perrita, ahora vas a hacer feliz a tu ama.

Acercó mi cabeza con sus manos hasta su sexo y me conminó a que pasara lengua por él. Estaba muy mojada y realmente disfruté comiéndoselo. Con mi lengua jugué con su clítoris y al mismo tiempo bebía sus jugos, para después enterrar mi lengua en lo más profundo de su vagina. Repetí esta operación varias veces, hasta que sentí que se corría encima mía, dentro de mí.

Así, perrita, bebe todos mis jugos, quiero que a partir de ahora sean tu bebida favorita, que te hagas adicta a ellos, que me supliques que te los de y disfrutes bebiéndotelos.

Yo notaba que iba a explotar de la excitación. Parecía que iba a romper las bragas de lo duro que estaba mi miembro. Ella después de correrse, lo observó y me dijo

Veo que tienes ganas de correrte, bien, hazlo, pero con una condición, a partir de ahora cada vez que quieras correrte deberás contar con mi permiso, deberás hacerlo vestida como estás ahora y deberás correrte sin tocar tu pene directamente.

No entendía nada, ¿Cómo quería que me corriera? Sin saber ni como, empecé a acariciar mi pene por encima de las bragas, pero no obtenía placer. Le supliqué

Por favor, ama, indíqueme como hacerlo, soy incapaz de cumplir sus órdenes.

Bien por esta vez te lo diré, pero que sea la última. Coloca tu pene entre los muslos, hacia atrás, y ahora acaricia por encima de las bragas la zona que queda en tu entrepierna, como si fuera una vagina.

Debo reconocer que me costó mucho rato, pero al final conseguí correrme.

Una cosa más, cada vez que te corras, quiero que limpies con tu lengua todo tu semen, creo que es importante para tu educación no solo que te acostumbres al sabor de mis jugos, sino que aprendas a saborear el semen de macho.

En aquel momento me quedé mirando las bragas manchadas de semen, era incapaz, y se lo dije:

Ama, no creo que sea capaz, me parece asqueroso.

Bien, en ese caso, haremos uso de las fotos que te ha sacado tanto ayer como hoy, seguramente en tu empresa te verán a partir de mañana como una “secretaria para todo”

No, por favor no haga eso, haré lo que usted desea.

Cerrando los ojos, llevé el semen a mi boca y empecé a tragar. Tenía un sabor salado y amargo, pero del resto no era tan desagradable como lo había imaginado, así que me lo bebí todo.

Los ojos de mi ama se iluminaron y apareció una gran sonrisa en su rostro.

¿Sabes perrita? Verte beber eso, así vestida me ha excitado otra vez, te salvas porque hoy tengo prisa, pero mañana te quiero ver a la misma hora y en el mismo sitio, y pobre de ti si no vas, ya sabes lo que te espera. Por supuesto, quiero que lleves la ropa que tienes hoy, las bragas, el sujetador, el liguero y las medias.

Mi primita Sara

FECHA: 6/30/2014

Acababa de preparar mis cosas para el fin de semana fuera, mientras mi mujer hacia lo mismo con sus cosas. Estaba dividido, siempre era agradable ver a mis padres, pero odiaba las bodas, no lo que implicaban como muchos ya que yo no tenía mala experiencia en eso. Ya llevaba diez años casado con Susana y no nos iba mal. Odiaba la parafernalia de las bodas.

Salimos a las siete de casa y esperaba llegar a las nueve por ahí a casa de mis padres, como vivíamos lejos aprovechábamos en irnos el viernes y así nos quedábamos hasta el domingo.

Susana se durmió a mitad del camino y tras mirarla pensé en lo acertado de haberla conocido y haberme casado con ella. Era una mujer estupenda y lo que más me gustaba de ella era su independencia, esa era sagrada al igual que la mía.

No nos atosigábamos, cada uno tenía sus espacios libres del otro. Ella tenía su trabajo y sus compañeras al igual que yo. Aunque salíamos en parejas también disfrutábamos de cosas por separado. No me gustan para nada esos matrimonios que lo hacen todo juntos, creo que eso quema a la pareja y más que unirlos los separa.

Nosotros casi nunca peleábamos, si es cierto que ambos éramos más bien fríos y también es cierto que jamás sentimos esa pasión arrolladora que parece consumirte según dicen. En contrapartida nos llevábamos estupendamente.

Si es cierto que a veces, sobre todo en la cama echaba de menos esa pasión que te desborda, pero tampoco puedo quejarme del sexo, ya que era continuo y bueno, aunque como os dije sin estridencias, a nuestro gusto. (Que equivocado estaba)

Llegamos a casa de mis padres y ambos nos recibieron encantados, dentro mis tíos también cenaban con nosotros. La noche estuvo muy bien, ya al final de la misma mis tíos comentaron si podríamos ayudarles a encontrar una habitación para Sara, durante tres meses iba hacer unos cursillos en la uni cerca de donde nosotros vivíamos.

Sara era mi prima pequeña, con la que no tenía mucho trato ya que por edades apenas coincidimos. Primero por mis estudios y luego por mi boda. Además me parecía una niña insufrible, entre sus padres y los míos la habían mimado en exceso.

-Podría quedarse en casa –dijo Susana sin pensarlo- verdad cari?

-Por mi… -dije resignado-

No me hacía gracia, además llevaba con la tontería tres o cuatro años sin verla, Susana la vio hace unos meses en otra celebración a la que no acudí por estar fuera.

-De verdad nos haríais ese favor? –dijo mi tía extasiada-

-Claro tía, no te preocupes –no podía negarme, adoraba a mis tíos-

Al día siguiente en la boda, estaba en la barra y me fije en como una chica y el novio hablaban acaloradamente, aunque disimularan se notaba que había familiaridad entre ellos.

Más tarde decidí investigar por mi cuenta y salí del salón buscando un baño. Me metí en uno de la planta de abajo del hotel y al final de un largo pasillo.

Estando dentro de uno de los reservados se apagó mi luz y en ese momento entro alguien, mire por la rendija y la vi. Era la chiquilla de la barra, detrás de ella apareció el mismísimo novio que empujándola hacia los lavabos empezó a besarla.

-Te deseo, no puedo evitarlo.

-Lo nuestro se acabó hace tiempo

-Uno más

Y de repente le dio la vuelta, subió su vestido y bajo sus braguitas, para en medio minuto penetrarla. No hubo caricias ni besos. Aun así ella gemía de placer a cada embestida, mientras mi polla crecía  al ritmo de ellos.

La estuvo penetrando más de un cuarto de hora cambiando de postura varias veces, para al final acabar corriéndose en sus tetas después de una buena mamada por parte de esa chiquilla espabilada como pocas.

Necesite otros diez minutos para tranquilizarme antes de regresar y me quede helado cuando se giró y vi a la chica del baño.

-Hola Gustavo

La mire sin saber muy bien de que me conocía y casi me caigo de culo al oír a mi tía decir.

-Gustavo ya no te acuerdas de Sara?

Esa mini diosa era mi prima repelente de coletas y aparatos en los dientes?

Pues sí, pensé mientras esos labios gorditos del color de las fresas maduras me estampaban dos sonoros besos. La evité el resto de la noche, cada vez que la miraba la recordaba gimiendo mientras el novio se la follaba. Me negué hasta a bailar con ella, hasta que no me quedo otra y la saque medio obligado por mi madre mientras oía  las risas de mi mujer y mi tío que bailaban divirtiéndose por ahí.

Nada más sentir su cuerpo pegado al mío me arrepentí de estar ahí.

-Me parece que no soy buena pareja lo mejor sería que lo dejáramos

-Por qué primito pareces incómodo.

Pasaron por nuestro lado la parejita formada por mi mujer y mi tío bailando entre risas cuando me dijo Sara:

-Cambia esa cara o no entenderá nadie porque me esquivas y por qué estás tan incómodo a mi lado. Piensa que ellos no me han visto follar en el baño. –Soltó sin más-

-Como sabes que estaba allí?

-Qué más da lo sé y punto

-No te da miedo que me chive?

-No, como taparías que en vez de pararlo te quedaste tras la puerta media hora disfrutando del espectáculo empalmado?

-Como sabes cómo estaba?

-Porque te vi salir y aun lo estabas fuera del baño. Vi como hacías tiempo en el pasillo antes de subir.

Era cierto en el baño no se bajaba por las visiones y tuve que salir al pasillo para olvidar lo que acababa de ver y relajarme.

-Por cierto primito sé que estabas porque te vi entrar, en todo momento supe que mirabas y eso fue lo que más me excitó.

Me dejo en la pista, ni cuenta de que la canción hubiera acabado. La seguí y mire su culo redondo y bien puesto, aunque si no lo estaba a los diecisiete…

El domingo regresamos a casa y una semana después mi tranquilidad se terminó. Desde el primer momento Susana y Sara se llevaron de maravilla, hasta pasaba más tiempo en casa.

No fue hasta dos semanas después, cuando empezó todo.

Por la mañana al levantarme nos cruzamos en el pasillo, ella iba en bragas y una camiseta y la recrimine, no sin antes mirar sus largas y torneadas piernas.

-Sara podrías vestirte para ir por la casa?

-Tanto te molesta? –Dijo insolente-

No le conteste la mire y me metí en el baño. De nuevo nos encontramos antes de salir por la puerta.

-Hasta la noche primito –me dijo sacándome la legua entre sus bonitos labios-

Su descaro de nuevo me excito y enfadado y di un portazo. Todo el día pensé en ella, en su frescura, en sus labios, en el sonido que hacia al correrse… no sé qué me estaba pasando, era mi prima y además una niña y yo no era de esos que se excitan con las chiquillas, siempre las preferí casi de mi edad y hasta mayores.

Durante toda la semana cada vez que nos quedábamos solos Sara me hablaba al oído, se pegaba a mí y se insinuaba sin vergüenza. Cada mañana me despertaba y lo primero que veía eran sus piernas y el principio de sus coloridas braguitas. Además siempre antes de irse me sacaba la lengua cosa que me ponía aún más a cien.

Una noche mientras Susana leía una revista yo terminaba la cena, Sara vino a ayudarme y como siempre por casa solo llevaba una camisola de tirantes, no era excesivamente corta pero se pegaba a cada curva de su cuerpo. Volví a empalmarme.

-En que piensas primito? –Me pidió mirando mi pantalón con descaro-

Estaba amasando la base de la piza con las manos llena de masa cuando ella poniéndose a mi lado me acaricio sobre el pantalón.

-Sara, para que crees que estás haciendo?

-Déjame Gustavo solo quiero tocarla un poco, no seas borde primito.

-Estate quieta, deja de hacer eso –dije sintiendo como crecía bajo su mano-

Entonces Sara metió su mano dentro del pantalón de mi pijama y me agarro la polla poniéndose detrás de mí empezó a meneármela lentamente.

-Que grande y gorda es primito, me encanta tu polla.

-Basta Sara por favor

Moví las caderas intentando zafarme pero eso solo incremento su movimiento y sentía aún más su mano pajeándome con descaro.

-Sigue con la piza

Me dijo al oído rozándome con su lengua, esa condenada chiquilla sabía lo que estaba haciendo, movía su mano por toda la base de mi polla y pasaba la palma por el capullo hinchado arrancándome un jadeo involuntario.

-Ves primito como te gusta?

Apretó más fuerte y metió la otra mano que fue directa a mis huevos, los sopeso y luego les daba pequeños tirones que me llevaban al paraíso. Mientras sus labios calientes y húmedos besaban mi nuca, mi cuello y volvía a mordisquear mis orejas. Mis puños se clavaron en la masa mientras sentía como crecía lentamente el orgasmo ella también lo noto por mi respiración acelerada y justo cuando estuve a punto paro. Casi grite de pura desesperación, cuando ella retiro la mano y se apartó, al momento entro Susana.

-Qué tal va la piza?

Pegue mis caderas a la encimera para que no notara mi erección, seguí amasando furiosamente mientras ella cogía una bebida y Sara fregaba unos vasos.

Mi polla palpitaba cuando Susana salió de nuevo y Sara me miro acercándose.

-Sigo primito? Quieres que haga que te corras?

Me dijo de nuevo al oído pegando sus tetas a mi espalda, el deseo me mataba y simplemente asentí con la cabeza. Entonces Sara metió de nuevo su mano aun mojada y agarrando fuerte mi polla que no había perdido un ápice de erección, la meneo con dureza y cuando la otra mano mojo mis huevos calientes y llenos de semen de tantos momentos acumulados me corrí en su mano, sentía mi semen saliendo a borbotones y resbalar por mis muslos mojando mi pantalón, mientras luchaba por no gemir mientras me corría como nunca.

Luego sin perder su insolencia se rio y me saco la lengua mientras sacaba la mano de mi pantalón llena de mi semen, a continuación lamio sus dedos sin dejar de mirarme. Me pareció tan golfo y morboso que volvía a estar excitado.

Tuve que ir a limpiarme y a cambiarme para la cena, después de la cual me acosté el primero.

Me despertaron unos sonidos raros y fui al salón y vi a Sara de rodillas en el sofá, ella me vio y de repente oí a Susana jadear, entonces me di cuenta de lo que pasaba mire el reflejo en la tele y vi las piernas separadas de Susana y la meno de Sara entre ellas. Sara masturbaba a mi mujer que jadeaba. Me sonrió y luego le dijo a Susana.

-Ven a mi cuarto

-Y si se despierta?

-Cerraré y le diremos que me probaba algo.

