La amiga de mi suegraPor POLLONVERBENERO

FECHA: 8/01/2013
La amiga de mi suegra.
Mi suegra, que pese a su edad, est? muy buena, buenas tetas y culo, buenas piernas y que yo me fallar?a sin piedad. Tiene una amiga unos a?os m?s joven que ella, ambas viudas y jubiladas. Me voy a centrar en este relato en mi relaci?n con la amiga y no con mi suegra, aunque como ya he dicho, ning?n problema en fall?rmela tambi?n. En otro relato posterior os contare lo que he maquinado para follarme a ambas.
La cuesti?n es que nos ?bamos de vacaciones toda la familia, mi mujer mi suegra y mis cu?ados. En el ?ltimo minuto me sent? indispuesto y no me atrev? a coger el avi?n, por el estado en el que me encontraba, por lo que insist? en que se marcharan todos de vacaciones, y que mi indisposici?n no fastidiara a todos. La verdad es que al d?a siguiente estaba ya bien y caliente como un burro pensando en que iba a estar varios d?as solos. Se me ocurri? llamar a la amiga de mi suegra, que le llamaremos para entendernos Silvia. Se me ocurri? llamar a Sylvia, porque en alguna ocasi?n, me hab?a hecho participe de lo sola y de lo inquieto que ten?a su cochito, sin hombre que se lo llenara. Mi casa est? en el campo, con lo cual no hay excesivos cotillas que pudiera extra?arles esta visita. La recib? en pelota picada, hecho que no le extra?o en lo m?s m?nimo, sab?a perfectamente a que ven?a. E inmediatamente le espete para que se pusiera c?moda y se desnudara totalmente. Se desnud? sin dudar un minuto, una vez totalmente desnuda, la apret? contra mi cuerpo, como pod?is imaginar estaba totalmente empalmado y la bese c?lida y cari?osamente en su boca y cuello, poco a poco y relami?ndome en cada paso, pase a sus esplendidos pechos, grandes y ca?dos por la fuerza de la gravedad y por el paso de los a?os, (pero confieso que son los pechos que me gustan, para nada me gustan los pechos de silicona, me gustan los aut?nticos, sean grandes, aunque los prefiero, o peque?os, duros o blandos pero naturales eso s?, naturales.) despu?s de una buena sesi?n de chupado y magreo de sus pechos, la sub? al banco de la cocina, la tend? en ?l y empec? a saborear su h?meda vagina, estaba chorreando, que sabor, disfruto como un cabron chupando co?os y no paro ni cuando corri?ndose se mean, sigo y sigo hasta que toda mi cara esta mojada con sus flujos vaginales y uretrales y mi polla a punto de estallar sin tan siquiera tocarla. No me puedo resistir, cuando m?s fluidos, mas chupo, muerdo y lamo como un pose?do. Mientras estoy chup?ndole su cl?toris, le meto dedos por el co?o y por el culo, pese a sus quejiditos, que entend?a eran de gusto. Voy jugando con su ojete, dilat?ndolo cada vez m?s para prepararla bien, para cuando la bajare del banco de cocina. La bajo y la pongo en cuclillas, y le meto mi polla en su culo y mi consolador en su co?o. No aguante ni cinco embestidas, corri?ndome como no me hab?a corrido en a?os. Al acabar me limpio el sable primero con una servilleta (venia de un agujero negro) y luego ya si con su boca, yo le limpie su culo y co?o con mi lengua. Luego ya m?s tranquilos nos pusimos a hacer la comida, sin parar de tocarnos y comentando lo bien que lo hab?amos pasado. Comimos y nos fuimos a hacer la siesta, l?gicamente totalmente desnudos.
A las dos o tres horas, soy el primero en despertarme, veo que Silvia esta boca arriba, con todas las piernas abiertas, ense?ando ese magn?fico co?o, abierto y brillante todav?a. No lo pienso dos veces y me pongo a lamerlo. Poco a poco empieza a despertar y a correrse casi simult?neamente, me dice que no pare y que siga lami?ndoselo y que le de peque?os mordisquitos a su cl?toris, cosa que realizo. Cuando me parece que ya se ha corrido bastantes veces me pongo encima de ella m? me pongo a follarla, agradeci?ndome que lo haga, que ya necesitaba que me la follara, ahora s?, ahora la follada es m?s satisfactoria, ya que aguanto m?s y le doy tiempo a que ella tambi?n se corra mientras estamos follando.
Cuando me parece que ya ha tenido bastante, me levanto y me voy a la habitaci?n y saco el arn?s doble con el que mi mujer y yo jugamos alguna vez. La pongo de pie y le ajusto el arn?s, la pollita peque?a bien introducida en su co?o y la polla grande dispuesta a follarme mi culo.
Se sorprende un poco, y empiezo a chupar la ya su polla, me confiesa que se est? excitando de una manera que no recordaba y me ordena que me ponga en posici?n perro, cosa que hago inmediatamente, le paso el lubricante y le digo que primero empiece a dilatarme el ano con mucho lubricante metiendo m?s dedos cada vez, hasta que pueda meterme cuatro, momento a partir del cual ya estoy preparado para que me folle. Llegado a ese punto lubrica su polla y me la mete de un solo golpe, ?que gusto!, la cojo de su nalga y hago que durante unos minutos no se mueva, hasta que mi ano se acostumbre a la dilataci?n a la que ha sido sometido. Pasado ese tiempo hago que empiece a moverse r?tmica y pausadamente hasta que coge un buen ritmo; observo que se ha sentido a gusto con una polla; que gusto, no hay cosa que me guste m?s que me folle una mujer. L?stima que no hubiera nadie m?s con nosotros, hubiera sido sensacional que a la vez que ella me follaba, alguien me comiera la pollita que ya estaba a punto de estallar, me desenganche y me puse de pie, invit?ndola a que me realizara una buena mamada, no lo dudo dos veces, me la cogi? y empez? a chuparla y morderme el capullo, me corr? al momento en toda su boca. No desperdicio ni una gota, minutos despu?s todav?a volv?a a ver si me quedaban gotitas de semen para chupar. Descansamos unos minutos y nos fuimos a ba?ar a la piscina. Estando all?, me pidi? que se la chupara con violencia, mordi?ndole el cl?toris con fuerza, hasta que ella me indique, cosa que hago hasta que se corre, con una buena salida de flujos vaginales y una buena meada. Confieso que el sabor de la orina en esos momentos no me desagrada en absoluto sino m?s bien todo lo contrario. La satisfacci?n de que se corran compensa el sabor del or?n.
Al acabar se ducho, se arregl? y se march?. Al d?a siguiente a las 10 de la ma?ana, hab?a vuelto dispuesta a jugar de nuevo con todo lo que hiciera falta. Abri? la nevera y saco una buena calabaza y me pregunto ?lo tienes claro?, si , lo tengo claro, le conteste y me marche a por un cond?n para la calabaza. Pero eso ser? otra historia.

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