Salí rápido por el pasillo y con la puerta entreabierta las vi pasar. Sara cerró y luego abrió sin hacer ruido. La muy puta sabía que miraría.

Vi como tumbaba a mi mujer en la cama y le quitaba las bragas, mientras Susana sumisa se entregaba a ella. Separo sus piernas y bajo su cabeza empezando a lamer su sexo, Susana daba pequeños gritos de placer. Mi polla apuntaba ya al techo mientras ella se retorcía con la lengüecita de mi prima.

-Te gusta Susana?

-Me comes el coño como nadie, sabes que me encanta desde el primer día que nos vinos

Me quede alucinado esas dos follaban desde que se conocieron y yo sintiéndome culpable por mi paja, mientras la golfa de mi mujer agarraba a mi prima del pelo para que lamiera bien su coño.

Se corrió dos veces más mientras yo miraba extasiado.

-Ahora me toca –dijo mi mujer-

Y quitando las braguitas de Sara empezó a lamerle ese coñito que poblaba mis sueños, la chupaba como yo anhelaba hacer y Sara se corrió.

Me fui a mi habitación y me di la vuelta para que no notara mi excitación, oí como tomaba su pastilla y cuando se tumbó intente tocarla fingiendo medio dormir. Ella me aparto la mano y me dijo.

-No cari acabo de tomarme la pastilla para dormir.

Me levante cabreado a beber y al volver Sara estaba en la puerta de su habitación.

-Que quieres? –le pregunte enfadado-

-Estas enfadado conmigo?

-Déjame en paz Sara, que quieres volverme loco?

-Me gustaría volverte loco y que me follaras

-No te basta mi mujer?

-No es lo mismo, prefiero tu polla.

-Vete a la cama

Ella se dio la vuelta y me quede mirando su culo, meneaba las caderas y se giró a sacarme la lengua como siempre y no pude más. Di dos pasos y me plante ante ella, la cogí de la nuca y devoré su boca, la chupe y la mordí con tanta rabia como deseo, ella no solo no escapo sino que gimió bajo mis labios.

Puse mis manos en sus hombros y el empuje, ella se arrodillo y pronto saco mi polla, la cogió de la base y se la metió en la boca. Con una mano me la meneaba mientras su lengua recorría toda mi polla antes de metérsela en la boca y succionar. Madre mía como la chupaba la niña.

En menos de cinco minutos jadeaba apoyado en la pared en el pasillo de mi casa a punto de llenar la boca de esa niña de semen.

La cogí de la nuca y la empuje más justo antes de correrme, me corrí en su garganta, en su boca y ella lamia con avidez sin dejar escapar una sola gota.

Metí mi polla limpia en mi pantalón y me fui a la cama dejándola allí de rodillas, no se quejó, no dijo nada ni cuando la mire antes de entrar en mi habitación.

Necesitaba más, quería más. Pero no con Susana en casa.

Al día siguiente como cada día Susana salió primero y ella ya vestida estaba a punto de salir para la universidad cuando me desperté.

-Buenos días, ya me iba  -me dijo sin más-

En dos zancadas más estuve a su lado, ella entreabrió la puerta y yo la cerré.

-No –le dije-

-Porque, aun sigues cabreado?

-No, sigo cachondo y necesito follarte

Ella se fue a su habitación sin decir nada y yo la seguí. Allí dejo la bolsa que usaba y poco a poco se desnudó ante mi atenta mirada.

-No vas a decir nada? –le pedí-

-Fóllame Gustavo

La cogí de la mano y subiendo una pierna a la cama, se la metí desde atrás. Ella chillo y yo también al sentir su estrechez, su calor, la manera en la que su vagina apretaba mi polla. La cogía de las caderas y le daba fuerte. Subí mis manos y agarre sus tetas tiesas, redondas y suaves como la seda. Mi polla no entraba del todo pero ahora no soportaría más profundidad.

Ella jadeaba a cada arremetida de mi polla y eso que solo metía media. Sentí como se tensaba justo antes de sentir como mi polla se mojaba con su orgasmo.

La senté en la cama y separando sus piernas me arrodille a lamer su lindo coñito, que sabía a gloria. No deje de succionar hasta que volvió a correrse en mi boca jadeando como una posesa.

Luego agarre mi polla y la pasee por su humedad, la lleve a la entrada y de nuevo la penetre muy despacio, sintiendo como se abría, como me acogía en su interior.

-Que rico, me siento tan llena. –Dijo ella entre suspiros-

-Tu sí que estas rica primita, que coñito tienes

-Deseaba tanto tenerte dentro

-Y yo estar cariño, me moría por follarte desde esa boda

Cuando estaba a punto de volver a correrse se la saque y la levante de la cama, me senté a los pies de la cama apoyando la espalda en ella y  Sara poniendo un pie a cada lado bajo clavándose mi polla, yo la cogí del culo y le dije:

-Muévete puta, clávate bien mi polla

Apoyo las rodillas y se balanceaba sobre mi polla cuando tras hacerla lamer mi dedo, busque su ano y empuje un dedo de un solo golpe ella chilló de dolor pero siguió moviéndose, yo empecé a penetrar también su culo con ahora dos dedos mientras mi polla acariciaba su vagina, ambos enloquecíamos por instantes.

-No aguanto más, dónde puedo?

-Donde quieras, por cierto tu dedo… me encanta, es la primera vez

Añadí otro y empuje con fuerza, me encantaba ser el primero en su culo y ya soñaba con un día follárselo con mi polla.

-Estas protegida?

-Si aunque también es mi primera vez a pelo, quiero sentir tu semen primito, tu si

Uff eso termino de lanzarme, no pude retenerlo más cuando note sus espasmos empuje mis dedos y mi polla y empecé a descargar mi semen en su vagina, ella chillaba como loca.

-Que rico sentirlo primo, que rico

Cayó sobre mí casi sin sentido tras nuestros larguísimos orgasmos. Mi polla aun palpitaba en su coñito. Ninguno se movió hasta que tiempo después nos duchamos y volvimos a follar… ni me reconocía.

Mi vecino

FECHA: 6/30/2014

Voy a relatar cómo me dejé dominar por mi vecino, si hace meses alguien me hubiera dicho que ahora me encontraría en esta situación no lo hubiera creído siempre he sido yo quién ha manejado a los hombres a su antojo gracias a mi juventud y belleza, para que os hagáis una idea, soy alta piernas largas y bien torneadas, cintura estrecha, grandes pechos y ojos verdes, en principio mi pelo era castaño pero lo teñí de rubio para causar un mayor impacto. Y como he comentado antes, me he aprovechado de mi belleza para conseguir todo lo que quería, incluso en el instituto me acosté un par de ocasiones con mi profesor de matemáticas que estaba casado y conseguir así las preguntas del examen final.

Al empezar la universidad convencí a mis padres de que me alquilaran un apartamento para poder así tener más independencia. Llevaba ya un par de semanas cuando una mañana me encontré un matrimonio en el ascensor, calcule que los dos ya tendrían cincuenta y muchos, sesenta y pocos. Ella, Carla es bajita, entrada en carnes y con un semblante muy serio, nunca me ha dicho nada cuando me la he encontrado, no me cayó bien desde el primer momento y su marido José, todavía menos tenía una mueca enfadada que parecía no abandonarle, de mi altura, calvo y una buena barriga cervecera.

A partir de ese día me encontré a José varios días más en el ascensor sin su señora, le decía buenos días pero ni siquiera me miraba, era una falta de educación pero estaba tan acostumbrada que todos los hombres me devoraran con los ojos que al tratarme con esa frialdad me ofendió como mujer así que cuando estaba a mi lado siempre mostraba una actitud más coqueta, apartaba mi cabello largo para que tuviera mejor visión de mi escote, me topaba sin querer para que mis pechos suaves le rozaran sin querer….pero nada parecía funcionar o al menos eso pensaba yo hasta que una noche regresando a casa lo volví a encontrar.

-          Buenas noches – comenté tan amable como siempre pero no obtuve ninguna respuesta.

En ese momento no me fijé que, al vivir dos pisos más abajo el ascensor no paró hasta llegar a la quinta planta.

Al abrir la puerta de mi apartamento sentí un fuerte empujón que casi me hace caer al suelo.  Miré hacia atrás y José llenó e umbral cerrando la puerta tras de sí.

-          ¿Pero qué coño haces? – pregunté enfadada y sin estar asustada.

Todavía sin decir nada vi cómo se estaba desabrochando su amplio cinturón.

-          ¿Qué te crees que haces? –

Con una mano cogió mi cabella con fuerza pero dejé que supiera que me hizo daño, me obligó a arrodillarme y antes de que pudiera hacer nada por fin habló para decirme.

-          Llevas todo este tiempo calentándome y ahora te voy a dar esa ración de polla que tanto has suplicado –

Me puse roja de rabia, como se atreve a hablarme así pensé. Terminó de deshacerse el cinturón, bajo su pantalón lo suficiente para mostrarme bien su miembro delante de mí. Era grande y gruesa, su excitación era notable y eso me calentó. Que su excitación le dominara, que me tratara de esa forma como si solo fuera un trozo de carne del cual puede divertirse si le apetece…eso me calentó. Me gustó sentirme al dominio de un hombre, sobre todo al ser alguien quién no podría alcanzar a una chica como yo.

-          A qué esperas ¡Chúpame la polla! –

Hizo fuerza y acercó mi cabeza hacia su miembro, no me lo pensé mucho y empecé a chupar con ganas. Enseguida sentí sus gemidos de placer y esa mano que me cogía con fuerza el cabello la iba relajando. Con una mano acaricie la parte que mi boca no podía alcanzar.

-          Joder. Ya sabía yo que no eres más que una puta desesperada por un buen macho que le dé lo que tanto necesita –

Al escuchar sus palabras aceleré el ritmo y ya no pudo hablar, sus gemidos de placer llenaron el oscuro salón.

-          Se nota que eres una experta – dijo entre gemidos.

Relamía con gusto esa barra de carne caliente, mi lengua recorría todo lo que encontraba a su paso. José bajo su mano libre hacia mis pechos, encima de la ropa y empezó a magrearlos.

-          Que tetas tienes puta –

Al sentir llamarme de esta forma me calentaba más. Nunca antes un hombre e había tratado así, siempre habían sido delicados y tiernos y me excitó de sobremanera que José me diera caña.

Vi que empezaba un pequeño tembleque.

-          Me corro puta. Me corro –

Con sus dos manos cogió con fuerza mi cabeza y empujó con fuerza varias veces hasta que sus chorros de semen se hundieron en mi boca a los cuales no tardé en tragarlo hasta la última gota. Me encantó su sabor. José respiraba con dificultad.

-          Joder me has dejado seco, puta –

Él estaba satisfecho pero yo estaba muy caliente, creía que se quedaría para jugar un rato conmigo pero para mi sorpresa, abrió la puerta y me dejó allí estupefacta.

Días después todavía no tenía noticias de José, no me lo encontré en ninguna parte y estaba enfadada por cómo me había dejado, desde ese día cada noche me masturbaba como loca pensando en lo que había pasado, en el modo en cómo me trato y en las ganas que tenía de que me a metiera. Hasta había pensado en llamar a su casa pero no iba a arrastrarme de esa forma y menos con su esposa de por medio.

Una semana después estaba decidida a olvidar el asunto, salí de casa y allí estaba esperándome, me empujó hacia adentro como la vez anterior y cerró la puerta.

-          ¿Me has echado de menos puta? – dijo entre risas – ¿Quieres un poco de leche caliente? – termina de decir desabrochándose el cinturón.

Ya, enfadada le dije.

-          ¿Qué te crees que es esto? ¿Qué voy a chupártela cuando quieras y ya está? –

-          Uy está enfadada la putita – seguía riéndose el desgraciado.

Si cree que puede jugar así conmigo va listo.

-          Vete ahora mismo de mi casa –

Su respuesta fue cogerme con fuerza del cabello como la vez anterior pero en lugar de obligarme a arrodillarme me beso con rudeza metiéndome la lengua hasta la campanilla, primero ofrecí resistencia pero finalmente le devolví el beso y fue cuando aprovechó para apartarse, coger mi blusa y romperla, como no llevaba sostén mis pechos quedaron a su disposición, no tardó en devorarlos. Los manoseó con rudeza y los chupó con fuerza. Me puso a mil. Me despojó de la falda y mi ropa interior sin casi darme cuenta. Estaba desnuda ante él, entonces se desabrochó el pantalón, dejando fuera su miembro como la ve anterior pero con otra intención.

Estaba tan deseosa de sentirme poseía por él que cerré los ojos y esperé que me penetrara pero no pasó, no tardé en sentir toda su carne dentro de mí, me penetró con fuerza y un grito de placer y un poco de dolor salió de mis labios. Le daba igual cómo estaba yo, solo quería satisfacerle con mi cuerpo joven y eso me encantaba.

Mi espalda estaba apoyada contra la pared, sentía su barriga todavía con ropa de por medio por mi esbelto vientre, su mirada de pervertido y victorioso sobre la mía empujando con fuerza y sin parar. No tardó en estallar un fuerte orgasmo en mi interior. El orgasmo más fuerte que he experimentado en toda mi vida en realidad.

José seguía con su fuerte y rápida follada hasta que empezó a bajar el ritmo. Rápidamente me la sacó y me obligó a arrodillarme para correrse en mi cara.

Sentía esos chorros espesos por todo mi rostro y lo incentivé recogiendo lo que podía con mis labios, lamiendo ansiosa.

Casi no podía levantarme, me sentía exhausta. Nunca había experimentado nada parecido.

José se abrochó los pantalones y cogió mi bolso del suelo, lo vació y cogió mis llaves. Antes de preguntar nada me miró con una gran sonrisa de satisfacción cruzando su cara y dijo:

-          A partir de ahora eres mi putita y vendré a follarte cuando quiera –

En otras circunstancias habría saltado e insultado a ese desgraciado pero todavía estaba vibrando por el orgasmo que se había proporcionado y quería más.

-          Sí, seré tu puta – respondí sumisa.

Esto solo era el principio.

SEXO CON EL TÉCNICO DE LA TV. PARTE II

FECHA: 6/30/2014
fue el fin de semana mas largo y fantástico del mundo teniendo sexo día tras día y a cada instante con el técnico de la tv saboreando su verga y siendo penetrado por el.Aquí está el relato anterior para que sepan que sigue:

http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-19857.html

Bueno, habían pasado 9 días desde aquel maravilloso momento que tuve con el técnico de tv, y esperaba con ansias el fin de semana para vernos, cuando llego el sábado y mi familia se fue temprano como a las 6 am para la finca y no volverían sino hasta el lunes en la tarde ya que era festivo y tendría esos días para estar con el técnico que por cierto se llamaba Eduardo.

Ya eran las 9:30 de la mañana del sábado y nada que llegaba y ya hasta se me paso por la mente que no vendría, pero como a las 10:15 tocan la puerta y era el, sentí una alegría inmensa cuando lo vi, cuando lo salude note que traía una maleta y supuse que se iría rápidamente y le dije:

‘’ ¿Y esa maleta?’’ y el responde:

‘’Ahhh tu familia no llega hasta el lunes en la tarde verdad, es que me quedare a dormir aquí estos días contigo’’
Cuando entro a la casa descargo su maleta y se fue a mi cama y me llamo, cuando entro y veo la misma escena el acostado en la cama vestido aun pero con una tira de condones en su mano y me dice:

‘’Esto es para todos estos días’’

De inmediato se sienta en la cama y se desviste quedando únicamente en boxers yo también me desvisto y nos acostamos en la cama, pero esta vez el sobre mí y me dice:

‘’esta vez te voy a penetrar y te voy a dejar muy satisfecho’’

Se me baja los boxers ya que yo si estaba desnudo y empieza a recorrer todo mi cuerpo con sus manos yo acostado en mí cama y el arrodillado tocándome y me dice con una voz seria:

‘’es la primera vez que hago esto con un hombre y me gusta’’

Me levanta lo acuesto en la cama, le quito los boxers, agarro esa verga que de inmediato se pone dura y empiezo a mamarla, lamo su entrepierna, lamo y chupo sus testículos peludos y paso mi lengua una y otra vez por ese tronco desde su base hasta su cabeza, pero él me retira y me dice:

‘’no vallas tan rápido que quiero tener fuerzas para hacer muchas cosas más y no solo quedarme ahí’’

Retira su verga de mi boca y me acuesta boca arriba en la cama y se pone en medio de mis piernas y con su dedo pulgar comienza a sobar mi ano y dice:

‘’no estoy seguro de pasar mi lengua por un ano, no se…. Nunca lo he hecho’’

Estaba lidiando con un hombre muy indeciso de lo que estaba haciendo pero era muy lindo y masculino para dejarlo ir así que le dije:

‘’ ¿Alguna vez has pasado tu lengua por una vagina?’’ y responde:

‘’si, algunas veces’’ entonces le afirme:

‘’por eso es lo mismo y antes mejor ya que soy virgen, te va a gustar créeme’’

Empezó tímidamente a bajar la cabeza hacia mi ano y yo solo observaba, podía sentir su respiración en mi agujero y siento un lengüetazo y luego otro y después otro, su lengua pasaba por mi ano y yo solo gemía del placer y parecía que le excitaba que gimiera porque me lamia más y su lengua empezó a penetrarme yo estaba a mil y que su lengua me estaba taladrando con movimientos circulares, retiro su lengua y llevo a su boca tres dedos y después me penetro los movía dentro de mi ano, los sacaba, los metía, hasta que dijo luego de unos minutos:

‘’parece que ya está’’

Saca un condón de la tirilla y se lo pone y comienza a pasar su verga por mi ano y procede a penetrarme mete su cabeza y luego toda muy despacio y comienza una penetración lenta que comienza a volverse más rápida.

Eduardo el técnico me agarra las piernas y las pone sobre sus hombros, me penetra salvajemente mientras yo me masturbo yo estaba muy excitado y el solo me penetraba, hasta que no pude más y me vine apuntando mi verga a su vientre y mi semen cayó sobre el estómago del técnico bajando hasta su vello púbico, el técnico saco su verga y se quitó el condón y empezó a masturbarse sobre mi hasta que cayo todo ese rico semen sobre mi pecho, cayó al lado mío acostado boca arriba con la verga flácida y me dice:

‘’espera un momento que viene el segundo asalto’’

Después de unos minutos se pone otro condón y me pone en cuatro sobre la cama y empezar a penetrarme muy fuerte, juego saca su verga, se acuesta boca arriba en la cama y me dice que me siente en su verga, de inmediato obedezco y empiezo a cabalgar rítmicamente me masturbaba mientras subía y bajaba sobre esa verga hasta que paso lo inevitable y me corrí sobre su pecho salpicando su cara, de inmediato deje de cabalgar y el sigue empujando fue acelerando hasta que se corrió dentro de mí pero con el condón puesto.

Me quite de su verga y le quite el condón y empecé a mamársela hasta que la deje totalmente limpia.

Después de eso se pone sus boxers y pide comida a domicilio por teléfono, se pone unas pantalonetas y luego de unos minutos tocan la puerta y era comida china, almorzamos y luego de eso me agarra la mano y me lleva al baño.
Él se quita las pantalonetas y los boxers, se pone un condón y se sienta sobre el retrete y me dice:

‘’ven que ahora toca aquí’’

Me quito mis boxers y me siento sobre su verga y empiezo a subir y a bajar mientras él me abraza y con una mano masturba mi verga yo esta excitado y agarro sus hombros y me muevo más rápido y en forma circular hasta que escucho un gemido fuerte de el:

‘’Ahhhhhhh que rico’’

Supe que había eyaculado en mi otra vez pero lástima que fue con condón, yo de inmediato me inclino hacia atrás y el comienza a masturbarme fuertemente que mi semen cae disparado hacia su pecho, me retiro y me lleva a la bañera, nos duchamos, nos acariciamos, pero si sexo.

Salimos y nos acostamos en la cama, vimos películas y antes de acostarnos esa noche tuvimos sexo nuevamente.
Al amanecer despierto pero él seguía dormido, levanto la sabana y empiezo a mamársela, cuando despertó seguía mamando hasta que expulso todo su semen en mi boca y lo pude saborear nuevamente, cuando termino le digo:

‘’Eduardo, quiero que me des placer con tu boca’’ y él dice:

‘’a que te refieres, ¿quieres que te pase mi lengua por tu ano de nuevo?’’ y yo le digo:

‘’no quiero que me hagas sexo oral, quiero saber que se siente’’ y él dice:

‘’ no sé, es que eso ya es de maricas’’

Bueno insistí hasta que lo convencí, se puso en medio de mis piernas y metió mi verga en su boca, subía y bajaba se sentía maravilloso pero se notaba que era la primera vez que lo hacía, así continua hasta que no resisto mas y expulso todo mi semen en su boca.

Bueno en fin, es mucho lo que hicimos para contarles todo en un relato, pero quería que supieran lo que hicimos, tuvimos sexo en la sala, la cocina, las escaleras, el patio, en el suelo, al final mi ano quedo bien abierto y me costaba un poco de trabajo caminar, pero valió la pena fue increíble en esos día no utilizamos ropa, pase todos esos días desnudos, era ya la mañana del lunes y hablando con Eduardo el técnico los dos desnudos en la cama me confiesa que es casado y tiene un hija, yo no sabía, él me dijo que lo que había sucedido fue por provocaciones mías ese día que nunca se le paso por la mente tener sexo con un hombre pero que no sabía que le gustaría tanto, me dice que si podíamos seguir viéndonos, y yo le dije que si ya que era un hombre hermoso y masculino.

Eduardo se fue a las 10 de la mañana más o menos y yo corrí a lavar las sabanas de mi cama ya que estaban tenían semen por todos lados, mis padres llegaron.

Eduardo actualmente desde ese momento me llama 2 veces por semana para vernos ya fuera en un motel, en su casa o en la mía.

El secreto de Mario

FECHA: 6/30/2014
El olor del café colado en la cocina aromatizaba. Él estaba sentado en la mesa que da a la ventana de la humilde casa; daba un sorbo al café y se preguntaba para donde había ido. La abuela esta para el pueblo y solo está esa mañana en casa.
Mario vio hacia afuera y noto que la neblina se disipaba y ya al fondo del patio donde está el conuco se visualizaba mucho mejor.

El fango en sus botas se pegaba, le echo un ojo a los cochinos y demás animales de corral y que mirando fijo al conuco; algo parecía oírse de allá: ruidos, ramas pisadas y hasta un chillido muy quedito. El joven Mario con tan solo 14 años, ajusta las gafas a los ojos y se va por un lado con un palo en mano para ver, de quien pueda estar dentro del conuco.

Subió por una pendiente y camino por la tierra barrancosa y hecha lodo por la lluvia. Con sigilo se escabullo por los platanares y entre ellas se agacho para ver escondido.
El pujido de alguien (sin saber si era humano) le puso alerta, el corazón le latía con fuerza y las manos le temblaron un poco. Cuando Mario bajando por la orilla del terreno barrancoso se agacho y vio entre las matas hacia abajo donde está un espacio si cultivar del conuco, jamás pensó en ver aquello esa mañana de niebla, solitaria y fría.

II
La noche anterior, Florencio estaba al cuidado de su sobrino Mario, la madre de este salió al pueblo nuevo y no regresaba en días; Florencio le dice en la noche a Mario; que muy temprano iba a salir, que le esperara y no saliera hasta que el llegase. Esa mañana muy bien había esperado Mario a su tío pero la tardanza le hizo salir por el temor de estar solo.

Florencio salió temprano como había dicho. Un hombre de unos 30 años, soltero tenías sus cualidades extrañas en el pueblo, de bigote corto, piel tostada y ojos marrones; Florencio en medio de la niebla se llega a la entrada de las vías de la autopista, iba en busca de Lorencito, pero para mala o buena suerte de él, se encontró fue con Tomasito, un joven de 24 años, piel oscura y ojos achinado como un goajiro.

Con un caballo y un burro de carga, Tomasito comenzaba la labor muy temprano; ya ha hecho una entrega de tabaco y regresaba de nuevo al conuco del abuelo.
¿Tomasito y Lorenzo? – pregunta el tío de Mario.
Vea, no le he visto aun – le responde Tomas.
Qué raro… piensa Florencio. Cuando ve al joven Tomasito, quitarse la franela para sacudir la tierra, le ve el torso desnudo, una piel morena oscura y lucia por un leve sudor, Florencio noto ese camino de vellos ensortijados que iba desde el ombligo y se perdía por dentro del Jean raído que lleva puesto.

Tomasito se pone de nuevo la camiseta se monta al caballo y por el mecate conduce al burro que va detrás de él, sonríe y Florencio se siente atraído por esa sonrisa del joven tomas.
Lo pensó en un momentico, y le pidió el favor a Tomasito que le llevara hasta la casa. Una vez montado en el caballo, detrás del joven muchacho, Florencio excitado veía la espalda de tomas y no dejaba de pensar de cómo llevarlo con él.

Al llegar casi por detrás del conuco de la abuela de Florencio, este con todo el temor del mundo llevo su mano a la entrepierna de Tomasito y la apretó mientras al oído le decía;
¡Vamos y te la mamo Tomasito! –
El muchacho reacciona quitando la mano y le responde; ¿qué paso Florencio, usted es marica?
Las experiencias hacían adivinar a Florencio, cuando bajo rápido del caballo, escupió al suelo y se acomodando el sombrero de paja, mira a los ojos de Tomasito que aún está en el caballo, todo desconcertado.

¡Tranquilo, solo quería jugarte una broma! – añade Florencio, con voz baja y calmada.
El muchacho baja del caballo, en una rama hace el nudo con el mecate y viendo a los lados, se agarra la verga por encima del pantalón y le dice a Florencio;
Vamos, que ya me han dicho que usted la mama divino –.

Una vez dentro del conuco, Florencio esta de rodilla frente a Tomasito; le soba la erección y se la aprieta, midiendo con los ojos la longitud y el grosor de la misma. Acerca el rostro y abre la boca para simular morder el trozo de carne gruesa por encima del jean; siente el olor de la tierra pegada al pantalón, de una vez con manos temblorosa, Florencio baja el cierre y desabrocha el botón del pantalón.

Con un olor inigualable, pero que tanto deleita a Florencio, la desenfundo del prepucio y la viscosidad alumbro con brillo en el glande cabezón del guebo de Tomasito. Se pintó los labios con ella, mirando directo a los ojos de Tomas, el joven vio como esa boca con un minúsculo bigote, se tragaba toda su verga erecta, los labios pegaron a la ingle y sacándola completa, se estremeció cuando le succionaron la cabeza.

Sacando y metiendo todo el trozo de carne de su boca, Florencio disfrutaba de Tomasito (aunque en un principio recordaba que esto era lo iba hacer con Lorencito). Mamando como un becerrito, Tomasito se hincaba más y jadeaba con los ojos volteados de placer.

Ya no quería perder más tiempo, Florencio se puso de pie y rápido descubrió solo su trasero, mostrando unas nalgas grandes y velludas, se apoyó de un tronco y levanto el culo a Tomasito. El muchacho le vio muy excitado y curioso le abrió las nalgas y miro el culo peludo de Florencio; cuando escupió su mano para lubricar el recto, dejo ir el dedo pulgar dentro del culo y sintió la tibieza de la entrañas de Florencio.

Con el guebo parado y mirando hacia arriba, Tomasito con los dedos lo guio hasta al agujero, el glande cabezón de un color morado, se veía enorme en el culo apretado de Florencio, le dio un brochazo y empujando firmemente, el miembro viril entro solo cabeza; Florencio estremeció y pujo muy quedito. Con el rostro rojo cerro los ojos para aguantar el dolor, mientras que una mano le sujetaba la empujadas de Tomasito. El joven sin dejar de empujar su virilidad hacia adentro, el ano de Florencio fue cediendo y cuando levanto la cabeza al aire, ya era porque la ingle de pelos de Tomasito tocaba las puntas de sus nalgas.

Tomasito que aún se mataba a pajas sintió que esto era increíble; sin importarle el dolor de Florencio su vaivén de cadera empezó lento y en cuestión de segundo lo perforaba con tal intensidad, que Florencio creyó no aguantar la verga de Tomas.
El mete y saca se oía como un corcho sacado del pico de la botella, y las nalgas pegando a la ingle de Tomasito junto con los gemidos de ambos era unos mismos sonidos acompañados por el mismo silencio.
Tomasito no aguanto más, y enterrando profundo su trozo de carne, en el culo de Florencio se vacío por completo. Jadeo fuerte mientras agarraba por el hombro al tío de Mario y como si no quisiera terminar se quedó pegado al culo, mientras Florencio buscaba acabar con el ano lleno de semen y verga.

III
La verga de Mario se quería salir del short de lo dura que estaba, ver aquello desde cuando su tío estaba de perfil a él, y ver como apoyado del tronco se dejaba meter el guebo grande de Tomasito; todo eso le había dejado con una sensación nunca ante experimentada, por un lado excitado y por lado: no sabía si pensar que su tío estaba humillado ante Tomasito.

Cuando piso un rama, al el ir de espalda, vio como ambos hombres en conuco, buscaban con las mirada asustadas a todo lados. Se arreglaron la ropa y algo le dijo Tomasito a Florencio que Mario vio cómo su tío asentía con la mirada cabizbaja.
El chico corrió y llego a la casa, entro a la habitación donde duerme, se quitó las botas y se arropo en la cama acostado. No dejaba de pensar en lo que acaba de ver, aun su pene estaba erecto, pero su estómago lo sentía revuelto, el chico quedo con el guebo de Tomasito grabado en la mente, pero ver a su tío en el, le causaba nauseas pero le excitaba a la vez.
Oyó los pasos de su tío andar en la casa, y sintió cuando abrió la puerta del cuarto y luego cerró en silencio, él pensaba, que no podía ver a su tío a los ojos, y se preguntaba por qué lo había hecho.

IV
A la edad de 19 años, Mario se hizo muy amigo de Jaco, un joven de piel blanca y rasgos de rubio tostado, jaco era dos años mayor que Mario, y desde hace cinco años que son amigos, compañero para ir a beber y demás cosas, siempre andaban juntos.

Aquello que Mario vio de su tío, le marco de por vida, tanto que evito el habla con su tío. Después de mucho tiempo de aquello supo el cuento de lo que hacía Florencio con otros hombres del pueblo. Lorencito con amargura en el velorio de Florencio le conto mientras estaba ebrio. El año que cumplió los 16, en un accidente, Florencio y otro hombre iban en un caballo que se desnucó en un barranco donde ambos perdieron la vida.
Mario sentía pena por su tío y clamaba a dios que lo que había comentado Lorenzo a él, no se lo contase a más nadie.

V
Después de una noche de jerga, jaco y Mario regresan ebrios a casa, jaco se ponía peor cuando estaba borracho; por ello Mario siempre evitaba más el alcohol, para estar pendiente de jaco. A la madrugada llegando a casa, con jaco apoyado en sus hombros, entraron a la casa de la abuela de Mario, por suerte su abuela no se percató de su llegada.

Lo acomodo en la cama de él, y jaco pesadamente cayo en el colchón. Roncando casi al instante, Mario se quedó sentado a un lado de la cama, y en la oscuridad veía la figura del cuerpo de su amigo acostado; con la vista le tocaba y hasta que decidió con su manos, por la abertura de la camisa fue tocando y desabrocho unos cuantos botones de ella, palpo el torso liso y apretó un pectoral duro, bajo la mano y el lino de la tela del pantalón, dejaba suavemente palpable la entrepierna de jaco, le sobo y toco sus bolas. Era la primera vez que hacia eso, pero siempre había sido unos de sus más deseos en secreto, muchas pajas se ha hecho pensado en jaco, por ello esa madrugada, sintió el impulso de querer hacer lo que siempre ha querido.

Se acostó a un lado de él, en la cama individual, olio el perfume a madera unido con el alcohol que sale de su aliento, lo abrazo sobo los músculos de los brazos de jaco. Mario no solo desea jaco, lo ama como un hombre ama a otro hombre. Le beso en los labio y jaco se movió un poco, le volvió a besar y fue bajando por el cuello y luego al pecho, toco la entrepierna y aun no esta dura, como el desea, aun así baja hasta la cintura de jaco y desabrocha el cinturón para luego dejar descubierto el guebo de jaco aun estando flácido, le miro y se acercó; el olor era neutro, tenía que pegarse mucho a sus bolas para poder percibir el olor de virilidad de macho, le beso por debajo del miembro, besando también las bolas, la descubrió del prepucio y toda dentro de su boca, saboreo su sabor igual neutro pero delicioso a la vez.

La virilidad de jaco, se levantaba lentamente, palpitando dentro de la boca de Mario. Mario levanto la mirada para ver a jaco y aun lo veía durmiendo (igual no le importaba si despertaba ¡lo deseaba!) Cuando estuvo por completo erecto, ya en su boca no cabía, y agarrando por el troco preso la verga de jaco y el chupo en el frenillo, la trago toda y con la nariz raspo la ingle sintiendo los pelos.

Le masajeaba la verga y deseaba que jaco despertara, quería más que hacer eso con él. La volvió a tener en la boca y mientras le hacia la paja, sorprendido quedo cuando la verga de jaco comenzó a expulsar espeso semen y en sus labio fue a dar, trago lo demás, y deleitándose con el sabor, se limpió el resto que tenía en labio y lo chupo con el dedo. Al finalizar le cubrió de nuevo se entrepierna, subió al regazo de jaco y olio se perfume en la camisa.
Mario sintió que hizo solo una pequeña parte con jaco, el deseaba mas, no solo ser poseído por jaco, sino el poseerlo el también, lo quería y lo amaba como nunca había amado.

VI
El tiempo pasaba y Mario y Jaco aun eran amigos, como uña y mugre. Mario pensaba que jaco sabía que él lo había tocado, pero quería fingirlo, a él le daba igual, solo hacia lo que le pidiese.

El sol inclemente de pleno medio día, quemaba la piel de los trabajadores y uno de ellos era Mario, al finalizar la jornada llego a casa, fue a la de jaco y no lo encontró en ella, se preguntaba a donde había ido y ya a la tarde le quería ver.
Aun el solo no se ocultaba, resplandecía con calor lo último del medio día. En caballo bajo hasta el rio, creyendo encontrarlo ahí, Mario miro a todos lados y no lo encontró, al rato bajo del caballo, habiendo tanto calor y el sin bañarse aun el agua fría del rio le tentaba a bañarse.

Una vez desnudos se dio chapuzón en el pozo, frente al pozo, la piedra agrietada y verde por encima de ella caía agua, detrás de esa piedra había un pasadizo verdoso y Mario dentro del agua mirando hacia allá, recordó las tantas veces que se ha metido por ahí para hacerse una paja; debajo del agua fría, su erección subió sin impórtale nada, y ya excitado Mario llega la horilla y saliendo rápido entro entre el pasadizo y cruzo al otro lado… si Mario hubiese sabido que encontraría a otras personas teniendo sexo, hubiese cuidado su paso para encontrarlo de nuevo.

VII
Aquel día no salió al trabajo, por ello dejo ir solo a Mario. Después del mediodía, por el insoportable calor bajo al rio a bañarse, jaco estando ahí, se desnudó y de una al agua se metió. Al rato de estar nadando, el joven muchacho vio acercarse a otro joven al pozo.

Giovanni es un joven de 14 años, el chico de piel trigueña, delgado y cubierto de peca ese día bajo al rio a lavar los corotos; el chico ya ese entonces mostrabas cualidades afeminadas, más de un muchacho del pueblo le hacían mofa por su conducta. Aquel medio el chico jamás pensó encontrar a Jaco desnudo dentro del pozo del rio, sintió vergüenza e intimidado por Jaco en el agua. Aun así el joven coloco los trastes en las piedras y bajo la mirada, deseando ver más de cerca a jaco que reposaba en una piedra donde cae una cascada de agua al rio.

Con un trozo de tela y un poco de jabón lavaba las ollas de la casa, pero por tantito tiempo alzaba la vista y miraba de reojo a jaco, el chico pensado o viéndole en su mente; imaginaba a jaco de pies a cabeza, y lo que en su imaginación visualizaba era la entrepierna del muchacho en el agua. Con una erección dura y dolorosa por la posición de su cuerpo, Giovanni viendo de cerca quedo pasmado al tener tan cerca a jaco frente a él en cuclillas. La mandíbula le tembló y lo primero que vio fue los par de hoyuelos en las mejillas rojas de jaco, con una sonrisa en la cara, mostrando los diente alineados y blancos, el giño que recibió de jaco, el marrón de sus ojos brillo con encanto y Giovanni casi que ahí en el sitio queda paralizado de tantas emociones y encontradas.

Teniendo una erección bajo el agua, jaco al ver a Giovanni, su verga palpito con más fuerza, al pensar en hacerle la maldad al chico, que muy bien le sabia de su amaneramiento. Calmo un tanto lo empalmado que estaba y ahí salió del pozo, chorreando agua de su cuerpo desarrollado y con solo una trusa blanca tapando su sexo; Giovanni vio con claridad al ver ese paquete húmedo destilando agua, la tela blanca dejando al descubierto el color carne del morcillón un tanto duro, la baba es poco lo que botaba Giovanni al verlo tan cerca de él. Lo primero que imagino el chico fue que Jaco ha de ser un hijo de un musió rubio, que lo hizo tan guapo para ser del pueblo.
Jaco le sonreía y le pregunta cómo se llama, el chico responde con la lengua pega y la mandíbula tiesa, aun así dice su nombre a secas, después de eso la invitación de jaco fue más que oportuna.

Ambos jóvenes en el pozo, nadaban un poco alejado, pero jaco teniendo una erección bajo el agua, no dejaba de pensar en llegarle por detrás y rozarle su virilidad dura por las nalgas del chico; al verlo en ropa interior jaco deseo esas nalgas pequeñas del chico.
Se zambulló al fondo y Giovanni esperando a que saliera pronto, pego el brinco cuando lo sintió por detrás, inmediatamente la dureza caliente en contraste con el agua fría, toco su cintura y luego en el medio de su nalgas.
Jaco mirando a los lados, pega su entrepierna a las nalgas de Giovanni, siendo directo de una vez le susurra al oído y al ver que el chico casi que se le desmalla en los brazos; le toma de la cintura con ambas manos y afinca la erección hasta ambos jadear y temblar de placer.

VIII
Al apoyarse de la piedras que hacen el pasillo, Mario se lastima la mano con una punta sobresalida; él un tanto desconcertado y sin los lente puesto, esfuerza la vista y ve el acto de jaco con Giovanni.
Le veía al joven chico, de rodilla en el pavimento rocoso, su boca de labios finos y rojos, abarcaba el grosor de la verga de jaco; solo la mitad tragaba y Giovanni con los ojos metido en la ingle de jaco, con ambas manos se apoyaba de los muslo del muchacho parado.

El sonido del agua cayendo, a Mario lo tenía un tanto sordo. Cuando el chico saco de su boca el guebo de jaco; el falo torcido hacia arriba, grosor considerable y de longitud corta, lleno de vena: el glande rojo como un tomate, se contrajo y escupió un chorro de semen que cruzo en la cara de Giovanni. Jaco jadeando y con el cuerpo encorvado, el estómago se le puso duro al estar acabando en la cara del chico, con los ojos casi cerrados miraba al cielo en éxtasis de placer.
Palideció y con la mano maullada corriendo sangre, Mario apretó la mandíbula, muy lejos de sus emociones, una leve erección tuvo dentro de la trusa, y sin saber si contenía la rabia o el frio de estar mojado, se quedó paralizado mirando enojado, cuando jaco y Giovanni le voltearon a ver con ojos exaltado.

IX*
Aún tenía el cuchillo en mano. Aquella madrugada Mario veía el alba trayendo la mañana, el corazón le quería salir del pecho y lágrimas secas corrían por las mejillas, no tenía los lentes ni en la cara ni el cuello, rosita se lo ha quitado cuando luchaba por su vida. Mario pensaba mientras caminaba por el monte largo; creía no volver hacerlo, y jamás pensó en volver asesinar a alguien, recordó aquella vez con amargura en su corazón, cuando vio a jaco en el rio con Giovanni; recordó a ese joven, cuando le dejo inerte a la orilla del rio, con un piedrazo en la cabeza le mato por el mismo motivo que asesino a rosita… << jaco solo debe ser para mí >>; pensaba.
Justificando su acto, su amor por Jaco, Mario iba caminado esa mañana en busca de su amado, aunque Jaco ignorara su amor por él.

*(Para entender esta parte, debes leer; Rosita y la noche de los cuchillos largos)

Con mi primo de Estados Unidos a los 9 años

FECHA: 6/30/2014
Hola, me llamo Roberto y este es mi primer relato de esta página, espero les guste. Actualmente tengo 20 años, vivo en Rosario, Argentina y me considero bisexual.

Mi relato toma parte cuando yo tenía la dulce edad de 9 años, esa edad en la que todo niño es un poco tímido y extrovertido debido a que están cercanos a una edad previa a la adolescencia. A esta edad eran pocos los contactos sexuales que yo había tenido, no había pasado de masturbarme con los chicos de mi colonia y de ver un poco de pornografía que pasan en los canales para adultos a altas horas de la madrugada

Era verano y yo estaba muy emocionado puesto que haría un viaje a Estados Unidos con mi madrina de primera comunión, esta, tenía 4 hijos, de 18, 14, 9 y 7 años respectivamente. Cabe mencionar que era el primer viaje que realizaba por cuenta propia y esto me tenía con los nervios de punta.

Fue un viaje muy largo, de 10 horas aproximadamente, pues los que saben de geografía sabrán que de Argentina a U.S.A es una distancia de punta a punta de continente. El viaje no tuvo imprevistos y a las 7:00 AM yo ya estaba en Norteamérica ahí, me recibieron mis primos muy contentos y con la intención de pasar un excelente verano, que, sinceramente yo, nunca me imaginé que terminaría así....

Llevaba casi 4 años sin ver a mis primos, por lo que al verlos me lleve una gran sorpresa, puesto que ya no tenían cuerpos de niños pequeños, ahora, ya estaban más altos y más buenos. Me enfocaré en mi primo de 9 años, Luis, el era un niño especial, cabello muy largo, flaco, con unos ojazos verdes y un culo que te mueres por agarrar.

Llegamos a su casa y el me instalo en mi cuarto, da la casualidad que no era una casa muy grande por lo que él y yo tuvimos que compartir la pieza. El primer día, fuimos a una alberca y conocimos unas chicas gringas bastante guapas con las cuales platicamos casi todo el día. Al llegar a casa me metí a bañar para quitarme el cloro de la alberca y en un descuido me doy cuenta de que la puerta está abierta y que Luis estaba espiando

Como ya había mencionado, a esta edad era poco lo que yo sabía de sexo, por lo que no le di importancia que mi primo me estuviera viendo y continué bañándome, me salí de la regadera, me puse mis calzones apretaditos y me bajé a la computadora en eso llega y me dice.

--Te eh visto bañándote
-- ¿Porqué? Eres joto o qué?
-- No, pero me impresionó el tamaño de tu...
--¿De mi qué?

En eso se señala a el mismo en su pilin, y le dije

-- Jaja, de seguro tu lo tienes igual
-- No que va, te estoy diciendo que el tuyo es más grande.

En ese momento en U.S.A hacía mucho calor por lo que los dos estábamos en calzones apretaditos, y, como era de esperarse a ambos se nos veía el calzón como una carpa de circo de lo empalmados que estábamos

En eso, el me agarra de la mano y se toca la panza, y me dice

--¿Sabes qué es esto?
--Tu panza-- Le dije

Después, baja su mano a su pierna y me pregunta lo mismo, a lo cual yo le respondí con naturalidad, posteriormente llega la parte más emocionante, con mi mano la pone arriba de su calzón y me dice

--Ahora, ¿sabes qué es esto?
A lo cual muy excitado y confundido le respondo yo-- No sé jaja--
-- Vamos arriba y te muestro que es

Entramos en su cuarto y nos acostamos en la cama, el inmediatamente puso seguro a la puerta y su bajo su pijama de hot wheels, y ahí estaba, su herramienta, que en esos tiempos no le habría de medir más de 9 o 10 cm, yo estaba al full de excitado y también me baje mi pijama de cuadritos. Ahí nos quedamos como 1 minuto contemplando cada quien la herramienta del otro hasta que el toma la iniciativa y me dice

--Sabes que es....¿jalar?
Y le digo--Sí, lo eh hecho una que otra vez--

En eso, de sorpresa, agarra mi pene y empieza a masturbarlo, yo me sentía en la gloria, pero repentinamente como a los 3 minutos de estar jugando con mis partesitas, se da la vuelta y me da la espalda, y yo sin saber que hacer puesto que no tenía experiencia en ello, empecé a agarrar su culito de niño, lo acariciaba, le metía uno que otro dedo y después instintivamente baje y lo lamí, yo solamente escuchaba los gemidos de Luis intensificándose cada vez más, de pronto el se da la vuelta y me dice

--Qué tal si en vez de meterme dedos me metes eso que tienes ahí? (Señalando mi pene)
--NO, que asco le digo, por ahí haces caca
--Anda no pasará nada

Al ver que me negaba, agarro de nuevo mi pene y empezó a masturbarlo otra vez, pero ahora con la novedad que se lo mete toditito a la boca, yo me sentía en las nubes, ver a mi primito ahí abajo haciéndome una mamada monumental era definitivamente algo mágico

--Ahora que tal? Yo ya me puse tu pene en la boca, ahora te toca metérmelo por mi agujerito

Yo no podía decirle que no después de la mamada monumental que me hizo, así que puse manos a la obra y se lo metí todo de un empujón, no le dolió mucho pues ya estaba muy dilatado. Como vuelvo a repetir no tenía mucha experiencia por lo que la deje adentro y el solo se empezó a mover hacia atrás y hacia adelante, mientras el hacía esto yo lo masturbaba, así duramos 5 minutos hasta que siento que mi pene se pone al mil de duro y siento muchisimas ganas como de orinar, mi cuerpo se tensa, mis huevitos y mis nalgitas se ponen duritas, y expulso los primeros chorros de semen caliente dentro de mi primito, que al mismo tiempo se viene en mi mano, los dos estábamos exhaustos después de eso y como si resurgieran fuerzas del interior de luisito todavía se voltea y me limpia el semen que había quedado en mi pitito con su lenguita.

Después de eso, mi primo sube por mi panza y mi pecho hasta llegar a mi boca y me clava un tierno beso con lengüita incluida, y me promete que esa no será la ultima vez que hicieramos eso, y que quedaba el secreto entre nosotros, después dormimos abrazados toda la noche con nuestros paquetes juntos y el olor a semen de niño por todo el cuarto.

Espero les haya gustado este relato, 100%REAL, acepto comentarios de todo tipo y si les gustó con mucho gusto puedo seguir escribiendo anécdotas sexuales de mi infancia. CIAO!

El primero en penetrar mi culo

FECHA: 6/30/2014

Soy una mujer que siempre había sido fiel a su pareja. Pero las cosas estaban algo mal entre nosotros, me tenía muy abandonada últimamente, cuando el estar así había sido por un desliz suyo. Asi que por ese motivo me plantee la vida de una forma diferente. Cada uno por su lado, compartiendo piso, eso sí, ya que no podíamos hacer otra cosa.

Entre tanto comencé a salir de vez en cuando y así conocí al hombre que me hizo gozar como nunca antes nadie lo había hecho jamás, además de ser el primero en penetrar mi culo, a continuación paso a relataros como ocurrieron los hechos.

Una de esas noches que salí sola, coincidí con un antiguo amigo en un bar, llevábamos como 12 años sin vernos, el estaba con un amigo y estuvimos hablando mucho rato, tomamos algunas copas y al final de la noche acabe con su amigo ya que él se marcho. Habíamos congeniado muy bien, me parecía muy majo y para encima era atractivo. Me acompaño hasta la puerta de mi casa y se despidió de mi dándome un beso en la mejilla, yo le mire y sin mediar palabra le bese en los labios, en ese momento como si hubiera activado un interruptor, comenzó a besarme con mucha pasión, paraba, me miraba a los ojos y volvía a besarme apasionadamente.

Abrimos la puerta del portal y como pudimos subimos la escalera corriendo para llegar a casa sin mediar más palabras. Nada más cerrar la puerta de casa me puso contra la pared del pasillo y continuamos besándonos apasionadamente. Me arranco la camisa de un tirón para comenzar a besar y acariciar mis pechos. Yo desabroche la suya comenzando a besar su torso desnudo ante mí. Se agacho a lamer mi coño súper húmedo ya que estaba muy excitada, al igual que él, no dejábamos de gemir y suspirar del placer del momento, jadeábamos como si nos faltara el aire para respirar.

Cuando salió de entre mis piernas de comerme mi palpitante coño, me agache para desabrochar su pantalón, sacar su dura polla y meterla en mi boca para comenzar a lamerla. Se la chupaba mientras el gemía de placer sujetando mi cabeza para que no parara. No quería que dejara de chupársela, pero yo no quería que se corriera todavía. Así que me levante nos quitamos la poca ropa que aun nos quedaba rápidamente y nos fuimos hacia la cama.

Lo tumbe sobre ella y me puse sobre él, pero poniéndole mi coño en su boca para que lo lamiera y comiera, tumbando mi cuerpo para poder chupar su polla y hacer un 69. Luego de un rato me cogió por las piernas girándome y me tumbo boca arriba, doblo mis piernas, se puso en medio y metió su dura polla dentro de mi palpitante y excitado coño. Yo acariciaba mis pechos mientras el no dejaba de empujar como un loco, mientras me decía que como le gustaba follarme. Continuamos así hasta que no pude mas y me corrí sobre su dura polla, la deje chorreando de todo mi jugo.

Después me puse a 4 patas y él se puso a penetrarme desde atrás, pero yo le ofrecí mi culo ya que tenía muchas ganas que me lo desvirgaran. El no se lo podía creer, me penetro con mucho cuidado, pero una vez dentro comencé a moverme como una loca, que delicia sentir su polla dentro de mi culo llenándome entera. Estaba muy cachonda y quería que me follara una y otra vez. El tenia mucho cuidado, pero cada vez la metía mas adentro al ver que yo no me quejaba y disfrutaba con su penetración, sacudía mi culo de arriba abajo y de un lado a otro mientras el no dejaba de darme palmadas en las nalgas a la vez que me cogía por las caderas para empujar cada vez más adentro de mi culo.

En el momento que note como su excitación iba en aumento, comencé a mover mi culo con más ritmo aun, le deje mis pechos al alcance para que los tocara y masajeara mis erectos pezones al tiempo que besaba mi cuello con suma pasión. No tardo en correrse dentro de mi culo, gimiendo y gritando de placer mientras eyaculaba y me llenaba el culo de todo su semen, mientras yo agitaba mi clítoris para volver a correrme otra vez antes de que sacara su polla de dentro de mí.

Después de ese orgasmo nos duchamos juntos y continuamos disfrutando el uno del otro. Teníamos mucha complicidad tanto fuera como dentro de la cama. Fue el primer hombre que me saco de mis casillas haciéndome pedir más. También fue el primero en penetrar mi culo, cosa que él no supo hasta más tarde que se lo dije yo, pero todo fue porque me saco totalmente de mis casillas de lo cachonda que me ponía y que actualmente aun lo consigue y además continuamos disfrutando el uno del otro cuando nos apetece.

Me adecué al cambio.

FECHA: 6/29/2014
Stephen Hawking, el célebre científico británico que ha conseguido despejar grandes incógnitas del universo, considera que “las mujeres son un completo misterio.”
Concuerdo, absolutamente, con él.
Luciana, mi esposa, de familia católica, con escuela primaria y secundaria en colegios de monjas, crítica implacable de amigas, conocidas o desconocidas de las cuales se enteraba que tenían una aventura (ni hablar si un amante estable) una noche, repentinamente, aceptó un intercambio de pareja propuesto por un matrimonio de amigos (recientes): Alicia y Marcelo.Unos tres meses antes de la noche que relato, Luciana me acompañó a San Pablo – Brasil donde participé de una reunión de la empresa para la cual trabajo. En el viaje de regreso a Buenos Aires, tuvimos una demora pronunciada en el aeropuerto de partida. Fue ahí que conocimos a la otra pareja. En el bar en el cual “matábamos” el tiempo a la espera del embarque.
La simpatía fue mutua. Sospecho, que la gracia en el semblante sumada de la hermosura de las facciones, del dúo femenino del cuarteto, tuvo mucho que ver. La afabilidad en la conversación y el trato, de los cuatro, también.

Las dos chicas, altas, estilizadas, apenas mayores a los 30 años, son realmente atractivas. Nosotros los varones, arrimándonos a los 40, ambos de talle, figura y disposición del cuerpo bastante correcta, no desentonamos.
Ya de regreso, comenzamos a tener citas solamente para salir y conocernos más a fondo, pero sin llegar más allá de lo normal, por lo menos eso creía yo. Con el “diario del lunes” creo que ellos lo hacían para tantear el terreno y, pensándolo mejor, estoy persuadido que Marcelo hizo sus avances con Luciana.
Aquella noche de sábado, habíamos aceptado cenar en la casa de ellos.
La invitación: “…nos juntamos en casa, los cuatro. Nuestros críos los dejamos con los abuelos. ¿Uds. tampoco tienen problemas para que les cuiden los vuestros, no? Así estaremos tranquilos, y libres de estorbos….”.

Hasta ahí no le di relevancia al “..libres de estorbos…”. Ya caería en cuenta del significado.
Luciana se “produjo” con esmero: cambió peinado, tratamientos faciales los días previos, maquillaje cuidado, minifalda ajustada y blusa negra aún más ajustada que le resaltaban las curvas y sus hermosos senos. Alicia no desentonó. Se veía preciosa y sexy con su pollerita negra, ajustada y bastante arriba de las rodillas, blusa -también ceñida- de color azul, su cabello lacio estaba suelto y desprendía un perfume sugestivo.
A la hora de sentarnos a la mesa, con las bebidas y platitos con picada ya dispuestos, caí en cuenta que “esa nube traía agua..”: Luciana, sin que nadie le dijese, se ubicó al lado de Marcelo, Alicia a mi izquierda, con la reducida pollerita, subida, dejándome ver una generosa porción de sus muslos. ( y, por instantes, también podía vislumbrar su bombachita violeta, la parte que cubre lo que realmente importa.)

Durante la cena, con frecuencia la mano de Marcelo desaparecía debajo de la mesa. En el rostro de Luciana, por momentos, se adivinaba por donde andaba esa mano.
Alicia, adhirió al jueguito de esconder, de vez en cuando, la mano, con la que, de movida, comenzó a rozar mi pierna izquierda con el dedo meñique y el anular. Con el correr de los minutos tomó confianza y manoseó con más entusiasmo aunque sin llegar a mi bulto. Esperaba reciprocidad pero yo quedé inhibido.
A la hora del postre, flotaba en el aire, por sobre el aroma de bebidas y comida, el de la carne inquieta, perturbada.

Alicia se fue a la cocina, para traer el postre y, desde allí llamó al marido (¿para que la ayudara o para dejarnos a solas?). Sabía lo que hacía.
-Decime, Luciana ¿Qué es esto? –
-¿A qué te referís?-
- Te lo digo con todas las letras: estos dos nos quieren coger. Él te está manoseando debajo de la mesa y ella lo hace conmigo ¿Vos lo arreglaste con ellos?-
- Carlos, Marcelo hace un tiempo se me está insinuando. Y Alicia está enterada. Pero te juro que no sabía nada que esta noche…..ni que ella también está con vos… ¡cómo no te iba a decir, de saberlo, algo así? –
- No te veo para nada sorprendida ni incómoda con la situación. –
- ¡Te repito no tengo nada que ver con la previa!!!! Vine a cenar y a pasar un buen rato en compañía. –

Hizo una pausa. Bajó la vista , y cuando la levantó la clavó en mis ojos y se sinceró sobre lo que tenía in mente:
-Vos te la comes con los ojos a la mina…y yo...y a mi…yo…. últimamente cambié de parecer sobre la exclusividad….. me intriga como sería con otro....si no te jode demasiado,... mientras vos te la comés a Alicia,....que seguro agarra viaje por lo que puedo apreciar.... por ahí me largo....... ¿qué decís?-
-¡No te puedo creer!!! Me dejas sin palabras…. –
En ese momento volvían, sonrientes (con caras de expectativa) nuestros anfitriones de modo que no seguí hablando de mi desconcierto.

Luciana asumió aquello de que “el que calla otorga” ya que una vez que dimos cuenta del postre y el café (éste último, sentados en el living) vi como Marcelo la besaba, fugazmente, en la boca.
Tuve sensaciones encontradas: irritación, celos, excitación y morbo.
Acudieron a mi mente dos pensamientos adicionales del genial Stephen Hawking:
“Solo somos una raza avanzada de monos en un planeta menor..”
Como tales, pienso yo, somos presas fáciles de los instintos que por siglos, gobernaron el comportamiento de los primates. ¿Qué instinto es más fuerte que el sexo? ¿Cuál raza de primates es monógama? Me temo que ninguna.
"La inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios."
Asumí, rápidamente, el nuevo cuadro de situación: me sorprendí besando, en el sofá, a la mujer del que estaba besando a la mía. Y me agradó.
Me volví a mirar lo que hacían los otros dos, ya no estaban en el living.
-Vení, a nosotros nos toca la otra habitación. – me informó Alicia incorporándose, para llevarme, de la mano.
Mi esposa se había mandado por su cuenta y yo fui testigo de la apertura de la fiesta de sus sentidos, con otro.

Entonces me aboqué a la mía con Alicia, ni bien cerrada la puerta. Reanudamos el boca a boca y comencé a acariciar sus senos por encima de la blusa y el corpiño...no demoré en quitarle ambas prendas para que quedaran libres... ¡por fin los podía tocar¡ ...libres para mis labios que besaron y chuparon a más no poder. Ella replicó con su lengua en el interior de mi oreja, ¡uhhhyyy!, me recorrió un escalofrío y una sensación como de una descarga eléctrica. Enseguida sentí como sus manos comenzaron a manosear mi bulto hinchado tremendamente por la excitación. Alicia redoblo el asalto, me sacó la camisa, me bajó el pantalón y obligó a sentarme en la cama para quitármelo, igual suerte corrió el slip y comenzó a chuparme la verga mientras me miraba como para medir el placer que provocaba. La interrumpí, poco después, la atraje, tomándola del cabello, la puse de espaldas y le quité, febrilmente, la pollerita y el calzón, abrí sus piernas y la penetré sin ninguna delicadeza y seguí con un bombeo tranquilo por momentos y desaforado en otros; su boca no paraba de besarme, de morderme y gemir.
Seis o siete minutos bastaron para que percibiera la proximidad de la eyaculación:
- ¿Tomas la pastilla?- alcancé a murmurarle
- ni se te ocurra ..... sacarla .....damela .... toda la lechitaaa ....la quiero ...- exigió, con voz entrecortada por mis embestidas finales.

Un profundo gemido y un gritito anunciaron su orgasmo y yo di rienda suelta al mío, inundándole la concha con semen.
Transcurridos unos minutos y normalizadas las pulsaciones fui a ducharme. En el pasillo, al salir del baño, me llegó el jadeo, los suspiros y las palabras deshilvanadas de Luciana, cuando está compenetrada en hacer el amor. Marcelo la tenía “empernada” ¿de nuevo? Lo cierto es que estaban cogiendo y disfrutando, a lo grande. A mi no me gustó lo que oí e imaginé estaba ocurriendo en el otro cuarto, para nada. Cerré la puerta de la habitación, le impedí a Alicia salir a ducharse y, bajo débil protesta de ella, reanudamos el cuerpo a cuerpo. Este segundo episodio, con variaciones en las posiciones y entra y sale vehemente, desmedido, fue el último de la noche y tan bueno a más que el primero,….para Alicia:
-Me encantó. Por momentos sentí que me estaba haciendo el amor un cavernícola….- comentó.
También yo lo disfruté pero mi mente no pudo evadirse del cuarto de al lado y evitar la turbación, el desconcierto de saber que Luciana estaba cogiendo con otro.

Estábamos los dos, duchados y vestidos a media, intercambiando halagos por los respectivos desempeños, cuanto Luciana golpeó a la puerta:
-Vamos Carlos, se hizo tarde. Tenemos que ir a buscar a los nenes-
Terminamos de vestirnos y salimos al living. Luciana y Marcelo nos habían precedido.
Nos despedimos con un “gracias por todo”. “Que se repita, deslizó, Marcelo.”

Ya en el auto, después de andar unos 10 minutos en un silencio que podía cortarse con cuchillo, hablé de lo único que cabía hablar, visto lo ocurrido:
- ...¿cómo te fue? ..¿te sacaste la intriga...de cómo es hacerlo con otro?....-
Demoró unos instantes, como dudando hasta donde explayarse o buscando las palabras adecuadas:
-....no te voy a mentir...me puse re-volada con él... me gustó....no te lo voy a ocultar... primero me hizo acabar sin culiarme… me cogió con la boca… me lamió los labios de la chocha, de arriba hasta abajo, me puso toda la lengua adentro, me chupó el clítoris, me lo lamió a mil, haciéndome retorcer de placer, hasta que le acabé en la cara ….Después si me cogió….impetuoso, con fuerza… Estuvo bueno.. y ¿vos? Apuesto que la pasaste de primera con Alicia, ¡con las ganas que le tenías!!-
-Si, la verdad está rebuena….y le pone todos los sentidos y la garra en coger….es ardiente y llena de pasión….Me alegro por vos que disfrutaste la velada….-
Tenía ganas de seguir escarbando, por cómo se abrió el juego de esa noche estaba convencido que Luciana y Marcelo habían tenido preliminares, quería más detalles de cómo se organizó la “cena”, y varias preguntas más. Pero me contuve y no volvimos a tocar el tema por el resto del viaje.

Como dije antes, me adecué al cambio. Aunque no totalmente.
El día a día con Luciana sigue sin grandes cambios, en general y en la cama. Disfrutamos el uno del otro, de nuestros hijos, nos queremos, nunca aludimos al episodio ni a otros extramatrimoniales, probables, visto el giro en los patrones de comportamiento de ella.
No sé, ni quiero saber, qué hace Luciana (con Marcelo u con otros), yo la quiero....ella sigue siendo la misma de siempre...otro tipo no se queda con nada suyo que la convierta en otra mujer....

Pero no me presto a nuevas cenas (o lo que sea) con intercambio de pareja.
Yo y, supongo, los humanos en general, somos egoístas: nos queremos coger a las mujeres (los hombres) de los otros (las otras) pero saber que, simultáneamente, en otra cama, otro (otra) se está cogiendo a la tuya (el tuyo) nos trastorna el orden y concierto y mengua el goce de la propia relación sexual.
Eso sí, con Alicia, tuvimos un par de encuentros a solas, en un motel (Las Torres) en una ruta cercana a su casa. Fueron muy calientes y placenteros, más que el primero en su dormitorio.
Esos ya son infidelidadades y no voy a abundar en ellos.

Si usamos la inteligencia para adaptarnos a los cambios, la vida puede ser maravillosa con muchas cosas divertidas por hacer.

Papá descubre que soy gay 3

FECHA: 6/29/2014
Mi padre me lleva un fin de semana al rio donde me goza junto a tres amigos de el.Primera parte (http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-12843.html)
Segunda parte (http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-19211.html)

Mi padre y su amigo Carlos me gozaron como una puta, luego que probar la doble penetración mi cabeza y mi cuerpo solo me pedían mas. A mis 12 años ya me estaba convirtiendo en todo un master del sexo gay. Al dia siguiente de mi gran cogida mi padre me sorprendió con la noticia de que me llevaría a pescar con el y sus amigos. Solo en pensar las posibilidades me exitaba de maneras tremendas, yo sabia bien las ideas de mi padre, este macho cabrio querria cogerme con sus amigos, de eso estaba seguro.

El domingo temprano partimos hacia el rio, que queda en una zona bastante alejada de la ciudad, al llegar allí vi los autos apartados, mi verga se puso dura. Baje del auto todo nervioso, mi padre me miro y me dijo.
- Supongo que ya te imaginas lo que te espera?
- Solo lo supongo, espero no estar equivocado.
Mi padre se acerco a mi, me abrazo y me beso, mientras apretaba mis nalguitas.

-pequeño, quiero que te pongas esto – dijo mietras me acercaba una bolsa, la abri y adentro encontré uno suspensorio, de esos calzoncillos que solo cubren la parte del pene. Me desnude y me puse solo eso. – asi te ves bien como una putita, que es lo que seras aquí. Entendido bebe?- a lo que yo conteste con un SI mientras acariciaba su bulto.
Nos dirigimos entre los arboles, desde donde se podía ver el rio y una cabaña, afuera estaban los amigos de mi padre, Carlos, con quien ya había cogido, Juan (40 años) y el hijo de Juan, Pedro (28). Cuando nos vieron aproximándose aplaudieron – por fin! Se hicieron esperar! – llego la fiesta, hola bebito como estas-
Carlos me abrazo beso mis labios y me puso de espaldas hacia mi padre, Juan y Pedro, abrió mis nalgas y dijo – Miren este aujero de 12 años, se come dos pijas sin moquear, valla jotito.- Puso su dedo mas largo en su boca y lleno de saliva lo empezó a introducir lentamente en mi ano.
-aaaaay siii Don Carlos mmmm.
-que les dije? Jajajaja como te vamos a gozar putita-
-mejor pasamos a la cabaña- dijo mi padre.

Carlos me solto y me dirigió asia adentro, entre y había una mesa cuadrada. – sube- me dijo Pedro el buenorro de 28 años, yo subi de un solo brinco, - a ver, ponte como perrita.
-mmm asi?- conteste mientras de cuatro patas con una mano abria una nalga, ofreciendo mi oyo a los cuatro machos.
Pedro abrió mis nalgas y puso su cabeza entre ellas, su barba me hacia cosquillas en la cola, empeso a pasar su lengua por toda mi raya, los otros 3 se pusieron adelante mio y me dieron de mamar sus penes, ninguno menos a los 20cm. Mi padre agarraba mi cabeza por mis pelos y me hacia ir de una pija a la otra, yo ya me encontraba super caliente, mi culo no paraba de contraerse junto a las lengüetadas que me daba Pedro, metia lu lengua hasta lo mas profundo. Juan se paso para atrás hizo a un lado a su hijo y ocupo su lugar, Pedro paso a darme su pija por la boca. Juan fue bastante guarro, abria mi ano con sus dedos y me escupía, lo lubricaba tan bien que cuando me metió dos dedos a la vez entraron bolando.
-aaaay siii aaaay papii como me gusta lo que me hace el señor-
-te gusta trolito, que guarra eses mariquita.-
-mira este culito como se traga mis dedos-
Juan solto mi culo y dirigió su gran pene entre mis prietas nalgas, de una sola estocada me laa metió, yo solo grite, ocasión que aprovecharon mi padre y pedro para tratar de meterme sus dos pijas en mi boca.
Juan me daba sin tregua, setia el “clap, clap” de sus bolas contra mis nalgas y el ruido de humedad de su saliva que gotiaba en su berga cada vez que salía de mi ano, acompañado con otro viscosidad propia del canal anal.
-uuuf que orto tiene este pendejo, mirá.- le hizo seña a mi padre, que se fue para atrás, Juan abrió mis nalgas y le mostro a mi padre como entraba y salía su pija de mi culo de 12 años.
- mira esto, mira el culito de tu hijo.- Juan saco su berga y le enseño a mi padre como quedaba abierto mi ano –uff bebe, veni, veni.

Me levantaron de la mesa, mi padre se sento en una silla y me dijo que me sentara sobre el, mirándolo de frente, asi lo estuve cabalgando un rato largo, mientras chupaba las otras dos pijas. Juan se aserco hacia mi ano y empezó a puertiar mi ano junto con la pija de papa. – vamos a ver si lo que dicen de ti es cierto.- rodrigo y carlos separaban mis nalgas, una en cada mano de ellos, Juan se abrió paso por mi recto anal junto a la pija de papa. Yo solo gemia y lloraba de placer mezclado con dolor.
-waaau, miren eso.- dijo Juan, carlos y rodrigo se asomaron para ver en primer plano como mi culo era masacrado por dos vergas moustrosas. Yo en ese momento deliraba de placer y pedia por favor que me den mas.

Mi padre fue el primero en acabar y a los minutos acabo Juan, cuando este salió sentí un gran vasio en mi ano.
-mmm hay siento que me hago caca papi,
-vamos hijo, sin miedo, dejalo salir todo. Haz ferza.-

De cucliyas sobre la cilla, abri mis nalgas con mis manos y hice fuerza para afuera con mi esfínter del cual empezó a brotar la acabada de mi padre junto con la de su amigo.
Carlos unto sus dedos don ese néctar explusado de mi ano y me los dio de comer, yo relami sus dedos en mi boca. De una me penetro, asi en cucliyas como estaba sobre la cilla. Pedro se acosto en el suelo y me invito a montarlo, me separe de Carlos y monte a Pedro, dándole la espalda asi pudiera ver como entraba su verga en mi ya super dilatado ano, estuve montándolo asi un rato, hasta que me atrajo hacia su pecho, quede boca arriba sobre el, carlos vio su oportunidad, me abrió de piernas y me clavo su pene, yo solo gozaba con lo que pasaba, dos machos culiandome al mismo tiempo, mi cuerpito de 12 años atrapado entre estos dos salvajes, uno me mordía el cuello por un lado y el otro por otro lado. Cuando acabaron y salieron de mi no pude mas que levantarme rápido y entrar al baño, me sente en el wáter y defeque toda la mierda junto con semen. Solo escuchaba risas afuera, tome un baño y Sali. En la cabaña los hombres ya se habían cambiado y preparaban el almuerzo.

Me recosté sobre un sillon, mi padre vino hacia mi –la pasaste bien hijito?- - Si papi, me gusto mucho.-
Se recostó sobre mi y me dormi debajo de el en sus brazos. Para el lunes que volvimos a mi casa ya me habían follado incontables veces, algunas entre dos y otras por separado. En una oportunidad Juan me introdujo su puño en mi año, estaba realmente asombrado de las facultades de mi ano. Mi padre al ver lo que podía hacer también quiso probar, los cuatro machos me cogieron el culo con sus puños.

Un fin de semana de locos.

Como me inicié con mi tío 3

FECHA: 6/29/2014
Este es otro relato de los muchos encuentros que tuve con mi tío. Les recomiendo leer mis relatos anteriores
para que entiendan como empezó todo.
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-17323.html
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-17493.htmlPues bien en la navidad de ese año en que había empezado todo, fuimos a festejar las fiestas de navidad en
su casa pues era la más grande de todas y así podía reunirse toda la familia. En la noche del 24 no sucedió nada
entre nosotros a pesar de nuevamente compartir cuarto, pues en la madrugada que lo busque para que me diera una
de sus acostumbradas y magnificas folladas él me rechazó diciendo:

V: Ahorita no mi putito. Esta toda la familia y podrían descubrirnos. Además estoy cansado y no podría safisfacerte
como te mereces. Pero mañana que todos se vayan a las visitas de los otros familiares diles que no te sientes bien
y que prefieres quedarte, yo tampoco iré porque mentiré diciendo que tengo que ver un cliente que me quiere comprar
un terreno. Y prepárate, porque mañana te doy a dejar el culo tan abierto, adolorido y usado que no te vas a poder
sentar en una semana. ahora vete a tu cama.

Tuve que obedecerlo, pues además de que V estaba determinado, su voz de autoridad cuando me ordenaba algo me
parecía tan sexi y dominante que hacía lo que él quisiera. Así que me fuí a dormir con toda mi calentura aguardando
hasta la mañana siguiente. Al amanecer todos nos levantamos de lo más normal y ya preparaban las cosas para visitar
a los demás familiares, entonces les dije que me quedaría porque estaba muy cansado y no me sentía bien (claro obedeciendo
las órdenes de V) mi madre me respondió que entonces ella también se quedaría pues no podía dejarme solo, a lo que V
interrumpió diciendo lo del famoso cliente y que por lo tanto él se quedaría conmigo. Todos aceptaron y se fueron para regresar
hasta ya muy tarde en la noche, dejándonos a V y a mi solos.

Como a la media hora de haberse ido todos yo ya no aguantaba la calentura, pero no veía que mi tío quisiera nada, así
que decidí meterme a bañar para bajármela, al entrar al baño me topo con mi tío, éste me abraza por la cintura con su mano
izquierda, me acerca a él y me dice:

V: Bañate muy bien sobrinito, y límpiate muy bien el culo porque después te voy a dejar tan sucio y lleno de semen
que necesitaras otro baño, además me gustas más así bien limpiecito.

De ocasiones anteriores me había enseñado a como limpiarme bien el ano, instruyéndome bien en el arte de la lavativa
por lo que ya sabía a que se refería. Al dejarme entrar al baño me dió una nalgadita y siguió su camino. Me bañe y limpie
muy bien pues quería darle gusto a mi tío y al salir solo lo hice con mi toalla amarrada a la cintura. V estaba fuera del baño
esperándome y al verme se me lanzó encima y me dió un fuerte y apasionadísismo beso, al tiempo que me acariciaba y estrujaba cada
parte de mi cuerpo, en especial mis nalgas, mientras me decía:

V: ¡Mmmmm putito, que rico hueles cabroncito! ¡Así limpiecito para tu macho! ¡Me encanta que seas obediente como buena zorrita!

Yo le respondía con gemidos pues eso me pusó excitadísimo. Entonces me tomó de la mano y me llevó a su cuarto, al entrar cerró
la puerta y me quitó la toalla que cubría mi cuerpo, me hizó caminar frente a él unos pasos y me dijo que me diera vuelta y luciera
mi cuerpo para él. Así lo hice y el hecho de estar completamente desnudo frente a mi tío y excibiendome para él me calentó mucho,
por lo que le dije en el tono más morboso que pude:

M: ¿Te gusta lo que ves tío? ¿Te gusta el cuerpo desnudo de tu putito? ¿El que te vas a comer y chingar como te dé la gana?

Mientras le decía esto me auto acariciaba las piernas y las nalgas y me las abría agachándome para mostrarle mi ano, me tocaba los
pezones y me movía cachondamente para excitarlo aún más. Mi tío sin responderme me miraba de arriba a abajo y se tocaba fuertemente
su rico y enorme miembro de 19cm, entonces se me acercó y comenzó nuevamente a besarme, agarrándome la cabeza con sus manos,para ir
bajando sus labios hasta mi cuello y pasar por mis orejas (que son mi punto débil y más erógeno), mordiéndome los lóbulos haciendome
gemir de placer, sus caricias eran fuertes, dominantes, de macho en celo, en ocasiones me apretaba tanto el cuerpo que dejaba marcados
sus dedos en mi piel, me arrimaba su duro y gran bulto y me lo tallaba por las piernas o las nalgas, demostrándome la pasión que
en esos momentos sentía por mí y por mi cuerpo. Me separó abruptamente y me dijo:

V: ¡Ay mi sobrinito joto como me prendes! Anda comienza a desnudarme, acaricia y besa cada parte de mi cuerpo, pero no me agarres el
paquete porque todavía no te lo has ganado.

Entonces comencé a hacer lo que él me ordenaba, lo acariciaba y besaba por todo el cuerpo mientras le decía con la voz mas cachonda
posible lo mucho que me gustaban sus músculos, sus fuertes y delineados brazos, su ancho y duro pecho, sus poderosas piernas, su
abdomen duro, sus bíceps enormes, etc. y mi tío gemía y me decía:

V: Así mi putita así, comeme, lameme, disfruta de tu macho. ¡Ay que rico mueves la lengua y los labios, eres toda una putita!
M: ¡Mmmmmm sí, soy TU putita! Me encantas tío, eres todo un hombre, un hombre de verdad, porque solo un verdadero macho como tú
puede someter,excitar y dominar a otro hombre.
V: Tú no eres hombre cabroncito, eres mi perra, mi mujer y por eso gozo tanto cogiendote putito mío.
M: Tienes razón V contigo soy tu hembra, tratame y poseeme como tal, anda hazme tuyo.

Sus palabras mientras más guarras y ofensivas más me excitaban, y estaba completamente entregado a él, dominado por mi tío. Mientras
lo besaba y acariciaba el se fue recostando en la cama y entonces fuí poco a poco desnudándolo, quitándole la camisa, abriéndole
el cinturón y el pantalón, quitándole las botas y sus calcetines; dejándolo solo en esa magnifica trusa que llevaba puesta y debo
decir que ya estaba apretadisima por su tremenda erección. Después de unos 20 minutos de acariciarlo y de haberlo casi desnudado
por completo, mi tío se quitó el solito su trusa mostrándome ese delicioso manjar de carne dura de macho que poseía, estaba tan dura
su verga que se movía prácticamente por si sola, palpitando y liberando muchas gotas de liquido preseminal, esa imagen se me quedó
grabada en la mente y me excita mucho pues ahora al recordarlo y contárselos ya tengo una gran erección. En fin, continuando con mi historia.

Al quedarse desnudo y con su pitote moviéndose me sentí caliente como nunca en mi vida y mi tío al verme me dijo:

V: ¿Estas hambriento verdad? ¿Quieres que te dé reata de comer? ¿Si? Pues andale, ya te la ganaste, cometela como te he enseñado y
hazme gozar con tu boquita y lengua en mi chile como sabes bien hacerlo.

Inmediatamente agarre con mi mano izquierda su sabrosa masacuata(pene) y con la derecha sostuve sus huevos, que estaban y se sentían
pesados y llenos de leche de hombre; y a mamarsela tal como me había enseñado mi tío, metiéndome todo lo que pude de aquella delicia
de una sola en mi boca (3/4 partes), haciendo mucha saliva, presionando su vergota dentro de mi boca con mi lengua y contra el paladar,
apretando los labios y haciendo succión para hacerlo gozar, y en verdad lo logre pues mi tío lanzó un gemido y quejido fuertísimo y puso los ojos en blanco, arqueando la espalda y con sus manos empujando mi cabeza hasta la base de su verga. Asi me la dejó toda adentro por unos segundos y me pidió que continuara chupandosela porque lo hacía riquisimo.

Yo le dije que no gritara tan fuerte porque con tanto ruido nos podían oir, y me recordó que estabamos solos y que por lo tanto en ese
momento podiamos gritar y gemir tan fuerte como quisieramos pues nadienos oiría o interrumpiría, y que más al rato iba a ser yo quien gritara
bien duro, así que mejor gozara y me deshinibiera. Asi que me esmeré y mamé y mamé lo más fuerte que pude su pitote, sacandolo en ocasiones para lamer y chupar todo el tronco, lamer tus velludos testiculos, metermelos a la boca uno a uno y luego ambos mientras lo masturbaba con mi mano suavemente, para subir con mi lengua hasta el glande para lamer rapidámente el ureter tratando de meter la punta de mi lengua en el; para luego volver a engullir casi por completo su pistola de carne, provocando que mi tío me sujetara en cada ocasión con ambas manos la cabeza para introducir toda su virilidad en mi boca; en fin era el éxtasis total para ambos y me tío me animaba
diciendome que era un gran alumno y que me había graduado con honores en la carrera de putita mama-vergas.

Entonces me pidió subir una de mis piernas (la izquierda) a la cama para dejar mi culito cerca de su mano derecha, con lo que comenzó a
acariciarmelo, y empezó a lamer sus dedos y a pasarmelos por la raja de las nalgas y por el ano, luego mientras se la mamaba me daba sus dedos, uno, dos y tres en total, para chuparselos y dejarselos llenos de mi saliva, que embarraba en la entrada de mi culo; después empezó a dedearme suavemente metiendo primero uno,luego dos y finalmente los tres dedos en mi culito; mientras yo me metía y sacaba su palo de la boca, V metía y sacaba sus dedos de mi culito al mismo ritmo, haciéndome que tragara con más fuerza y velocidad su potente virilidad, para que él hiciera lo mismo con mi hoyito. En todo ese tiempo mi tío no dejaba de decirme guarradas como:

V: ¡Eso mi sobrino jotito!¡Eso así se come un buen trozo como el mío! ¡Eso así guarrita,así! ¡Ay que chingón! Te encanta que te meta los dedos en el culito mientras la chupas ¿verdad? Si se nota que te gusta que te llene tus dos hoyos. ¡Mmmmmm eres una perra caliente y goloza de tu tío macho!
¡Eso cabroncito gozame, gozame! ¡Y abre bien tu culito, que es mío desde esa primera noche que te lo estrené y atasqué de reata!

Estuve mamandole el pito a mi tío como por 20 o 25 minutos y ya me dolía la garganta y la boca, incluso el culo por la dedeada, pero no quería soltarsela, hasta que V me separó con fuerza hacia atrás para que lo dejara, mientras me decía que estaba a punto de vaciarse y no quería hacerlo tan rápido, por lo que se apretó y jaló los huevos hacia abajo para evitar la eyaculación.

V: ¡Ay cabrón!¡Que rico te la comes y te la tragas enterita!¡No mames has aprendido a hacerlo delicioso!¡Casi me los sacas! Pero no, aún no. No me la he chaqueteado en más de una semana para guardarte todos mis mecos para ti. Es muy pronto para echartelos, todavia quiero clavarte y hacerte muchas otras cosas. ¡Tu premio te lo doy hasta al rato mi putito!

M: ¡Por favor tío dámelos ya! ¡Necesito sentirlos y tragarmelos como te gusta mi picador!

V: Aguanta tantito M, te los voy a dar, si, pero cuando yo diga ¿entendido? Ahora subete a la cama y ponte en cuatro, pero agacha la cabeza para que pares bien ese culito tan sabroso tuyo, porque te lo voy a comer y te voy a hacer gritar de placer con la chupada de hoyo que te voy a dar.

Obvio obedecí y entonces el se hinco en el piso, tomó cada una de mis nalgas con una mano y las abrió lo más que pudo para admirar mi anito que por su dedeada anterior ya estaba abierto, dilatado, rojo y un tanto irritado. entonces comenzó a lamer mis nalgas, a mordisquearlas y besarlas para empezar a introducir su lengua hasta lo más adentro que podía de mi. Al meter su lengua la movía en círculos dentro de mi ano y succionaba para voltarme el culo
hacia afuera, y luego besar y chupar lo que había sacado; haciéndome gritar, gemir y retorcerme de placer. Mis gritos eran muy fuertes pues el placer que me estaba proporcionando era inmenso, jamás había sentido algo así en toda mi vida, era un placer orgásmico, y me hacía sentirme como la más grande,sucia y goloza de las putas con las que mi tío, mi macho, mi picador había estado. Así me tuvo abriendome las nalgas y comiendome el culo como por 15 o 20 minutos quepara mi eran el paraíso y el infierno juntos pues me dolía pero me gustaba, era un mezcla de gozo y sufrimiento que solo cuando estas tan dilatado y tan bien comido por el ano se puede sentir. Entre chupadas V me decía:

V: ¡Que delicia de hoyo! ¡Tan abierto,tan mojado,tan calientito! ¡Tan golozo y hambriento! ¡Eso abrelo más, eso! ¿Te encanta verdad? Se nota.

Yo estaba más allá del límite de mi placer conocido y sin poder aguantar más eyacule y eyacule sin tocarme como nunca en mi vida, gritando, jadeando, gimiendo, retorciéndome y suplicando más y más de ese desconocido gozo; pues ese había sido mi primer orgasmo anal; además sentía como grandes cantidades de liquído salían de mi ano y se mezclaban con la saliva de mi tío, chorreando por mis huevitos, mis piernas y hasta la boca de mi tío, quien los succionaba con gran placer. Y todo eso había sido grandioso. A ver mi tío que eyaculaba se me pego aún más a mi
ano y lo chupo, succionó y lamió tan fuerte como pudo intensificando mi orgasmo por mil, y yo gritaba:

M: ¡Aaaayyyyy, aaayyyyyy!¡Sigue, sigue, me estas matándo de placeeeerrrrr! ¡sigue, no pares! ¡Me vengo, me vengo papito! ¡Aaaaaaahhhhhhh!

Al terminar caí prácticamente desfallecido en la cama, sintiéndo los efectos de tan tremendo y doble orgasmo, casi desmayado y totalmente ido por el placer. Mientras mi tío acariciaba y besaba mis nalgas, entonces junto con sus dedos mi semen que había caido en la cama y me lo dio a comer, para luego chupar todo el jugo que me había salido del culo para darmelo en la boca con un beso, para decirme:

V: Prueba tus jugos, los de tu pito y los de tu culito, para que sepas lo rico que saben, lo calientitos que estan.

Lo hice y eso lo súper prendió pues me dijo:

V: ¡Ay sobrino que guarrito y complaciente eres! Mira como te tragas tus propios liquidos. No me queda otra más que cojerte ahora mismo.
M: No, por favor espera. Me siento raro. Si me la dejas ir me va a doler.
V: De eso se trata la chinga de hoy, que aprendas a gozar y sufrir al mismo tiempo complaciendo a tu hombre.

Y así sin más y aprovechando mi extrema lubricación y dilatación me tomó con ambas manos de la cintura y me penetró fuertemente y de un solo movimiento me dejó caer todos sus 19cm de verga hasta el fondo de mi ser, haciéndome gritar de placer.Estando yo boca abajo, al haber tocado sus huevos mi perineo sentí una descarga eléctrica que recorrió todo mi ser, mientras mi tío se movía en círculos con todo su trozote dentro de mí.

V: ¡Eso mi perrita grita, grita bien fuerte! ¡Grita ahora que puedes y nadie nos oye! ¡Así me gusta más! Oirte gritar de placer mientras te ensarto por completo con mi trozo es algo que deseo desde que te desquinté (desvirgué) sobrino.

Comenzó entonces a taladrarme el culo, lo hacía fuerte, duro, sin compasión, estaba como poseído. Me la metía toda y sacaba por completo para empalarme nuevamente hasta los huevos. Yo solo podía gritar, gemir, jadear, pero eso si gozar como nunca pues sentía mi culo totalmente abierto y la vez completamente lleno, me sentía empapado pues los jugos de mi ano no dejaban de brotar, y el roce de las sábanas en mis genitales por el movimiento de la espectacular cojida de la que era objeto me provocaban una presionada y fuerte erección. Me estuvo cogiendo así como por 5 minutos, luego me hizo girar y subir ambas piernas para estar de ladito, luego subió mi pierna izquierda a su hombro, luego subió ambas piernas, luego las bajo y dejó súper abiertas, luego me cargó y me hizó sujetarme de su cuello para cabalgarlo con lo que sentía como me entraba hasta adentro su pitote. Me bajó y volteó, me empinó frente a él y volvió a penetrarme, me enderezó me acaricio la cadera y pellizco mis pezones y así de pie siguió con su clavadera, luego me empinó sobre la cama y levantó mis dos piernas como si fuera carretilla, y finalmente me volvió a poner de perrito sobre la cama; debo mencionar que en cada posición estuvimos como 5 o 6 minutos por lo que ya tenía como 60 minutos, una hora de cojerme y no paraba, era impresionante.

Finalmente teniéndome así de perrito empezó a ensartarme cada vez más rápido y más duro hasta que tensó todo su cuerpo y me la metió tan adentro que creí que llegaría a mi estómago y eyaculó dentro de mi diciendo:

V: ¡Eso así, ordeñame las bolas!¡Aprietame la verga con el culo! ¡Eso ahí te van mis mecos! ¡Aaaayyyyy cabrón te estoy preñando! ¡Te estoy llenando el culito de mi leche! ¿Los sientes?¿Sientes como se te van hasta adentro? ¡No mames me estas dejando seco puto! ¡Así, así recibe más de una semana de mis mecos! ¡Eso tragatelos todos por el culo! ¡Te los estaba guardando para llenarte de mi lechita de macho!
M: ¡Si, si, si, si dámelos todos, lléname de mecos, echamelos hasta adentro, dame mi premio por ser tu hembra, tu putito, tu culito! Mientras yo eyaculaba por segunda ocasión.

Jadeando se dejó caer sobre mi espalda, apretándome por la cintura y cadera para pegarme más a él, besando mi cuello y apretujándo mi pecho y pezones. Luego de recuperarse, dejó salir su miembro un poco flácido de mi ano, ordenándome como siempre apretar bien el culo para que no se me saliera su semen, me costó trabajo apretar mi esfínter anal, pero aún así no creo que se me hubiera salido su leche pues me la echó tan adentro que no
creí que me saliera nunca. Al ver que me había venido nuevamente volvió a recoger mi semen de la cama y me lo embarró en el culo y nalgas. Me recostó boca arriba en la cama y levantó y abrió mis piernas, dejándo mi hoyito expuesto, por lo que le pregunté:

M: ¿Qué haces tío? Ya me duele el culo, me lo dejaste tan abierto que creí que no me iba a cerrar ya.
V: Aún no termino contigo, en lo que me recupero voy a usar unos juquetitos contigo para prepararte para lo mejor.
M: No espera por favor, si sigues así no me voy a poder sentar en una semana.
V: Eso exactamente fue lo que te prometi ayer que iba a pasar.

Entonces de abajo de la cama sacó una caja que tenía una zanahoria, un plátano y un pepino. Primero chupó la zanahoria, la lleno de su saliva y me la fue introduciendo en el ano, palanqueando y metiendo al mismo tiempo, yo comencé a gemir nuevamente, luego hizó lo mismo con el plátano y finalmente con el pepino; al sacar este comenzó a meterme tres de sus dedos, y después como de un minuto me metió el cuarto dedo, así comenzó una leve fisteada,
aunque yo aún no sabía nada de eso; al poco rato pude sentir como empezó a meter también su pulgar y en un momento en que me relaje introdujo por completo su puño en mi culo, y al cerrarlo me hizó eyacular nuevamente, aunque por ser la tercera vez solo me salió un pequeño chorro de semen, pero el orgasmo fue igual de intenso que los anteriores. Al ver eso mi tío dijo:

V: Se nota que te encanta que te rellenen y atasquen el culo; porque cada vez que lo hago te vacias. Me calienta bien cabrón verte tan excitado, tan indefenso y a la vez tan guarro, tan puto y complaciente. Mereces el trato que te estoy dando.

Se acercó a mi boca y me besó, para empezar a fistearme, suave y constante. Sus besos callaban mis gemidos, pero mi cuerpo sudaba, se estremecía con cada penetración de su puño cerrado, y mis manos lo arañaban y estrujaban mientras él seguía con su labor, luego de unos 10 minutos sentí como abrió su puño dentro de mi para presionar fuertemente mi próstata y hacerme eyacular una cuarta vez (tenía 15 años a esa edad me sobraba leche jeje), aunque solo fueron unas gotas y los testiculos me dolían ya y muy fuerte, por lo que se lo dije.

M: Tío, no puedo más me duelen mis huevitos y mi pito.
V: Es normal te ordeñe 4 veces, estas completamente seco mi putito.

Sacó cuidadosamente su puño de mi interior y recogió si poco semen, mezclándolo nuevamente con los jugos de mi culo para embarrarlos por mi pecho, mejillas y labios. Luego de eso se montó sobre mí para un 69, metió su reatota en mi boca y comenzó a moverse como si me cojiera por la boca, mientras lamía mis ya secos y adoloridos huevitos. Estuvo así unos 10 minutos y finalmente sacó su miembro endurecido de mi boca para girarse sobre mi, sentarse en mi abdomen, y masturbarse muy rápido para eyacular en mi rostro mientras me decía:

V: Abre bien la boca, eso así, abrela y tómate tu vaso de leche calientita de macho. Eso abre bien la boca y recibelos todos. Ahí te van. Ahí te van.

Obviamente traté de recibirlos todos y de comérmelos todos, luego con su mano recogió el semen espacido por mi cuerpo y me lo dió en la boca para tragarlo. Se recostó a mi lado y acarició mi cuerpo, para decirme que lo había disfrutado enormemente, que había estado aún mejor de lo que imaginaba y que lo repetiríamos muy pronto. Me pidió levantarme para ver como caminaba y yo lo hacía un poco raro, pues sentía el culo bien abierto, por lo que lo
apretaba y apretaba las nalgas, las piernas me dolían y las sentía en extremo cansadas y mis genitales me dolían también después de cuatro venidas.Se levantó y me dijo:

V: Estas bien mi putito. Vete a bañar y échate agua calientita en tu delicioso culito para que se relaje y se te cierre. Luego acuéstate y trata de dormir para que te recuperes por que hoy si te chingue como nunca en tu vida nadie más lo hará.Te usé, gocé, taladré, enleche, preñe, masturbe y disfrute como solo los verdaderos hombres, los machos cabrones sabemos hacerlo. Y a los jotitos golozos, complacientes, obedientes, calientes, guarritos y sucios como tú
hay que tratarlos así, para que disfruten tanto como sus chiles, sus picadores cogiéndoselos.

Salí de ahí, me bañe, lave y fuí a dormir, recordando en todo momento la mejor y más duradera cogida de toda mi vida. P.D. Se que el relato es mucho muy largo, pero hace mucho no es escribía y además es 100% real, así me sucedió quiero contárselos tal como fue para que gocen como yo. Besos desde México D.F.